Activismo al desnudo
En una entrevista que el medio del cual es subdirector le realizaba, Joan Cañete evidenciaba no sólo su activismo (en lugar de profesionalismo) respecto del conflicto árabe-israelí, sino también su desconocimiento del mismo
En una entrevista que el medio del cual es subdirector le realizaba, Joan Cañete evidenciaba no sólo su activismo (en lugar de profesionalismo) respecto del conflicto árabe-israelí, sino también su desconocimiento del mismo
La práctica de recurrir a “expertos”, fuentes, actores de un suceso, sin verificar sus dichos ni su idoneidad, ni ponerlos en contexto, ni documentar la noticia, parece ser, cada vez más, práctica habitual. En el conflicto árabe-israelí, además, las declaraciones suelen ser unilaterales
La cobertura del plan propuesto por la Administración Trump y de las posteriores reacciones del liderazgo palestino adoleció, en su mayoría, de todo: neutralidad, información, y, sobre todo, de contexto histórico. Pero, además, de la sistemática y recurrente incitación al odio y la violencia por parte del liderazgo palestino
El denominador común de las coberturas al plan presentado por la Administración Trump fue la omisión de información esencial para comprender cómo se ha arribado a este punto del conflicto
Que la cobertura mayoritaria de los medios en español del conflicto árabe-israelí pretende imponer una percepción particular del mismo es algo que confirman casi a diario con sus crónicas y, acaso, sobre todo con sus silencios, que vertebran la “narrativa” de “víctima y victimario” y “sojuzgado y colonialista”
Los líderes palestinos siempre encuentran una excusa para recurrir a la violencia – después de todo, sea la OLP o Hamás, el objetivo es eliminar a Israel. Igualmente, la mayoría de los medios en español siempre tienen una excusa para no dar cuenta de ello o, incluso, para presentarlo como una desesperada lucha contra la opresión: su cómplice activismo sin fisuras
En su lugar, inventaron una continuidad histórica inexistente que la administración Trump venía pretendidamente a “romper”
La cobertura en español del conflicto árabe-israelí es como una lata donde se oye siempre el mismo ruido. Un alboroto que, pretende, disimule los conspicuos silencios
Desde el titular, el medio indicaba a la audiencia cómo interpretar el texto que seguía a continuación (aunque, realmente, el propio titular ya era la “noticia”) y, a la vez, oficiaba de inadvertido aviso: “Cuidado, activismo”
La corporación británica recurría a lo habitual para crear un retrato negativo de Israel: recurrir a la infaltable ONG, omitir, relegar la voz (burocrática) israelí, entre otras