El artículo del corresponsal en Medio Oriente del diario español Público, es un compendio de mentiras y tergiversaciones, aderezadas con un léxico despectivo y criminalizador de Israel.
Esta muestra de “humor gráfico” contiene una serie de inexactitudes peligrosas, ya que contribuyen a la confusión histórica a la vez que transmiten un mensaje claramente antisemita.
El artículo pone la verdad de cabeza. Lejos de “perder terreno”, durante los treinta años que siguieron a la reunificación de la ciudad (1967 a 1997), la construcción por parte de árabes en Jerusalén superó a la de los judíos.