Leer una entrevista de estas características llama la atención en medio de una prensa más acostumbrada a posicionarse ideológicamente que a informar, y a corresponsales dedicados al activismo y no al periodismo.
No es una sorpresa leer artículos marcadamente anti-israelíes por parte del corresponsal de Público, pero sin duda García Gascón ha cruzado el límite con un artículo plagado de errores históricos, en el que su pluma parece justificar los ataques terroristas contra Israel.
Llama la atención que el análisis de Birnbaum se centre exclusivamente en conseguir que Israel haga o deje de hacer, y que no se mencione una sola vez la responsabilidad palestina en las relaciones entre ambos.
El periodista Lorenzo Benítez pretende equiparar a los israelíes con los nazis, cuando cualquier persona que haya leído un libro de historia puede ver la diferencia entre un Gueto y lo que sucede en Gaza.
Cualquier petición palestina ante las Naciones Unidas para obtener el reconocimiento de su Estado, o una declaración unilateral , constituiría una grave violación de los acuerdos firmados con Israel y pondría en duda el valor de los compromisos palestinos futuros.
Las medias verdades de Saeb Erekat, su manipulación de los datos y sus ocultaciones pueden encontrar el siempre cálido refugio de medios como El País, a pesar de que la realidad en el terreno y los hechos históricos desmienten su discurso.
El texto es víctima de su propia incoherencia y aunque apunta con timidez a otros actores ocultos entre bastidores, no se atreve a exponerlo abiertamente y prefiere concluir dejando la pelota, una vez más, en el tejado israelí