Año tras año los medios aluden, dan cuenta, informan, con esa manera tan suya de desprenderse de todo contexto, de toda documentación, de todo sesgo ideológico, de la conmemoración de la denominada “Nakba”. Y lo hacen como quien recuerda el Holocausto, el Porraimos o el genocidio armenio
Durante los diez minutos que duró la entrevista, ni una sola vez, el señor Borrell hizo mención a Hamás, ni al 7 de octubre, ni a los secuestrados, ni al lanzamiento de cohetes sobre Israel, ni a Irán... Como si no fueran actores morales, los palestinos son presentados como meros objetos, receptores del actuar solitario israelí.
El nombramiento de Sigrid Kaag como responsable al frente del mecanismo de supervisión de la ONU de los envíos humanitarios hacia la Franja de Gaza resulta en una nueva ocasión para evidenciar el "mecanismo" de omisiones de buena parte de los medios de comunicación en español
Qué medio más sencillo para perpetuar un conflicto que el de utilizar el sistema educativo para moldear las mentes infantiles en creencias estancas, en obediencias sin resquicios, en entregas absolutas. Qué fórmula más cínica que imbuir ese adoctrinamiento con el halo de la ayuda humanitaria, de una peregrina neutralidad ideológica y política
"A estas alturas, los intereses de la UNRWA en Gaza están tan entrelazados y, en muchos aspectos, tan alineados con los de Hamás, que a menudo resulta difícil distinguirlos”
El grupo terrorista Hamás, muchos medios de comunicación, alguna que otra agencia internacional y no pocas ONG, encontraron allí la punta del hilo habitual que, en lugar de conducir fuera del laberinto, conduce a la audiencia occidental al terreno de sus intereses
Debajo de Gaza, y, claro, de sus ciudadanos, el grupo terrorista palestino Hamás cuenta con una red de túneles en la que se ocultan sus miembros, donde almacena armamento, esconde secuestrados y hace circular contrabandos varios. En la superficie, se ha evidenciado (aún más) una red kafkiana de ignorantes simpatizantes, de laboriosos y confiados altavoces, y de cínicas complicidades (sean voluntarias o de estulta de utilidad)
Junto a ONG, entre otros, han roto los fieles de la balanza ética para que así pueda imponerse la opinión, la ideología, el capricho, la voracidad, el fanatismo de la minoría. Amplificar, distorsionar y silenciar (desoír la realidad, anularla con ruido o con censura)
Cifras que aporta un grupo terrorista. El mismo que lanzó el ataque contra Israel. Una atrocidad. Que asesinó. Torturó. Violó. Quemó. Secuestró. Destrozó. Hamás. El terror favorecido con eufemismos y silencios. El grupo que controla la Franja de Gaza con puño de hierro. Cifras, pues, que aporta del “ministerio de Sanidad” que controla. O de alguna ONG afín. Las vergüenzas ya no se tapan, se exhiben orgullosamente, como una virtud, como una medalla a la mediocridad y la abyección; un galardón al odio, a los perpetuadores y revalidadores del antisemitismo.