Jerusalén
¿Qué cuenta El País cuando cuenta un atentado?
El País: figurita repetida
Hamás, terrorismo, red de empresas en el extranjero y el silencio mediático en español
Opinión: Recelo
Recela uno de escuchar los programas que uno habitualmente escucha, de leer ciertas firmas que uno suele disfrutar, cada vez que, luego de una andanada de ataques terroristas palestinos, toca justificar los y toca señalar al culpable habitual.
El Español, todo empezó un lunes
La Vanguardia: Una lluvia de mal periodismo
Gotas gruesas, gotas más pequeñas. Una tras otra: negligencia, omisión, toma de partido. Para terminar con una cobertura empapada de parcialidad y mala calidad
El trágico show mediático de la nada (o, más bien, del cómplice ocultamiento)
Si quiere informarse, o algo similar, sobre el conflicto árabe-israelí, sobre las internas palestinas y sobre Israel, mejor aprenda otro idioma, porque en español sólo va a encontrar ruido, moralina y, encima, mala redacción
El conflicto “simplificado” (manipulado): víctimas y victimarios
Reducido el conflicto a esta dicotomía, la audiencia tiene poco espacio para la interpretación, para la consideración; sólo le resta ubicarse de uno u otro lado de la rígida línea pretendidamente moral que se le ha trazado
Reuters: De informar, a dictaminar
La agencia rebajaba, entre omisiones, adjetivaciones, priorización de dichos, aseveraciones y citas, a los judíos/israelíes y sus reclamos al argumento cínico del villano de la película