“Compra” el público unas evidentes adulteraciones hinchadas de eslóganes y adjetivos trillados empaquetadas en formato de noticia, dirigidas a guiar precisamente sus actitudes políticas y los ‘elevados compromisos morales’
El antisemitismo rebaja a los antisemitas a horda. Coagulándolos, no con consenso ni con entendimiento, sino con el descenso a la complicidad, con la costra de vergüenza de la que habrán de escapar hacia delante a fuerza de negación y de incremento de la abyección. Una vez aceptado el antisemitismo como cosmovisión, como nudo social, otras ignominias son igualmente integradas a la forma de participar de lo social
¿Qué es lo que lleva a más de un medio a tolerar el fanatismo ideológico, la necedad, o la incapacidad profesional crónica, cuando estas apuntan siempre a un mismo actor? ¿Qué conveniencias o, más bien, qué compromisos sostienen ese vínculo?
Cada vez más, la definición que sale del análisis del supuesto abordaje informativo a Israel y el conflicto árabe-israelí se acerca a la de propaganda, de dispositivo ideológico
Ese “periodismo”, de activismo o 'mercenariazgo' propagandístico, interviene precisamente en la escenificación de un pretendido “consenso” – para el cual el judío e Israel encarnan paradigmáticamente las características humanas nocivas
¿Cómo es posible que una organización sin ningún logro a sus espaldas y con una opaca financiación logre tal espacio en la Agencia EFE? Lo que la Agencia EFE no cuenta es lo que sí se sabe de dicha organización: por ejemplo sus vínculos con Hezbolá
El objetivo es generar una división. Pero no tanto entre un “nosotros” o “ellos”, sino entre la realidad, la dignidad, y las entelequias que precisan ciertos fines para instalarse como inexorabilidad, para establecer sus beneficios como forzada, forzosa “realidad
“Las palabras son los padres todopoderosos del hecho, y en sí mismas, por su enérgica formulación y su tono condenatorio, despiertan sentimientos de temor y ansiedad”; y, cabría añadir, de aversión, indignación y, finalmente, de exclusión y persecución.
Buena parte del periodismo se "desayuna" con la realidad más que conocida del régimen del entonces “presidente” Bashar al Assad, hoy ya “dictador”: el archipiélago de centros de detención y tortura, las fábricas de armas químicas y de droga. A rey caído, se puede decir lo que por… ¿por qué callaban tantos lo que era sabido por todos los que a poco indagaran un poco por el régimen sirio?