Es lo que parece desprenderse de los abundantes ejemplos de mala praxis cuando de abordar dicho conflicto se refiere: omisiones, toma de partido, ausencia de voz israelí (y, cuando está, su relegación), no verificación de información, adjetivación ideológica, ausencia de correcciones...
El ente de radio y televisión español parace haber decidido cubrir la violencia palestina de manera que se ajuste a la “narrativa” palestina: el perpetrador es la “víctima”; y la víctima israelí se desdibuja, confunde, anula...
Un ejercicio de confusión en el que no se entiende quién ataca a quién, los muertos se contabilizan por igual y se parte de la puesta en duda de toda versión israelí
¿Radio Nacional de España tiene entrre sus conductores al “responsable del Frente Popular para la Liberación de Palestina? Dicho grupo está considerado terrorista por la Unión Europea...
La radio pública española emitió un programa titulado “El Pueblo judío: propagador del culto a Satán”, que efectivamente parecía haber sido pergeñado en el averno de las teorías de la conspiración y el más añejo antisemitismo