Repetición, supresión e idealización en El País

El diario español sometía al lector a veleidades literarias - abigarramiento y reiteración de lugares comunes, valoraciones y adjetivos -, así como a la supresión de aquello que hacía peligrar la escenificación. Lo que servía para racionalizar la violencia promoviendo esa figura que nadie fuera de la región se cree: “resistencia pacífica”

Sí, otra vez El País… y esta vez desde El Cairo

Ejerciendo cada defecto del periodismo, cada vicio del activismo, traducía y difundía un informe de la politizada B'Tselem, ONG seriamente criticada “debido sus tergiversaciones del derecho internacional, la inexactitud de sus investigaciones y sus estadísticas sesgadas”

¿Qué cuenta El País cuando cuenta un atentado?

En una noticia sobre un atentado terrorista, El País le dibuja a sus lectores un “inusual” ataque contra un cuerpo “militarizado” en el “tercer lugar más sagrado del Islam”, “ocupado” y “anexionado”

La añagaza, la invasión que no fue

¿Cómo es posible que algunas personas que nos encontrábamos a kilómetros de distancia pudiéramos tener un acceso más claro a los hechos que periodistas destacados en el lugar?

El País: figurita repetida

Casi no importa el asunto que tenga a Israel como protagonista, el medio parece publicar prácticamente el mismo artículo: un poco de ideología, otro de distorsión y altas dosis de omisión, todo reducido a una salsa “informativa” aguachenta, escasa y parcial

El País, juez y parte

Un medio que ha tocado fondo no podía permitirse un editorial mejor para tratar la designación de seis ONG como terroristas por parte de Israel

El País: entre el posicionamiento y el sensacionalismo

El medio parece abocado a blanquear al terrorismo palestino adhiriendo a la manida fórmula de la “resistencia”, donde resulta que hay “milicianos” que expresan sus “decepciones” lanzando cohetes – entre tantas otras actividades