Como el Barón Münchhausen montado en una bola de cañón, así parece ir buena parte de la atención mediática, sobre la propaganda de Hamás amparada por una ONU reconvertida en amplificador relaciones públicas.
La palabra del grupo terrorista palestino Hamás – revestida de ministerial sanidad - es, para la agencia de noticias española Efe tan fiable, que no precisa ni de contrastación ni de fuentes o voces que o la matizan o la ponen en duda
Atrás quedaron las máscaras. Los fatuos eufemismos. Las formas y los reparos. El periodismo. El antisemitismo sin tapujos, sin complejos: ni nuevo ni redivivo; porque es el que era, porque nunca se fue. Bastaba el masaje de la iteración como método de “confirmación” para habituar a la audiencia y obtener el asentimiento o la apatía
El nombramiento de Sigrid Kaag como responsable al frente del mecanismo de supervisión de la ONU de los envíos humanitarios hacia la Franja de Gaza resulta en una nueva ocasión para evidenciar el "mecanismo" de omisiones de buena parte de los medios de comunicación en español
“El titular periodístico nos da el texto desde el final, por decirlo así. Nos dice de antemano qué es lo que vamos a encontrar en él y, como consecuencia, cómo debemos leer ese texto”
Si el norte del periodismo es el punto de convergencia de su práctica escrupulosa y, acaso, del talento para realizarlo de manera interesante, con cierta gracia; la brújula profesional de la agencia de noticias apunta a cualquier lugar menos a ese punto ideal.
Si en un previo artículo sobre la cobertura del atentado contra una sinagoga por parte de la agencia, se destacaba el activismo de la agencia y la voluntad de predisponer al lector en contra de una de las partes, una crónica posterior acerca de otro atentado y la alarma causada por este volvía a presentar un mismo tipo de problemas
Las crónicas resultan de acciones, de hechos (al menos, se basan en ellos), mas, son los medios y los redactores quienes terminan por “hacer” – o “rehacer” – el suceso y definir a sus actores
En periodismo, el engaño, la falsificación, la mentira, están hechos sobre todo de lo que calla, de lo que se le esconde a la audiencia; al punto de que Robert Entman decía que “la mayoría de los marcos se definen por lo que omiten, así como por lo que incluyen, … para guiar a la audiencia”.
La cobertura que realiza la mayoría de medios en español sobre el conflicto no suele superar una raspadura mínima del hecho: apenas una muestra que no representa nada; como no sea un material que viene a agregarse al sedimento artificioso un una “narrativa” propia del activismo ideológico, del que precisa esa geología pesada de signos.