Acosados por 150 misiles en una semana, los habitantes de Sderot viven en el terror de la próxima explosión. Hamas se vanagloria. La prensa internacional calla.
Leer una entrevista de estas características llama la atención en medio de una prensa más acostumbrada a posicionarse ideológicamente que a informar, y a corresponsales dedicados al activismo y no al periodismo.