El programa no sólo careció de toda seriedad en el análisis del conflicto sino que fue una sucesión de lugares comunes y eslóganes manipulativos, apelando a la emotividad del oyente.
Parte del discurso se justificó minimizando la amenaza a la que se ven sometidos los habitantes del Estado judío, e incluso el entrevistado se permitió ironizar respecto al sufrimiento de los niños israelíes.
Como colofón a la absoluta falta de rigor, el programa hacía suya una lamentable comparación entre los judíos y los nazis banalizando, así, el Holocausto y el nazismo -, al comparar a Gaza con el ghetto de Varsovia y decir que muchos de los hijos y nietos de víctimas se han convertido en victimarios.
1. Gaza no está ocupada
Por mucho que Zin centre la base del conflicto en los 60 años de ocupación, hay que recordar que Gaza no está ocupada. En el año 2005 Israel restiró todo su ejército de la región.
2. Hamas, ese gran ausente
A lo largo de todo el programa, no se menciona una sola vez la palabra Hamas que, sin embargo, es el grupo terrorista que controla Gaza, y que se responsabiliza del lanzamiento de los miles de cohetes y misiles contra Israel, y que en 2011 se vanagloriaba de ser responsables del asesinato de 1365 israelíes en 1117 atentados en Israel.
3. Falta de contexto
4 Los cohetes y misiles contra Israel no son ridículos
Hernan Zin minimiza la amenaza a la que está sometida la población israelí al su alcance y su letalidad al asegurar que los misiles que se lanzan de Gaza son ridículos que no llegan, que tan sólo afectan a Sderot y Ashkelon, y que el 90% restante de Israel se encuentra libre de la amenaza. La realidad es bien distinta. Los misiles han llegado a Tel Aviv, a Jerusalén, incluso a Haifa, poniendo al 80% del país al alcance de Hamas. Y, recordemos, Hamas tiene como objetivo la aniquilación de Israel y de los judíos en general, tal y como lo especifica en su carta fundacional.
5. Los niños israelíes también son víctimas
Según Zin, no hay traumas que mostrar entre los niños israelíes, ya que durante el conflicto se encontraban en un parque de agua o haciendo surf.
6. Justificación del terrorismo
El terrorismo no es tal para el locutor del programa, puesto que, según asegura, el documental explica por qué un niño como el que van a escuchar, a veces, cuando la esperanza se ha perdido, lo único que le queda es irse a la resistencia y morir por los suyos.
7. El bloqueo y los verdaderos datos
El entrevistado lamenta el bloqueo al que está sometida la Franja de Gaza, pero omite explicar el motivo de dicho bloqueo y de las recurrentes operaciones militares. De hecho, se omite el hecho de que el bloqueo es totalmente legal según la ley internacional y así lo reflejó la ONU en su informe al respecto.
Por otra parte, Zin tergiversa la realidad al asegurar que está cerrado a cal y canto y que las mercancías que entran son cada vez menos. Lo cierto es que las mercancías que entran son cada vez más, ya que incluso se permite la entrada de cemento.
Algo muy importe – avisaba Zin en el transcurso de la entrevista- , no entraron más que 6000 toneladas para reconstruir, no permiten la entrada de materiales.
Pero según la Coordinadora Gubernamental israelí de Actividades en los Territorios (COGAT), sólo en enero de 2015 ingresaron a la Franja de Gaza, desde Israel, 15.205 toneladas de material de construcción (50.000 toneladas en lo que va de año 4 meses). Sumado a esto, en diciembre de 2014 el diario Algemeiner daba cuenta de que un periodista palestino había publicado un su cuenta de Twitter una imagen de cemento importado a Gaza bajo los auspicios de la ONU, siendo vendido en el mercado negro. Además, según explicaba el Middle East Media Research Institute (MEMRI), Hamas también se está rearmando. MEMRI decía que los altos cargos de Hamas incluso se jactan de que sus fábricas [de cohetes] están produciendo sin descanso. A su vez, Hamas también está reconstruyendo los túneles.
Es más, Hamas tiene la llave de dicho bloqueo. Para ponerle fin sólo se le exige que cumpla las tres exigencias del Cuarteto para Oriente Medio compuesto por Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y la ONU. Es decir reconocer a Israel, renunciar a la violencia y aceptar los acuerdos palestino-israelíes previos. Hamás se niega.