La columna semanal de Gideon Levy en la revista Ha’aretz está acertadamente titulada Zona de penumbra. A veces sus reportes tienen poca o ninguna relación con la realidad. La columna de esta semana (Último refugio), acerca de Banana Land, el primer parque acuático palestino”, sirve como un ejemplo perfecto.
Levy escribe que Banana Land, un sitio “patético” localizado en la periferia del norte de Jericó, es el único lugar donde los niños palestinos de Cisjordania pueden nadar:
“Aquí no hay un solo nadador sin un chaleco salvavidas ¿dónde aprendería a nadar un niño palestino? Aún el Mar Muerto, que se encuentra tan cerca, no está abierto a los palestinos, aunque Ehud Barak, el ministro de defensa, prometió recientemente a los estadounidenses y los palestinos abrir un puesto de control que separe Jericó del Mar Muerto.
De modo que Barak prometió, y qué. El puesto de control estuvo abierto por dos días y luego se cerró nuevamente. Ahora lo único que queda es el parque acuático como un último refugio para que los cientos de miles de niños y familias en Cisjordania tomen una pausa momentánea en las tribulaciones de la vida. Un oasis en la ocupación, en el Valle del Jordán. (Énfasis añadido).”
Piscinas en cada ciudad
Afortunadamente para los niños palestinos, pero desafortunadamente para Gideon Levy, hay muchos lugares donde un niño palestino puede aprender a nadar. Y Banana Land difícilmente es un último refugio. Según lo que escribió un colega de Levy en Ha’aretz, Avi Issacharoff el 8 de agosto de 2007:
En la actualidad, cada ciudad en Cisjordania tiene una piscina o un complejo recreativo: Belén tiene uno similar a Al-Khaluf [una piscina en forma de trébol en Dura, cerca de Hebrón], mientras que Ramala tiene más de 10. Uno de los campeones de natación de Jenin cometió un bombardeo suicida en el restaurante Sbarro en Jerusalén en agosto de 2001. Nablus tiene una piscina reservada para mujeres y una piscina olímpica. Hay otra piscina y complejo recreativo entre Nablus y Tubas.
Al Khaluf atrae más de 2.500 personas en un día de fin de semana promedio, dice el [salvavidas Ahmed] Rajoub. (Las piscinas de Cisjordania ayudan a los palestinos a enfrentar el calor)
Niños palestinos disfrutan en una piscina situada en un parque cercano a la ciudad cisjordana de Jenin; martes, 26 de julio de 2007. (Foto AP/ Mohammed Ballas)
Jóvenes palestinos saltan hacia una piscina mientras disfrutan el agua durante un verano caliente en un parque cercano a la ciudad cisjordana de Ramala; lunes, 30 de julio de 2007 (Foto tomada por Muhammed Muheisen/AP)
Las búsquedas también presentan fotos de Getty Images del 29 de agosto de 2007, tomadas por David Silverman, de niños palestinos que se refrescan en una piscina en el pueblo cisjordano de Ein Beida. JAMD.com, el sitio Web que tiene estas imágenes, no permite copiarlas ni guardarlas, pero se pueden encontrar utilizando las búsquedas de Google.
Excursiones de escuelas
Levy reporta: Mientras tanto, las excursiones de las escuelas se dividen entre niños y niñas: domingo, martes y jueves para niñas, lunes y miércoles para niños”.
Aparentemente Levy desconoce que a finales del último mes, se prohibieron las frecuentes excursiones escolares a piscinas (y no sólo a Banana Land). Tal comoreportó la Agencia Noticiosa Maan el 22 de abril de 2008:
“El ministerio de educación palestino ha prohibido nadar durante las excursiones escolares después de que un niño se ahogó en una piscina en Jericó la semana pasada.
Yasser Abd Al-Baqi, un niño de 10 años de Bizaria, en el distrito de Nablus, se ahogó en una piscina en el Parque Popeye en Jericó el 19 de abril.”
En el primer párrafo de Último refugio, Levy insiste que Banana Land, abierta en octubre de 2007, es el primer parque acuático palestino, a pesar del hecho que el Los Angeles Times imprimió un artículo de 933 palabras el 22 de julio de 2002 titulado: La tajada de paraíso de los palestinos en la línea fronteriza: Medio Oriente: Un parque acuático proporciona un alivio del calor y de lasdificultades que representa la ocupación israelí. Pero los tiempos económicos difíciles mantienen ausentes a muchos. Barbara Demick escribió acerca de la instalación de Beit Jala, que abrió en el verano de 2000:
“Suficientemente improbable, un parque acuático expandido con una piscina, fuentes chispeantes, rueda hidráulica fantástica y un tobogán se esconden en esta ciudad palestina cerca de Belén. . . .
El parque acuático fue la inspiración de un empresario estadounidense palestino de 49 años, Jadallah Zaidan.”
Pero el parque acuático de Beit Jala tampoco fue el primero. Abdulsalam y Baslan Fares abrieron un parque acuático en algún momento antes de setiembre de 2000 en Al Badan (Michael Matza, Philadelphia Inquirer, 12 de mayo de 2005). Baslan Fares testificó ante B’Tselem que en setiembre de 2006 los cierres del ejército israelí le forzaron a cerrar su negocio. No obstante, hubo al menos un par de parques acuáticos o de diversión anteriores a Banana Land.
Es muy probable que si un niño palestino de Jenin, Ramala, Hebrón, Nablus, Tulkarem o Jericó leyera Último refugio, no reconocería la descripción de Levy como relacionada con su vida. Su obra es otro ejemplo de lo que la escritora israelí Irit Linor describió una vez como Planeta Ha’aretz. Al aterrizar en las Zonas de penumbra los lectores que están al tanto podrían reflexionar, Transpórtame de regreso, Scottie. Aquí abajo no hay vida inteligente