¿Por qué será que las noticias reveladas por los titulares – sobre el conflicto palestino-israelí – no suelen tener como sujeto al causante de un suceso cuando éste no es Israel?
Y, consecuentemente, ¿qué imagen del conflicto percibe el lector – no minoritario – que sólo repasa por encima las crónicas, centrándose en la información que obtiene de los titulares?
El día 23 de abril de 2015, Peter Lerner, portavoz del Ejército israelí confirmaba, a través de su cuenta de Twitter, que se había producido un ataque desde Gaza:
Dos horas después, informaba que el ejército había respondido al mismo:
Pero veamos cómo titulaban algunos de los medios más importantes en español:
El País: El Ejército bombardea Gaza tras la caída de un cohete en el sur de Israel (Priorizando la consecuencia del ataque llevado a cabodesde Gaza; a la vez que indicando que el cohete “cae”, sin saberse bien de dónde provieneni quién – si es que alguien –lo lanzó para que “cayera”; y, además, sugiriendo una respuesta israelí extensiva).El Mundo también ubicaba como sujeto a Israel: Israel ataca un objetivo de Hamas en respuesta al primer proyectil disparado este año desde Gaza (Si bien indicaba que el “ataque”de Israel era contra un objetivo de Hamas, el medio no identificaba al grupo como agresor: así, a fin de cuentas, no había “ataque” desde Gaza, sino un “proyectil disparado”).También la Agencia EFE relegaba el ataque desde Gaza: Israel ataca un objetivo en el norte de Gaza tras el ataque de un cohete desde la franja (Aunque en el caso de la agencia, sí indicaba que se había producido un ataque desde la Franja, y no la mera “caída de un cohete” o “un proyectil disparado”; pero el ataque era, según la agencia, por parte “de un cohete”, casi como un artefacto con voluntad propia yde funcionamiento autónomo, y nollevada a cabo porun grupo palestino: el resultado eraIsrael ataca vs. un cohete ataca…).
En general, puede afirmarse que la noticia, para los medios, no era el ataque desde Gaza, sino la respuesta israelí – es decir, lo relevante no era la causa de un suceso, sino la consecuencia directamente derivada del mismo.
Y, precisamente asi, esa respuesta defensiva, era transformada en un “bombardeo” ante la abstracta “caída de un cohete”, o en el “ataque” en respuesta a “un proyectil disparado” desde la Franja.
Ni Hamas u otros grupos terroristas que operan en Gaza aparecían en los titulares como la parte agresora, como la causa del suceso (a lo sumo como un objetivo de la respuesta israelí). De esta manera, sólo parecía darse cuenta del ataque con un cohete desde el enclave costero como si se tratara de una acción accesoria al hecho del que sí se daba cuenta de manera prioritaria: la reacción israelí.
A raíz de lo cual, surge una pregunta: ¿Se hubiese informado del ataque desde Gaza de no haber habido reacción israelí?
Como sea, este tratamiento se parece mucho a aquel otro que sugiere o afirma que la paz en está en manos de Israel, en su voluntad. Este tratamiento, en definitiva, está emparentado con aquel otro, en el sentido que parece decir: “¿Por qué responde Israel? ¿Acaso no ve que los grupos terroristas intentan llamar la atención con cohetes “ridículos”? ¿Por qué no actúa como un adulto de una vez? Si no respondiera, reinaría la paz y la armonía porque Hamas vería que no consigue atención”. Es decir: Israel es el responsable de presente (y pasado) estado de cosas.
Así, parece imposible titular, por ejemplo, de las siguientes maneras:
Ataque con cohetedesde Gaza a IsraelGaza ataca a Israel lanzando un cohete
Estos titulares serían posibles, claro está, siempre y cuando no se espere a que se produzca la respuesta israelí para informar; en cuyo caso, podría ser:
Ataque con cohete desde Gaza, respondido por Israel
Pero, al parecer, los medios quieren atraer al lector (o a cierto lector) desde un plano confirmativo: Israel, “otra vez”, “ataca” a los palestinos…