El 25 de octubre de 2011, el programa de Radio 5 (RTVE) El asunto del día prestaba sus micrófonos al profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, Najib Abu Warda, para que explicara su visión acerca del proceso de paz entre israelíes y palestinos.
En la entrevista, asegura el profesor:
Los palestinos llevan toda su vida luchando para conseguir su autodeterminación, estableciendo un estado en un pequeño espacio de Palestina. En el 22% de la superficie total. Aceptando, y con ello renunciando al 78% de la Palestina histórica que antes de la Conferencia de Madrid era un objetivo total de la lucha palestina.
Palestina no es la patria histórica del pueblo palestino.
La utilización de la Palestina histórica para designar un terrirtorio originario del actual pueblo palestino es un error de base en el que sustenta gran parte de un discurso político representado aquí por el profesor Najib Abu Warda.
Esa región se llamó originariamente Canaán y era la tierra de los cananeos que, con la llegada de los hebreos se asimilaron a la nueva cultura. Tras múltiples vaivenes, la zona pasó a llamarse Judea. Cuando los romanos expulsaron a los judíos en el siglo II E.C., y para que no quedara rastro de ellos, decidieron cambiar el nombre de Judea por el de Palestina, en referencia a los filisteos, antiguos enemigos de los judíos.
Los palestinos de hoy tampoco son descendientes de los filisteos. Los palestinos son un pueblo árabe, de cultura y lengua árabe, mientras que los filisteos eran una serie de pueblos invasores de cultura minoica y provenientes de Creta y Asia Menor. Se instalaron sobre la costa mediterránea, aproximadamente en la actual “Franja de Gaza” (jamás llegaron siquiera a pisar Jerusalén), y desaparecieron tras varias guerras con los egipcios, los asirios y los israelitas.
A pesar de las expulsions y prohibiciones, jamás dejó de haber presencia judía en la región. Durante siglos, distintas civilizaciones se disputaron el territorio, que no era un país ni tenía fronteras geográficas definidas sino que era una región administrativa, hasta que tras la Primera Guerra Mundial, los británicos se la arrebataron al derrotado Imperio Otomano.
Siendo habitantes del Mandato Británico de Palestina, todos los habitantes del lugar se consideraban palestinos, fueran éstos judíos, árabes, o europeos en general. Así, por ejemplo, hasta el año 1950 el nombre del periódico “Jerusalem Post” era el “Palestine Post”, el diario de la “Organización Sionista Americana” se llamaba “Nueva Palestina” o la “Compañía Eléctrica de Israel” era la “Compañía Eléctrica Palestina”.
En 1917, con la Declaración Balfour, los británicos acceden a devolver a los judíos el 100% del territorio, sin embargo en 1922, la Liga de las Naciones partió la llamada Palestina histórica en dos: otorgando aproximadamente el 80% para un Emirato de Transjordania y un 20% para los judíos.
Posteriormente, en 1947, la ONU decidió volver a partir ese 20% destinado a los judíos en dos: 45% para los árabes y 55% para el Estado judío. Es decir que Israel representa aproximadamente un 11% de la Palestina histórica, mientras que el 89% restante ha quedado en manos árabes-palestinas.
Jamás, los palestinos han reivindicado las tierras de Jordania. Y con respecto a que los palestinos llevan toda su vida luchando para conseguir su autodeterminación hay que recordar que el nacionalismo palestino no eclosiona como tal hasta 1967, en que tras una guerra defensiva Israel pasó a administrar Gaza y Cisjordania. En aquel momento, éstas se encontraban en poder de Egipto y Jordania respectivamente, quienes las invadieron tras rechazar la particion de la tierra decretada por la ONU (resolución 181) en dos estados: uno árabe y otro judío. Hasta entonces no había existido reivindicación alguna de autodeterminación palestina, que se había englobado en una corriente panárabista general.
En Marzo de 1977, el líder de la OLP, Zuhair Muhsin, declaraba al periódico holandés Zeitung Trouw:
Un pueblo palestino no existe. La creación de un estado palestino es sólo un medio para continuar nuestra lucha contra el Estado de Israel en favor de nuestra unidad árabe. En realidad hoy en día no hay diferencia entre jordanos, palestinos, sirios y libaneses. Sólo por razones políticas y tácticas, estamos hablando hoy de la existencia del pueblo palestino, ya que los intereses nacionales árabes exigen que postular la existencia de un ya existente “pueblo palestino” para resistir al sionismo.
El profesor Najib Abu Warda prosigue su entrevista en Radio 5, haciendo referencia a supuestas violaciones sitemáticas israelíes a las leyes del derecho internacional y como ejemplo menciona la Cuarta Convención de Ginebra que no permite a la potencia ocupante alterar ni el factor demografico ni geografico de las zonas bajo ocupación.
El problema es que legalmente, Israel no es una potencia ocupante ya que no atacó ningun territorio soberano para quedarse con sus tierras. Al rechazar los palestinos la partición de 1947, la tierra que para ellos estaba destinada pasó a convertirse en res nullius. En 1948 Egipto y Jordania invadieron Gaza y Judea y Samaria (posteriormente conocidas como Cisjordania). Y en 1967, Israel les arrebata esos territorios en otra guerra de defensa.
Respecto a los refugiados, Najib Abu Warda subraya que:
en la actualidad se calculan en 5 millones, que son originarios del estado de Israel. Israel se niega a que puedan volver a sus lugares de origen a pesar de la existencia de resoluciones de naciones unidas como la 194 que establece que aquellos que desean volver a sus lugares pueden hacerlo y aquellos que deciden no volver serán indemnizados.
La resolución 194 de la ONU fue aprobada en 1948. Su artículo 11 resuelve que debe permitirse a los refugiados que deseen regresar a sus hogares y vivir en paz con sus vecinos, que lo hagan así lo antes possible.
Pero la voluntad de los palestinos, que acababan de iniciar la primera de varias guerras contra el recién creado estado de Israel, de vivir en paz con los israelíes no es algo demasiado evidente.
Por otra parte, las causas de la huida no siempre respondieron a expulsiones por parte de Israel. Gilead Ini, analista de CAMERA, así lo explicaba en su artículo Refugiados palestinos y judíos:
Los historiadores concuerdan en que no hubo una sola causa para que los árabes huyeran de Palestina. Las masas huyeron principalmente porque vieron que la élite palestina hacía lo mismo. En parte, esta huída fue como respuesta a las exhortaciones de los líderes militares y políticos árabes para que los civiles palestinos evacuaran sus casas hasta que la lucha finalizara. Muchos simplemente huyeron de la intensa lucha que los rodeaba, o que perturbaría sus vidas muy pronto. En algunos casos, los militares judíos forzaron a los palestinos a salir de sus casas.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que la 194 hace referencia a todos los refugiados. También a los más de 800 000 refugiados judíos que se vieron obligados a escapar de los países árabes, y que en su gran mayoría encontraron asilo en Israel.
Respecto a la cifra de 5 millones de refugiados palestinos a los que hace referencia el profesor Najib Abu Warda hay que subraya que ésta incluye a los descendientes de los refugiados palestinos, que siendo usados como moneda de cambio, jamás pudieron gozar de los derechos de ciudadanos en los países árabes.
El discurso de Najib Abu Warda forma parte del argumentario político palestino, y no sorprende que encuentre su espacio en un programa radial para expresarse. Lo que de esta entrevista llama la atención es la falta de sentido crítico por parte de la entrevistadora quien llega a afirmar en un momento:
Bueno eso es cierto. Los problemas son varios, como usted bien señala: los asentamientos, los refugiados y Jerusalén.
La periodista nomenciona al profesor palestino de la Universidad Complutense de Madrid ni la amenaza terroristaque afrontaIsrael, ni incide en la negativa de los palestinos en reconocer a Israel como un estado judío.
Al preguntar acerca del grupo terrorista Hamás, no es su declarada intención de hacer desaparecer a Israel lo que la inquieta, sino la división interna palestina. Como si Hamás y Fatah fueran exclusivamente dos partido políticos gobernando diferentes zonas:
¿Cómo puede influir en esta complicadísima negociación que los palestinos tengan el gobierno dividido? En Gaza Hamas, y en Cisjordania Al Fatah.
El profesor no responde y acusa a Israel de utilizar este tipo de situaciones para no avanzar en las negociaciones. Y asegura al respecto:
En todo caso, no es argumento porque es un grupo, una realidad, una parte del pueblo palestino lo mismo que en el lado de Israel hay partidos politicos extremistas y tan fanaticos o más que Hamas.
Esta aseveración es un despropósito. Hamás es un grupo terrorista, no sólo desde la perspectiva israelí, sino también según la Unión Europea o los Estados Unidos. En Israel no existe ningún partido político compuesto por un grupo terrorista.
Es una lástima que al frente de esta entrevista no hubiera alguien dispuesto a llegar al fondo de las preguntas, y que se hayan prestado los micrófonos de la radio estatal española para escuchar una sóla parte del conflicto. RTVE se convierte así en un púlpito para la propaganda y no en un ente objetivo comprometido con su audiencia y con la verdad.