“La jefa de derechos humanos de la ONU presionó el martes a Israel para que evite ataques contra estructuras civiles en Gaza, y UNICEF dijo que los niños en el enclave mostraban síntomas de trauma grave tras los ataques que han matado a docenas de civiles”.
A diferencia de los palestinos de Gaza, el cerca del millón de israelíes que vive en el sur de Israel cuenta con refugios antibombas y sirenas que les avisan cuando va a caer un misil. Pero sobre todo disponen de la protección que les brinda la llamada Cúpula de Hierro, un escudo antimisiles desplegado por el país, que ha conseguido repeler más de 300 cohetes palestinos desde el inicio de la operación Pilar Defensivo hace seis días. La llamada Cúpula permite interceptar en el aire los cohetes .
Estos días todo son alabanzas a un sistema aún por perfeccionar. Prueba de ello son los tres israelíes muertos en Kiryat Malachi, en el sur del país y sobre todo el pánico que desatan los cohetes palestinos que impactan sobre las poblaciones israelíes y que dan fe de que la Cúpula de Hierro es imperfecta; un elemento tal vez necesario pero no suficiente para defender a la población.
Unos 31 residentes en Gaza y dos edificios usados por la prensa han sido alcanzados por misiles israelíes hasta ahora, y centenares de personas han resultado heridas…
Docenas de colegios y centros religiosos en Gaza han resultado dañados por los ataques aéreos de Israel, que se produjeron tras semanas de creciente lanzamiento de cohetes de Hamás contra Israel.
Israel trata concienzudamente de no involucrar a civiles, pero tiene que hacer algo para frenar el insostenible disparo de misiles hacia el sur, y es responsabilidad de Hamas si coloca depósitos de misiles junto a jardines de infantes y mezquitas. Ése no es su lugar’, declaró el general Poli’ Mordejai, portavoz del Ejército hebreo.
Según el derecho internacional, todas las partes están obligadas a cumplir con los tres principios que rigen las normas de la guerra y que incluyen la necesidad de distinguir entre combatientes y civiles y tomar todas las precauciones para evitar las bajas entre civiles.
Los israelíes dicen que es lo que están haciendo y aún así hay muchas bajas civiles. Por ello, se necesita un examen más profundo sobre si se está siguiendo adecuadamente el principio de precaución’, dijo [el portavoz de derechos humanos de la ONU, Rupert] Colville.
Lo llamativo es que en este contexto informativo, la agencia no indique las causas de la respuesta israelí, ni la motivación del Hamas. Y, más aún, que mencione a Hamas como una de las partes dentro del “derecho internacional”.
El artículo de La Razón sostenía:
Israel ha planeado la operación tras meses de continua tensión y alerta en el sur de Israel. Un territorio poblado que vive amenazado constantemente por el disparo de misiles desde la franja de Gaza. En las últimas semanas, a diferencia de lo que había ocurrido en estos tres últimos años, los militantes de Hamas exhibieron imágenes lanzando misiles en una clara provocación a Israel.
En tanto, periódico argentino La Nación informaba:
Israel lanzó panfletos en los que les advertía a los habitantes que no debían acercarse a las instalaciones utilizadas por Hamas para almacenar armas y acusó a la organización de usar a civiles como escudos humanos al construir esos arsenales en barrios residenciales.
El blog del Ejército de Defensa de Israel (acceso a las 11.14 am hora de Boston), por su parte,informaba que en lo que va de año, 1.435 cohetes lanzados desde Gaza han caído en Israel; 667 desde el 14 de noviembre de 2012.
Pero al parecer estos datos de la realidad no son relevantes para ofrecer un contexto cabal de los hechos.