La Deutshe Welle – servicio de radiodifusión internacional alemán – en español pretendía explicar las razones para el escepticismo y la esperanza en las negociaciones entre israelíes y palestinos. Para ello, recurría a los tics propios del periodismo cuando aborda el tema: primero se reparten las culpas e, inmediatamente después, se señala a Israel como el principal responsable (unas veces indirectamente, otras, de manera más explícita) del fracaso de las mismas.
El artículo comenzaba diciendo que:
Después de todo, los palestinos y los israelíes han comenzado e interrumpido las conversaciones de paz con suficiente frecuencia como para desanimar hasta al más optimista.
¿Israel ha interrumpido? ¿Por qué los medios se empeñan en disimular las negativas palestinas incluyendo a Israel como culpable de la ruptura de negociaciones? ¿Por qué ese desprecio absoluto a los hechos de la realidad?
El profesor de derecho de la Universidad de Harvard, Alan Dershowitz, señalaba en un artículo del 28 de septiembre de 2011 que hay que tener en cuenta cómo se llego a la situación presente:
El rechazo árabe de la recomendación de partición de la ONU [en 1947, que preveía que Jerusalén y Belén fuesen un cuerpo separado de los dos estados previstos] y el ataque contra el nuevo Estado Judío que resultó en la muerte del 1 por ciento de la población de Israel; el ataque emprendido por Jordania y sus soldados palestinos contra Israel en 1967, que terminó con la captura de Cisjordania por parte de Israel; la oferta hecha por Israel de cambiar tierra por paz que fue rechazada en Jartum con los infames tres no’ no a la paz, no al reconocimiento y no a la negociación [con Israel]; la generosa oferta de estado que hizo Israel en 2000-2001 que fue rechazada y a la que se respondió con violencia; la subsecuente, y más generosa, oferta de Olmert, que no fue aceptada por el presidente Abbas.
Arafat abandonó, efectivamente, Camp David en 2000 y al llegar a Ramallah lanzó la segunda intifada.
En tanto, Alex Safian, analista de CAMERA, ampliaba en un artículo de 2011 explicando que en 2008, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, se reunió con Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palesitna, y le presentó un plan de paz integral. El plan de Olmert hubiese anexado los asentamientos israelíes más importantes a Israel y, a cambio, hubiese entregado territorio israelí equivalente a los palestinos, y hubiese dividido la ciudad de Jerusalén.
Abbas, en una entrevista con Jackson Diehl, del Washington Post, confirmó el bosquejo de la oferta de Olmert, y que la rechazó.
Mas, el medio alemán, separándose definitivamente de la realidad, continuaba afirmando que:
Los palestinos esperan que las negociaciones concretas comiencen dando por sentado la validez de las fronteras territoriales que estaban vigentes en el año 1967 e Israel insistirá antes que nada en que Palestina ofrezca garantías de seguridad confiables. Pero las posiciones de las partes en discordia siguen estando muy alejadas la una de la otra en casi todos los tópicos por tocar.
CAMERA ya apuntó que:
La Línea Verde sirvió como línea de demarcación de armisticio entre Israel y Jordania. La línea de armisticio fue establecida el 3 de abril de 1949 por el artículo III del Acuerdo de Alto el Fuego entre Israel y Jordania, y jamás fue una frontera’ entre Israel y Cisjordania [así bautizada por Jordania; antes era conocida por su denominación tradicional: Judea y Samaria].
En tanto, Dore Gold (From Occupied Territories to Disputed territories, 2002), ex diplomático israelí y actual presidente del Jerusalem Center for Public Affairs, explicaba que:
Debido a la insistencia de Jordania, la Línea de Armisticio de 1949, que constituía el límite entre Israel y Jordania hasta 1967, no fue reconocida como una frontera internacional, sino simplemente como una línea que separaba a los ejércitos. El Acuerdo de Armisticio establecía que ninguna disposición de este Acuerdo perjudicará, de ninguna manera, los derechos, reclamos y posiciones de cualquiera de las partes en la solución pacífica de las cuestiones palestinas, las disposiciones de este Acuerdo han sido dispuestas exclusivamente debido a consideraciones militares (Artículo II.2)
Justamente, son las fronteras lo que hay que negociar y, eso, precisamente, es lo que Abbas pretende fijar, de manera unilateral, de antemano.; y lo que la Deutsche Welle ha determina por él.
¿Cuándo dejó de ser un requisito la precisión informativa? ¿Cuándo dejaron de informarse los periodistas para escribir un artículo?
La resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1967 establece:
Retirada de las fuerzas armadas israelíes de territorios que ocuparon durante el reciente conflicto
Terminación de todas las situaciones de beligerancia o alegaciones de su existencia, y respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los Estados de la zona y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas y libres de amenaza o actos de fuerza
lograr una solución pacífica y aceptada, de acuerdo con las disposiciones y principios de la presente resolución.
Lord Caradon, que fue el representante permanente del Reino Unido ante las Naciones Unidas entre 1964 y 1970, y uno de los principales redactores de la Resolución 242 declaró(Journal of Palestine Studies, An Interview with Lord Caradon, Spring – Summer 1976, pgs 144-45):
Podría haber dicho: bien, puede volver a la línea de 1967. Pero conozco la línea de 1967, y sé que está corrompida. No se podría tener una peor línea para una frontera internacional permanente. Es donde las tropas se encontraban en cierta noche en 1948. No tiene ninguna relación con las necesidades de la situación.
De haber dicho que tenían que volver a la línea de 1967, cosa que habría sucedido si hubiésemos especificado una retirada de todos los territorios ocupados, habríamos estado equivocados.
El jurista y vicesecretario de Estado para asuntos políticos (1966-1969), Eugene Rostow, quien ayudó a redactar la resolución 242 explicó en el The Wall Street Journal (Peace still depends on the two Palestines) del 27 de abril de 1988 explicaba que la resolución 242 establece 3 principios sobre el aspecto territorial del proceso de establecimiento de la paz :
1) Israel puede ocupar y administrar los territorios que ocupó durante la Guerra de los Seis Días hasta que los árabes acuerden la paz.
2) Cuando se alcance un acuerdo de paz, deben delinear fronteras seguras y reconocidas a las que Israel pueda retirarse.
3) Esas fronteras pueden diferir de las Líneas de Demarcación del Armisticio de 1949.
Pero la Deutsche Welle, y gran parte de los medios con ella, saben más que los propios redactores de la resolución que ha sido la piedra angular de los acuerdos firmados por israelíes y palestinos y de las negociaciones de paz.
O tal vez creen de manera entusiasta en los espejismos que crea su voluntariosa imaginación: Israel debe ser invariablemente el gran culpable de los males de Oriente Medio en general, y de los palestinos en particular.