Pax palestina y silencio mediático

Aparentemente, negociar y negar la existencia de aquel con el que se negocia no supone un obstáculo para las negociaciones ni una contradicción. Aparentemente, los obstáculos sólo pueden ser concebidos como tales si el sujeto que “obstaculiza” (por peregrino que sea el “obstáculo”: la acción considerada como impedimento o traba) es Israel. Porque, en la mitología creada en torno al conflicto binomial, uno de los términos (el representado por la locución “palestinos”) está exento de responsabilidades y está incapacitado para ejercer acciones que puedan estimarse como causas de consecuencias negativas; así, este término (palestinos) representa la idealización de la víctima: la representación de la inocencia.

Pero, la realidad no acepta regirse por las “normas” y las narrativas impuestas por los periodistas. Que no se informe no significa que no suceda. Que se pretenda proyectar una imagen determinada de un grupo de personas mediante el disimulo y soslayo de las decisiones y actos que invaliden o pongan en duda esa misma representación, no hace que esas decisiones y actos sean menos reales.

Sería apropiado preguntarle a los medios en español, por qué, de manera voluntaria, eligen silenciar los obstáculos a la paz que surgen del lado palestino.

La organización Palestinian Media Watch informaba el 20 de marzo de 2014 que:

“La TV oficial de la AP transmitió una caricatura el mes pasado que mostraba a un profesor señalando un mapa de ‘Palestina’ como un ejemplo de ‘un número que es indivisible’. El mapa incluía, tanto las zonas bajo administración de la AP, [Gaza] y todo Israel.


Fatah también continúa promoviendo esta idea. El administrador de la página de Facebook de Fatah afirmó recientemente que los palestinos, antes de enseñarles a su hijos a leer y escribir, les enseñan que ‘Palestina’ es indivisible, de forma que ‘ sólo estarán de acuerdo con una regla, que no puede ser sumada, restada o calculada: Palestina no se puede dividir’”.

¿En qué marco lógico puede considerarse esto razonable? O, mejor dicho, ¿cuánto hay que pervertir la lógica para que estos hechos no tengan valor informativo en medio de las conversaciones de paz?

¿Cómo se negocia con quien se pretende que “no existe”? ¿De qué se negocia, con quien se estima inexistente?

¿Qué valor tiene una negociación que, según los hechos, pretende ser transitoria, una etapa para erradicar a la otra parte de dicha negociación?

Como parte de esa negación del “otro”, del derecho del “otro” a ser, a existir; el consejero de Abbas para ONG, Sultan Abu Al-Einein dijo, en un evento, transmitido en vivo por la televisión de la Autoridad Palestina el 17 de marzo de 2014, que:

“Me siento muy honrado de estar [aquí] hoy, para que días que son importantes para todos nosotros no se borren nunca de la memoria. En el mes de Marzo, [celebramos ] el día de la Mujer Palestina, en marz también es el Día de la Madre Palestina, en el mes de marzo [recordamos] a esa joven mujer de piel oscura del campo [de refugiados] de Shatila; [Dalal Mughrabi], que no aceptaba otra cosa que establecer su estado entre Jaffa [ciudad israelí] y el Líbano a su especial manera; aquella joven que luchó junto con sus camaradas hasta agotar su munición. Sí, Marzo es honrado por esta sangre palestina…Ellos [los Israelíes] se engañan a sí mismos si les creen que las negociaciones son nuestra única opción.Deje que los jóvenes escuchen:Alá, hónranos con el martirio(Shahada).Alá, danos el honor de ser parte de la procesión de los mártires”.

En la misma línea, y según recogía la organización Palestinian Media Watch el 13 de marzo de 2014, el alto funcionario palestino Abbas Zaki dijo (12/03/2014, televisión oficial de la AP) durante una entrevista:

Estos israelíes no tienen ninguna creencia ni principios. Son el instrumento avanzado del mal. Dicen, el Holocausto, y así sucesivamente – bien, ¿por qué nos hacen esto? Por lo tanto creo que Alá los reunirá para que podamos matarlos. Le estoy avisando al asesino de su muerte”.

La terrible lógica de Zaki y de la incitación al odio y la glorificación de la violencia palestinas en general:

A es el mal

Hay que erradicar al mal

Hay que erradicar a A

A, claro está, es siempre Israel.
El propio presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en su discursoen un evento de la Autoridad Palestina para celebrar la excarcelación por parte de Israel de 26 terroristas convictos (televisión oficial de la AP, 31 de diciembre de 2013), les dio la bienvenida a los terroristas y los llamó “héroes”:

“[La liberación de nuestros presos] es un día de alegría para nuestra nación, para nuestro pueblo, para nuestros heroicos prisioneros… Habrá más grupos de héroes que retornaran a nosotros… Ellos [los israelíes] pospusieron 24 horas la liberación de estos héroesnos congratulamos y los congratulamos por la [liberación] de estos héroes”.

Es decir, para Abbas, esos hombres merecían considerarse ilustres por sus hazañas:

La organización CiFWatch (29/12/2013), asociada a CAMERA, proporcionó una lista de los terroristas excarcelados y los crímenes que los condujeron a prisión. Algunos ellos son:

Yacoub Mohammed Ouda Ramadan (miembro del PFLP-GC) fue sentenciado a cadena perpetua por el asesinato de Sarah Sharon.

Abu-Alrub Mustafa Mahmoud Faisal fue sentenciado a dos cadenas perpetuas por el asesinato de Yoram Cohen y por golpear a Mohammed Kamil hasta la muerte. También fue encontrado culpable del homicidio de otros cuatro palestinos sospechosos de “colaboración”.

Damara Ibrahim Mustafa Bilal fue sentenciado a cadena perpetua por su participación en el asesinato de Frederick Rosenfeld.

La hazaña, el hecho señalado que encumbra a estos hombres en el panteón de los héroes, de los modelos a seguir por los jóvenes palestinos es, para Abbas, el asesinato de civiles israelíes.

Así y todo, una amplísima (y llamativa) mayoría de medios en español ha decidido que, para sus lectores, estos sucesos no existan. Ha decidido que sus lectores deben circular por unos ciertos trayectos de opinión: un parecer, como tantas veces, fundado en prejuicios, supuestos y falta de información; un parecer que nada tiene que ver con el conocimiento, con la razón y, que, aún así (o por ello mismo), se erige a sí misma en una “verdad” por “consenso”, por “mayoría”.

Pero el autor de comics David Stevens decía:

“Una mentira es una mentira, incluso si todo el mundo la cree. La verdad es la verdad, aunque nadie la crea”.

Y, podría añadirse, la verdad es la verdad aunque los medios de comunicación la oculten.

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