Un reciente teletipo de la agencia española EFE, ampliamente recogido por medios de todo el mundo como Univisión, se hacía eco de un informe publicado en el diario Haaretz que denunciaba que el 11% de las mujeres empleadas en Israel sufre acoso sexual en el trabajo
Además de tratar la cuestión del estudio, el artículo firmado por la periodista Ana Cárdenes añadía:
La difusión del informe coincide con el escándalo que ha producido la publicación en los últimos días de un caso de acoso sexual en la oficina del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Natan Eshel, jefe de la oficina del presidente del Gobierno, se ha visto obligado a tomarse un permiso laboral de diez días mientras es investigado por las acusaciones que hicieron contra él tres empleados de ese despacho gubernamental que afirman que acosó sexualmente a una empleada.
Sin embargo, el fiscal general de Israel, había decidido previamente, que no existen pruebas suficientes para abrir una investigación criminal, y dejaba de momento la investigación en un asunto a ser tratado internamente.
EFE tampoco explica en su teletipo que la supuesta victima se niega a denunciar a su supuesto acosador.
Por otra parte, la periodista da por probada la culpabilidad del sospechoso, al no escribir en ningún momento la palabra “supuesto”. Es posible que finalmente se demuestre que hubo acoso, pero hasta entonces es sólo “supuesto” acoso sexual.
Este ejemplode la agencia EFE no refleja el conflicto palestino-israelí, pero es una muestra del prejuicio y de los errores con los que se reflejan los temas que tienen su origen en la zona. En esta ocasión, para la periodista, el israelí es culpable más allá de lo que diga la justicia, y más allá de la presunción de inocencia.