Actores clave como los grupos Hamás o Yihad Islámica (que han reivindicado a una gran parte de las víctimas palestinas) tampoco aparecen en el relato. Por no aparecer, ni siquiera aparece la palabra “terrorismo” (salvo en una ocasión para desvirtuar la acusación).
Una vez más están los líderes palestinos en el turbio negocio de la sensiblería y la violencia asaltando, como con anterioridad, la valla de seguridad entre Israel y la Franja de Gaza. Los medios, por ahora, callan.
La utilización – usurpación y trivialización – de los términos “campo” y “refugiados” encaja la ‘narrativa’ que hace del victimismo su eje central: justificación de sus acciones y crucial herramienta propagandística
La “realidad” que presentan algunos medios, parafraseando a Jean Baudrillard (Simulacra and Simulation), devora el contenido de la realidad, así como a la propia comunicación que dicen ejercer
Se va convirtiendo en un lugar común el reproducir sin más lo que afirma una organización no gubernamental, un líder o, por ejemplo, una entidad; sin añadir la contraparte ni el valor añadido (y obligado) de la verificación, de la documentación, del entorno político, ideológico, histórico del suceso