Ayer mismo dábamos cuenta de una constante en el conflicto palestino-israelí: la magnificación del mismo. A fin de cuentas, si se pretende imponerlo en la agenda mediática por sobre todo lo demás, no queda más remedio que agrandar, exagerar; es decir, comenzar a mentir.
Cómo, sino, podría opacar (o igualar) a la cobertura de la brutal guerra en Siria, cuyas consecuencias ya se han derramado sobre Europa en forma de desesperada inmigración.
Así, entre ayer y hoy, varios medios en español (véase, por ejemplo, aquí, aquí y aquí) recogieron la notica de que la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo presentó un informe en el que asegura que “Gaza será inhabitable al final de la década (2020)”. Hipérboles aparte, según la cobertura mediática, dicho informe señalaba como causa de esa situación, al bloqueo (véase también aquí, aquí, aquí, aquí y aquí ) y las sucesivas guerras (guerras que, según la cobertura, no tienen causas: más de 11000 cohetes lanzados desde Gaza desde 2005 (250 cohetes en las tres semanas previas a la operación Margen Protector de 2014 – 450 desde principios de ese año).
Y, ¿qué será, entonces, de Siria para el 2020? ¿Y de Irak? ¿Y de Yemen?…
Lo que la cobertura de la noticia sobre el informe de la ONU olvidaba mencionar, es que precisamente, el bloqueo tiene como finalidad impedir que el grupo terrorista – detalle también escatimando en las coberturas – Hamas se arme (o que lo haga con material y teconología más avanzadas) con el fin de lanzar ataques masivos e indiscriminados con cohetes contra la población israelí. Las guerras mencionadas por el informe son la consecuencia directa de estas agresiones. Es decir, el grupo terrorista Hamas – así considerado por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros -, que controla la Franja y aboga por la destrucción de Israel, es el responsable de la situación que atraviesa su población. Pero Hamas, para los medios (y para la ONU) pasa a ser un mero nombre sin significado (a lo sumo, como uno de los “movimientos” palestinos); sin responsabilidad.
De hecho, el martes 1 de septiembre se produjo un hecho paradigmático que los medios olvidaron comentar: dos cohetes disparados desde Gaza hacia Israel fallaron y cayeron en el propio territorio controlado por Hamas. Uno de los cohetes impactó en una casa, y dejó heridos.
Es decir, el terrorismo que con sus ataques provoca el bloqueo y las respuestas defensivas, es decir, el sufrimiento del pueblo, también se lo provoca de manera más “directa”. Pero los medios (y, aparentemente la ONU), deciden limpiar el currículum de Hamas y otros grupos terroristas, para poder, de esa manera, señalar a Israel.
Precisamente, la ONU ha venido sobredimensionando la “cuestión palestina” desde sus mismos inicios (la agencia UNRWA es una evidencia incontestable de ello) en detrimento de urgencias humanitarias en otros conflictos. Y, claro está, financiándola.
Y los medios han seguido al organismo internacional (y a las organizaciones de activistas pro-palestinos y/o anti-israelíes) en esta magnificación sin precedentes de un conflicto.