“En contraste con los sistemas de seguridad en muchos países, incluso los occidentales, Israel nos permite un rápido acceso a altos cargos militares, a prisiones y otros servicios de seguridad. Tenemos un diálogo productivo, eficiente y profesional con ellos. Comprobamos en ellos la cuestión del abatimiento de perpetradores de ataques terroristas, y llegamos a la conclusión inequívoca de que no hay órdenes del Ejército israelí de disparar a matar a los sospechosos, como trataron de convencernos algunos elementos políticos. Las reglas [del Ejército israelí] de intervención [o enfrentamiento] no han cambiado, y se han vuelto más estrictas. Es cierto que existen dediciones erradas por parte de soldados individuales…”.
“La Cruz Roja estaba muy familiarizada con el régimen que prevaleció en Sudáfrica durante el período de apartheid, y le respondemos a todos aquellos que elevan la acusación de apartheid contra Israel: No, no hay apartheid aquí, ningún régimen de superioridad racial, de negación de los derechos humanos básicos a un grupo de personas debido a su supuesta inferioridad racial”.
Alto y claro.
Ni “apartheid” ni “ejecuciones extrajudiciales”: ¿Dónde está la cobertura?
Silencios. A ellos ya nos tienen harto acostumbrados los medios en español, cada vez que un hecho no se ajusta a la posibilidad de señalar a Israel como “la causa de todos los males”.
El hecho omitido en esta oportunidad:las declaraciones de Jacques De Maio, quien encabeza la delegación de la Cruz Roja Internacional en Israel y la Autoridad Palestina, recogidas elmiércoles 26 de abril de 2017 por el medioYnetnews.com.
¿Qué dijo?
Tanto, que los medios, lo callaron.
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