La agencia de noticias Europa Press titulaba el 12 de noviembre de 2012: Israel amenaza con endurecer su respuesta a Gaza. En las crónicas, al menos en el titular y los primeros párrafos, de alguna manera los medios suelen ingeniárselas para que Israel sea el que amenaza, el que ataca; el que, en definitiva, representa un impedimento para la paz en la zona.
En su primer párrafo, la agencia informaba:
El Gobierno de Israel ha amenazado con endurecer su respuesta después del lanzamiento de un nuevo cohete desde la Franja de Gaza contra una casa en la ciudad de Netivot, en el sur de Israel, que ha causado daños materiales pero no heridos y que ha sido reivindicado por la organización salafista radical, el Consejo de la Sura de los Muyahidín.
Por su parte, el Ejército de Israel informaba en su página web que:
Más de 140 cohetes han impactado en Israel desde el sábado. Tres casas en el sur de Israel han recibido impactos desde la tarde de ayer. [El sistema] Cúpula de Hierro ha interceptado dos cohetes esta mañana.
Con esta información a mano, la amenaza israelí toma otro cariz: una advertencia de aumentar la intensidad de la respuesta.
Pero la agencia iba más allá y aplicaba un rasero común para el agresor y el defensor:
El lanzamiento de este cohete se ha producido en medio de los enfrentamientos que mantienen desde hace tres días israelíes y palestinos y en los que han perdido la vida al menos seis palestinos, incluidos cuatro civiles, y cerca de 40 han resultado heridos. Ocho israelíes también han resultado heridos con motivo de los ataques fronterizos.
Además, en este caso sí dan números con exactitud, deslizando una cierta desproporción israelí que a fuerza de repetición ya no es necesario mencionar -. Pero la proporcionalidad no es comprendida, en general, por los periodistas y, así, se transmite de manera equivocada al público.
Rosalyn Higgins, ex presidenta de la Corte Internacional de Justicia señaló que la proporcionalidad:
… no puede estar en relación con una lesión específica previa – tiene que estar en relación con el objetivo general legítimo de poner fin a la agresión.
Los cohetes [de Hamas y los demás grupos terroristas] están diseñados exclusivamente para maximizar la muerte de civiles… Son disparados principalmente durante días con clases, durante el momento del día en que los niños llegan a sus clases.
Promover la idea de un cierto balance del enfrentamiento, termina por igualar a la víctima con el victimario, a un grupo (o grupos) terrorista con el Ejército de un país soberano en el ejercicio legítimo de la defensa de sus ciudadanos. Esta acción de nivelar a ambas partes lleva inevitablemente a una equiparación moral de un grupo terrorista que ataca indiscriminadamente a ancianos, niños, discapacitados y jóvenes; con un Ejército que intenta por todos los medios proteger a su propia población, evitando, a la vez, respuestas que puedan suponer bajas civiles en el lado palestino.
Ya hacia el final de la crónica, la agencia indica:
Este sábado, el lanzamiento de un misil palestino contra un jeep del Ejército israelí en la Franja de Gaza hirió a cuatro de sus tropas, lo cual fue el detonante para el comienzo de una serie de bombardeos por parte del Ejército en los que al menos cuatro civiles palestinos perdieron la vida.
Antes que nada, el jeep del ejército no estaba en la Franja de Gaza, sino en territorio israelí patrullando a lo largo de la zona fronteriza con el norte de la Franja. La diferencia es inmensa.
Por otra parte, si este fue el detonante de la respuesta israelí, ¿cómo es posible que recién aparezca esta información hacia el final de la crónica? El qué, al que debe responder el periodismo, ¿no está acaso estrechamente relacionado con el cómo y el por qué? Europa Press parece tener otras prioridades.
Unas prioridades que llevan a Europa Press a finalizar la información de la siguiente manera:
Desde ese momento, decenas de morteros y cohetes han sido lanzados contra Israel, por lo que el Estado hebreo ha respondido con ataques aéreos a lo largo de la Franja de Gaza. El sistema de defensa antimisiles israelí ha derribado, por el momento, un gran número de cohetes de largo alcance.
Es decir, que ese ataque por parte de un grupo terrorista palestino marcó el inicio de las hostilidades. ¿Y espera hasta el último párrafo para mencionarlo?
De esta manera, además, la agencia culmina el artículo sin poner un número concreto de misiles lanzados contra Israel, como si éste fuera incierto. Decenas pueden ser sólo 24. El Ejército de Israel, en su página web, informaba el 12 de noviembre de 2012, a las 12.56 de mediodía que 148 cohetes habían sido disparados contra Israel desde el sábado. Esto ya es una cosa bien distinta, y demuestra lo indiscriminado y masivo y de los ataques terroristas que Israel padece.