Con el anuncio por parte de Israel, de que planea proceder con la construcción en el Área E-1, al este de Jerusalén, volvieron a emerger antiguas falsedades. Así, el diario Haaretz informaba de que la construcción en E-1:
“… efectivamente dividirá en dos a Cisjordania y cortará la conexión física entre los territorios palestinos y Jerusalén”
Esta información se repetía en el diario El País que explicaba al respecto:
“[la construcción] en la llamada zona E-1, un espacio en territorio palestino ocupado (…) dividiría Cisjordania en dos mitades y por tanto impediría la creación de un Estado palestino.
De manera similar, el New York Times aseguraba:
“La construcción en E1, en el territorio cisjordano que Israel capturó en la guerra de 1967, conectará el gran asentamiento de Maale Adumim con Jerusalén, dividiendo a Cisjordania en dos. Las ciudades palestinas de Ramallah y Belén serán cortadas [aisladas] de la capital, haciendo que el estado palestino contiguo avalado por las Naciones Unidas la semana pasada sea virtualmente imposible.”
Entonces, ¿es cierto que la construcción en E-1 bisecará Cisjordania, y cortará la contigüidad palestina y separará las zonas palestinas de la ciudad de Jerusalén? La respuesta es no. Como CAMERA señaló en 2005 (The Contiguity Double Standard):
“La contigüidad palestina en Cisjordania no se vería más cortada con el llamado corredor E-1 de lo que lo sería la contigüidad israelí si Israel tuviese que retirarse a las fronteras anteriores a 1967, incluso con pequeñas modificaciones”.
Como CAMERA explicó con anterioridad:
“La ‘x’ negra marca la localización aproximada del nuevo barrio cercano a Ma’aleh Adumim. Al oeste de la ‘x’ se encuentra Jerusalén. La línea roja que rodea a la ‘x’ es la ruta planeada de la valla de seguridad, que rodeará a Ma’aleh Adumim y Jerusalén.
Aquellos que acusan que la construcción israelí en Ma’aleh Adumim corta la contigüidad norte-sur no tienen en cuenta el hecho de que las áreas controladas por los palestinos estarían conectados por el territorio al este de Ma’aleh Adumim (marcado en el mapa) que, en su punto más estrecho es de 15 km de ancho.
Además, Israel propone construir túneles o pasos elevados para evitar la necesidad de que los palestinos tengan que desviarse hacia el este a través del corredor.
Irónicamente, muchos de aquellos que abogan por una mayor contigüidad entre las zonas palestinas, al mismo tiempo promueven la retirada de Israel a las fronteras anteriores a 1967, que (incluso con modificaciones menores) confinaría a Israel a una mucho menor contigüidad territorial que la de Cisjordania. Como se muestra en el mapa de arriba, hay una porción de aproximadamente 15 kilómetros de ancho de tierra que separa la Línea Verde (y la Valla de seguridad) del Mar Mediterráneo (cerca de Herzliya). También se muestra la ruta tortuosa necesaria para viajar a través este pasillo entre el norte y el sur de Israel del (p.e. de Arad a Beit Shean.)”
Tampoco es verdad que la construcción cortaría las zonas palestinas de Jerusalén. El acceso a Jerusalén a través de Abu Dis, Eizariya, Hizma y Anata no se ve impedido por el barrio propuesto, y tampoco se vería impedido por una serie de barrios que unen a Ma’aleh Adumim con Jerusalén.