Eugenio García Gascón, corresponsal del diario Público en Israel, publicaba en su blog Balgan, el 13 de febrero de 2012 la entrada titulada Israel hoy en la que acusa a los diarios israelíes Yediot Ajronot y Maariv, de rondar la extrema derecha con el fin de competir con el popular Yisrael Hayom, que según el periodista es simplemente un elemento más al servicio de Netanyahu.
Cualquier conocedor de la realidad mediática israelí se habrá quedado, cuando menos, sorprendido al leer estas afirmaciones de García Gascón, ya que en Israel existen numerosos diarios, radios y televisiones que se pueden calificar de derechas, izquierda o centro. En la prensa no hay tabúes y las criticas más duras contra las políticas israelíes se leen precisamente en los diarios israelíes.
Pero da la sensación de que para este autor no existen matices ideológicos y cualquiera que no comparta sus ideas pasa a convertirse ante sus ojos en extrema derecha. Sin embargo, la realidad es bien distinta.
Afirmar que “Yediot y Maariv, se convierten en diarios que a menudo rondan la extrema derecha con el fin de competir con el popular Yisrael Hayom”, significa o bien estar mal informado, o bien tomar una opción ideológica en detrimento de la verdad.
Yair Lapid, Nahum Barnea, Ofer Shelaj por ejemplo son tres periodistas muy importantes que escriben para el Yediot y son considerados de centro o incluso de centroizquierda.
Yeonatan Gefen, famoso escritor de izquierdas que criticó con dureza y en portada la guerra contra Hamás en Gaza o contra Hezbollah en Libano, trabaja para el diario Maariv desde hace décadas.
Yediot y Maariv reprueban abiertamente de formacasi diaria al primer ministro Benjamin Netanyahu y no por que éste sea un adalid de la izquierda.
¿Eso es ser de extrema derecha?
¿O es simplemente una afirmaciónerronea para poder transmitir mejor la imagen preconcebida de un Israel fanatizado y extremista?