La agencia EFE parece haber dejado de lado su labor informativa para erigirse en acusación particular en el juicio a Israel.
El último ejemplo de esta tendencia aparecía el 27 de febrero de 2014 bajo el sonoro titular:
AI denuncia los abusos y matanzas de Israel contra los palestinos
En este artículo, la delegación en Londres de la agencia española, se hacía eco del último informe de Amnistía Internacional “Gatillo fácil: el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel en Cisjordania” y explicaba que:
Amnistía Internacional (AI) denunció hoy al Estado de Israel por el abuso de la fuerza y “cruel indiferencia hacia la vida humana” mostrada con la matanza de decenas de adultos y niños palestinos en Cisjordania en los últimos tres años.
Y las “decenas” son, efectivamente decenas, pero es además existe un numero más preciso: 45 personas en 3 años. Decir decenas da la idea de un número elevado, puesto que las decenas pueden ir hasta el infinito. Pero 45 es un número exacto, y es innecesario el uso de abstracciones que dan idea de número cuando no se tienen cifras exactas.
Es interesante también cómo la agencia minimiza el lanzamiento de piedras por parte de los palestinos al asegurar que los soldados dispararon a algunas personas que simplemente tiraban piedras (sic)
¿Simplemente? Seguramente esas piedras no le parecieran tan inofensivas a Asher Palmer y a su hijo Yonathan de un año, fallecidos por el lanzamientos de piedra contra el vehículo en el que viajaban.
Recordemos que según el ejército israelí, en los 9 primeros meses de 2011, hubo 3.484 ataques con piedras contra vehículos y contra soldados, un promedio de 387 veces al mes. Simplemente
Por otra parte, la agencia gubernamental española presenta los argumentos de la acusación, pero en ningún momento nos permite conocer qué alega el acusado en su defensa.
Porque Israel no calló ante el informe y emitió un comunicado del que sí se hicieron eco otros medios como El País, desde cuyas páginas, Carmen Rengel reportaba:
El Ejército de Israel ha emitido un comunicado oficial en respuesta al informe de Amnistía en el que denuncia que la organización “ignora por completo el aumento sustancial de la violencia palestina iniciada en el último año y muestra una falta total de comprensión en cuanto a los retos operativos a los que se enfrenta”. Sostiene que 2013 fue un año con un “fuerte incremento” de incidentes relacionados con el lanzamiento de piedras, “comprometiendo gravemente” a civiles y militares. 132 israelíes, informa la nota, resultaron heridos durante en este periodo, “casi el doble del año anterior”, en unos 5.000 sucesos, concentrados especialmente en las carreteras que llevan a las colonias. Detallan que también se registraron 66 “atentados terroristas”, desde tiroteos a uso de explosivos o ataques a soldados con armas blancas.
Insiste en que, “dentro de lo posible”, usan “métodos de dispersión de disturbios, incluyendo sirenas ruidosas, cañones de agua, granadas de sonido y gases lacrimógenos”. “Sólo una vez que estas herramientas se han agotado, y la vida humana y la seguridad siguen bajo amenaza, el uso de municiones de precisión es autorizado”, abunda.
Algo suficientemente relevante como para ser tenido en cuenta. A menos que el objetivo sea acusar.
De hecho, la acusación de este caso no solamente ha ignorado lo que la defensa tiene que alegar sino que además, su testigo de cargo ha sido presentado sin ninguna contextualización.
Por si alguien quiere tener un cuadro completo y no una visión tuerta habría que recordar que Amnistía Internacional ha sido acusada en varias ocasiones de tener una agenda anti-israeli.
“Las acusaciones de Amnistía Internacional son imprudentes, descaradamente tendenciosas, y reflejan la falta de una metodología creíble para determinar los hechos.
violación de su política de imparcialidad, emplea como investigadores, en su sección Israel, Territorios Palestinos Ocupados y Autoridad Palestina’, a dos activistas anti-israelíes con trayectorias bien documentadas de activismo radical en el contexto del conflicto árabe-israelí:Deborah HyamsySaleh Hijazi.
De hecho, NGO Monitor matiza:
Por el contrario, otros grupos de supervisión, tales como B’Tselem reconocen que la mayoría de las bajas palestinas se produjo durante combates o durante enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad israelíes. La falta contextualización esencial y el abuso del término “civiles” refuerzan aún más la falta de credibilidad.
EFE, por su parte, no tiene problema en hacerse eco del informe sin contextualizarlo y añadiendo su pequeño granito de arena empleando términos como matanza.
Pero es que EFE hace tiempo que ha decidido acusar.