Israel, siempre tan “malo”

Siguiendo una costumbre ampliamente difundida entre los medios cuando se trata de cubrir noticias relacionadas con Israel, el portal de internet del canal español Tele Cinco, no sólo no corroboró la información sino que elaboró una noticia en base a prejuicios y voluntarismos, en lugar de hacerlo en base a las declaraciones de quien se está citando.
En una crónica que el medio titulaba “Israel atacará posiciones de Hezbolá en zonas civiles aunque haya bajas”, se afirmaba que:
“El jefe de las Fuerzas Aéreas de Israel, Amir Eshel, ha acusado al partido-milicia chií Hezbolá de instalar ‘miles’ de sus bases en edificios residenciales y ha advertido de que el Ejército israelí no dudará en atacarlos en un eventual conflicto, incluso si supone la muerte de civiles. Las palabras de Eshel han sido interpretadas como parte de un esfuerzo por parte del Gobierno israelí de preparar a la opinión mundial de cara a unas posibles importantes bajas civiles en caso de que estalle un nuevo conflicto entre ambas partes”.

La noticia, o, más bien, la acusación, apareció inicialmente en una crónica de la agencia de noticias Reuters que era titulada “Esperando disuadir Hizbolá, Israel amenaza con civiles libaneses (Hoping to deter Hezbollah, Israel threatens Lebanese civilians)”; y que aseveraba que:

“Israel acusó a las guerrillas libanesas de Hezbolá, el miércoles, de poner ‘miles’ de bases en edificios residenciales y dijo que destruiría estos edificios en un futuro conflicto, incluso a costa de vidas civiles.

La amenaza inusualmente explícita de parte del jefe la Fuerza Aérea, el General Amir Eshel, parecía ser parte de un esfuerzo de funcionarios israelíes para preparar a la opinión mundial para un alto número de víctimas civiles en cualquier nuevo enfrentamiento con Hezbollah en el Líbano”.

Ahora bien, cuando la agencia citaba textualmente al General Eshel – porción que Tele Cinco le hurtó a los lectores -, no había amenaza alguna:

“‘Tendremos que lidiar agresivamente con miles de bases de Hezbolá que amenazan al Estado de Israel y principalmente a nuestro interior’, dijo Eshel en un discurso, mencionando a Beirut, el valle de Bekaa y el sur del Líbano entre las ubicaciones de las bases”.

Es más, por si la agencia quería contradecirse aún más, reproducía más declaraciones de Eshel:

Arriba y debajo [de edificios residenciales] viven civiles – contra los que no tenemos nada – que son una suerte de escudo humano. […] Y allí es donde se desarrollará la guerra. Allí es donde tendremos que combatir para detenerlo [a Hizbolá] y vencer. Quien se quede en dichas bases simplemente será impactado y pondrá en riesgo su vida”.

¿Amenaza?

¿O la simple constatación de un hecho terrible?: Hizbolá utiliza, según explicaba el propio Eshel, “residencias civiles como silos de misiles o depósitos de armas”.

Máxime, cuando Luis Moreno-Ocampo, Fiscal jefe de la Corte Penal internacional, apunta que el derecho humanitario internacional y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional:

“…permiten a los beligerantes llevar a cabo ataques proporcionados contra objetivos militares, incluso cuando se sabe que habrá bajas o heridos civiles”.

El ataque deviene crimen de guerra cuando se dirige intencionadamente contra los civiles: lo que Hizbolá hizo en la última guerra contra Israel, sin ir más lejos, y que ni Reuters ni Tele Cinco son capaces de recordar, ocupados como están en impulsar una imagen particular de Israel. Véase aquí o aquí.
Barrio residencial de Haifa atacado por Hizbolá en 2006 (Fuente: YouTube)
Asimismo, la prohibición de la utilización de escudos humanos en las Convenciones de Ginebra, el Protocolo Adicional I y el Estatuto de la Corte Penal Internacional está planteada en términos de la utilización de la presencia (o movimientos) de civiles u otras personas para otorgarle a ciertos puntos o zonas (o fuerzas militares) una protección o inmunidad frente a operaciones militares.
Pero este hecho también es pasado por alto, como si no tuviera absolutamente nada que ver con el tema del que se está informando.
Por otra parte, Israel responderá a un eventual ataque de Hizbolá centrándose en las lanzaderas de misiles y sus depósitos de armas del grupo terrorista libanés, objetivos militares válidos en un conflicto armado. El hecho de que dichos objetivos hayan sido colocados entre la población civil es responsabilidad de Hizbolá.

Finalmente, Tele Cinco, además, de denominar a Hizbolá como “partido-milicia”, cuando la Unión Europea ha declarado (julio de 2013) a la “milicia” o “brazo armado” como grupo terrorista, también decidía cambiarle la capital al Estado Judío. Total, ¿qué importa una mancha más al tigre?:

“El martes, el ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, afirmó que Hezbolá posee alrededor de 100.000 misiles y cohetes, lo que implicaría 30.000 más de los reconocidos por Tel Aviv en su balance de 2013.”

¿Cuántos habrá reconocido Haifa? ¿Y Ra’anana?

El asiento del gobierno israelí está en Jerusalén. Ergo, Jerusalén es la capital de Israel. El resto es retórica ideológica sin fundamento.

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