Carmen Rengel, corresponsal del medio de comunicación español Intereconomía publica un artículo titulado: Si los judíos quieren respeto, deben respetar a los cristianos de Israel’.
En el artículo, la periodista se hace eco de unas declaraciones del custodio de Tierra Santa, el franciscano Pierbattista Pizzaballa, quien hace un tiempo declaró que los cristianos en Israel no corren riesgo físico alguno.
Sin embargo, tras el ataque que sufrió el monasterio de Latrún, que fue pintado y vandalizado por un grupo de extremistas, Pizzaballa apuntó a toda la sociedad judía, como irrespetuosa y xenófoba. En lugar de poner en contexto esas declaraciones, la periodista Rengel las subraya y apuntala.
Pizaballa Sostiene que cuando un judío oye la palabra cristiano piensa en Holocausto e Inquisición. No es una minoría, sino una actitud de toda la sociedad, publica Intereconomía.
Carmen Rengel, la corresponsal del medio, cita una encuesta del Instituto Smith que señala que el 46% de los judíos de Israel desconoce que Jerusalén es una ciudad santa para la Cristiandad, con el objetivo de apuntalar las declaraciones del custodio. Pero omite mencionar otras encuestas más recientes, como la elaborada por el Public Religion Research Institute de Estados Unidos, que, en su encuesta Jewish Values in 2012, afirma que el 72% de los judíos encuestados afirma tener placer en recibir a los extraños o extranjeros, mientras que para el 55% es muy importante ver a todas las personas como hechas a imagen y semejanza de Dios, lo que demuestra una gran apertura de los judíos creyentes y no creyentes hacia lo no judío.
Por otra parte, según la National Jewish Population Survey, el 47% de los matrimonios judíos celebrados desde 1996 en Estados Unidos son mixtos, lo que significa la unión entre un cónyuge judío y uno no judío. Mientras que en Rusia la cifra es similar. Estos datos no coinciden con la visión de una sociedad judía xenófoba, como intenta demostrar Carmen Rengel de Intereconomía.
Ignoran la repulsa israelí al ataque
Llama la atención que Carmen Rengel ni siquiera mencione que el propio primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, condenó de forma muy profunda el acto vandálico en Latrún, que calificó como un acto criminal y aseguró que sus responsables deben de ser severamente castigados. La periodista tampoco reprodujo las declaraciones del ministro de la Defensa israelí, Ehud Barak, quien calificó lo ocurrido de terrorismo y declaró: debemos luchar con puño de hierro y poner fin a este grave fenómeno que ensucia el nombre del estado de Israel“.
Una de sus quejas es que las autoridades apenas censuran estos casos, afirma Rengel en referencia a declaraciones de Pizaballa. Sin embargo, las declaraciones de los principales líderes israelíes, particularmente duras, demuestra lo contrario.
Para la reportera de Intereconomía, las declaraciones del primer ministro y del ministro de Defensa no parecen ser dignas de mención, a pesar de que demuestran la opinión de la mayoría de los israelíes y judíos, que no deben ser tomados por radicales, como sugiere el custodio Pizaballa y el artículo de Intereconomía.
Los cristianos en Medio Oriente
Por otra parte, hay que destacar que los cristianos son constantemente atacados e incluso masacrados en otros países de la región diferentes a Israel, como Irak, Pakistán, Nigeria o Egipto, en donde los ataques a las comunidades cristianas, como los coptos en el país del Nilo, no sólo son masivos, sino mortales. Y sin embargo, Intereconomía no menciona nada de eso, por el contrario, destaca:
Su mayor miedo es que la identidad cristiana de Tierra Santa está en peligro, dolorida ya por el exilio de palestinos cristianos, la falta de oportunidades y el ostracismo. Hay unos 200.000 fieles, el 2% de la población; hace 50 años llegaban al 20%. Nos toleran apenas, somos vecinos prescindibles, dice el hermano Rafael, de la Comunidad de las Bienaventuranzas, que aplaude la valentía de Pizzaballa.
Pero fue el propio Pizaballa quien, tiempo atrás, declaró que los cristianos en Israel no corren riesgo físico alguno. Mientras que el padre Diego Sánchez, vicerrector del Seminario Redentoris Mater, en Galilea, afirmaba que «Israel es de los países más seguros, en comparación con otros», según declaraciones recogidas por Israel en Línea.
Además, estudios como el elaborado por la ONG francesa Puertas Abiertas, que estudian el estado de persecución de los cristianos en el mundo, ni siquiera incluye a Israel en su listado, aunque los territorios palestinos sí ocupan un lugar en el ránking. Además, la oficina de estadísticas de Israel señaló en un estudio que la población cristiana en Tierra Santa creció de 120 mil a 150 mil personas entre 1995 y 2007, lo que transforma al Estado judío en el único país de Medio Oriente en donde esa comunidad ha crecido en lugar de disminuir. Pero estos datos son totalmente irrelevantes para la nota publicada por Intereconomía.
Palestinos, la realidad ignorada
Sobre los palestinos, el custodio Pizaballa afirma: Lo normal es que nos respeten.
Sin embargo, algunos de los cristianos que viven en Cisjordania y Gaza no opinan lo mismo, sobre todo por la educación jihadista que reciben los niños en las escuelas gobernadas por la Autoridad Nacional Palestina y Hamás, los ataques contra iglesias en esos territorios, que se multiplican cada día, o los ataques a personas y cementerios cristianos, como prueban algunos reportajes e investigaciones especializadas sobre el tema.
De hecho, respecto a la situación en los Territorios Palestinos, Tamar Sternthal, directora de la oficina en Israel de CAMERA, escribía que líderes cristianos se han quejado de la intimidación de sus comunidades, basándose en un informe de una organización cristiana afincada en los territorios palestinos que asegura que al menos 93 incidentes contra su comunidad han ocurrido al amparo de las autoridades palestinas.
El único matiz del artículo de Rengel hacia la generalización del supuesto odio judío hacia los cristianos llega nada menos que en la última frase del texto y se le atribuye al monseñor Twal, del Patriarcado Latino, quien declara: Algunos rabinos nos han arropado, están las palabras del Gobierno, pero no basta.
El artículo de Intereconomía presenta una lectura sesgada, que representa a los judíos y a los israelíes como intolerantes y xenófobos, al igual que presenta un panorama casi idílico con los palestinos, a pesar de que los estudios sobre persecución de los cristianos muestran una realidad muy diferente.