Se señalaba, asimismo, que la organización indagó “en varios casos en los que un total de 606 palestinos murieron en sucesos investigados por trabajadores de campo. Apunta que la mayor parte de los fallecidos no tomaron parte en los combates y que más del 70% tenían menos de 18 años, o más de 60 o eran mujeres”.
B’Tselem
Justamente, según la organización israelí NGO Monitor, B’Tselemya “se ha enfrentado a serias críticasdebido sus tergiversaciones del derecho internacional, la inexactitudde sus investigacionesy sus estadísticas sesgadas”. Además, y a modo de ejemplo de posicionamiento y sesgo, un artículo de 2011 de CAMERA, apuntaba que en enero de 2007 B’Tselem lanzó su proyecto de video, distribuyendo más de 100 cámaras a palestinos con el fin de documentar cualquier material para incriminar a los soldados, policías y “colonos”. Pero los llamados “periodistas ciudadanos”, al parecer, están ramificando su actividad hacia las producciones escenificadas. CAMERAha detallado a lo largo de los años (tal como puede verse en su página web realizando una búsqueda de los artículos en los que se menciona a la ONG) los elementos, las acciones que llevan a concluir que B’Tselem tiene sesgo anti-israelí.
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NGO Monitor es una ONG israelí con sede en Jerusalén que según explica en su web, “provee información y análisis, promueve la rendición de cuentas y apoya el debate sobre los informes y las actividades de las ONG que afirman promover los derechos humanos y programas humanitarios”.
En tanto, en un artículo del Times of Israelse sostenía que la organización “informa sobre las actividades de grupos de extrema izquierda”.
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Manifestaba NGO Monitor – acerca del informe de B’Tselem:
“La publicación de B’ Tselem sigue a aquellas de Amnistía Internacional, Médicos por los Derechos Humanos-Israel y otras investigaciones de ONG, contribuyendo a la campaña que rodea al Consejo de Derechos Humanos…, así como a los esfuerzos de la Autoridad Palestina centrados en la Corte Penal Internacional.
‘Una vez más, y pese a las circunstancias y las pruebas disponibles, B’Tselem ha retorcido los hechos con el fin de declarar culpable a Israel’, dijo Anne Herzberg, asesora legal de NGO Monitor. ‘Contrario a tales afirmaciones, Hamas es moral y legalmente responsable de las muertes de civiles en Gaza: Hamas sistemáticamente realiza operaciones militares desde dentro de áreas civiles y almacena sus cohetes en escuelas, mezquitas y casas particulares’”.
En este sentido, uno de los artículos publicados en la prensa en español señalaba que:
“Betselem subraya que el grupo islamista Hamás en Gaza también vulneró el derecho internacional, en particular la obligación de distinguir entre objetivos civiles y militares. Pero abunda en que este hecho no exime a Israel de respetar la legislación internacional”.
Se daba asípor válida la aseveración de la ONG, sin ahondar en lo que realmente indica el Derecho Internacional.
Pero, B’Tselem no sólo restó responsabilidad a Hamas y a los otros grupos terroristas, de los casos que presentaba en su informe, sino que omitió el carácter sistemático del uso de instalaciones y zonas civiles por parte de Hamas.
De hecho, el periodista Ron Ben Yishai del Yediot Achronot, explicaba (20/07/2014) que:
“Otro de los motivos [para la batalla en este barrio] es que Shejaiyya es, en efecto, un complejo militar preparado para la lucha, que se ha colocado en el corazón de la población civil. Todos los activos que son importantes para las organizaciones terroristas están allí: talleres de soldadura para la fabricación de cohetes, laboratorios de explosivos, depósitos de cohetes, lanzaderas de cohetes ocultas, los centros de mando y un sistema de túneles que permite a los terroristas moverse rápidamente entre las instalaciones sin tener que preocuparse por ser alcanzados desde el aire. También hay entradas a los túneles que llevan a Israel”.
El Dr. Barry A. Feinstein, en un ensayo (Legal Implications of Operation Cast Lead, Part 2) publicado por The Internet Journal of Rutgers School of Law, aclaraba que la obligación de prevenir bajas colaterales civiles bajo el derecho internacional consuetudinario recae principalmente en el lado del defensor (o atacado), ya que los civiles comúnmente están bajo el control de dicha parte – es decir, que el atacante no puede controlar sus movimientos o localización y usualmente desconoce su localización exacta.
A su vez, el ex Fiscal jefe de la Corte Penal internacional Luis Moreno-Ocampo, explicaba que el derecho humanitario internacional y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional:
“…permiten a los beligerantes llevar a cabo ataques proporcionados contra objetivos militares, incluso cuando se sabe que habrá bajas o heridos civiles”.
Y Feinstein explicaba que:
“Un objetivo militar puede ser atacado más allá de dónde esté localizado. No sólo la presencia civil no le dará inmunidad a un objetivo militar de sufrir operaciones militares, sino que de hecho se considera un crimen de guerra utilizar la presencia de civiles para lograr dicho objetivo”.
Por su parte, el Gatestone Institute indicaba que Dr. Françoise Hampton – de la Universidad de Essex, en el Reino Unido – escribió sobre el concepto de “necesidad militar”:
“La necesidad militar es un concepto legal utilizado en el Derecho Internacional Humanitario como parte de la justificación legal para ataques de objetivos militares legítimos que pueden tener consecuencias adversas, incluso terribles, para los civiles y para los bienes civiles. Esto significa que las fuerzas militares, al planificar las acciones militares, están autorizadas a tener en cuenta los requisitos prácticas de la situación militar en cualquier momento y los imperativos de ganar.
Lo que constituye un objetivo militar cambiará durante el transcurso de un conflicto. Al destruirse algunos objetivos militares, el enemigo va a utilizar otras instalaciones con el mismo fin, lo que hace que sean objetivos militares y su ataque justificable bajo la necesidad militar”.
En tanto, el comunicado emitido por NGO Monitor sostenía que:
“Las afirmaciones de B’Tselem respecto del Derecho Internacional están marcadas por las distorsiones y grandes omisiones. Falla de manera notable a la hora de señalar que la presencia de civiles no hace que objetivos militares sean inmunes a un ataque. B’Tselem tampoco explica por qué los ataques a combatientes o centros de comando de Hamas no ‘ayudar eficazmente a los esfuerzos militares’ o ‘proporcionan una ventaja militar’ a Israel”.
A todo esto, según informó el 6 de noviembre de 2014 la agencia de noticias Reuters:
“El oficial militar estadounidense de más alto rango [el General del Ejército, Martin Dempsey] dijo el jueves que Israel hizo ‘esfuerzos extraordinarios’ para limitar las bajas civiles en la reciente guerra en Gaza y que el Pentágono había enviado un equipo para ver qué lecciones podían aprenderse de la operación”.
Aseveración calificada por partida doble: puesto que se trata de un militar que sabe sobre el tema, y que habla desde el conocimiento directo, ya que un equipo estadounidense estudió los métodos empleados por las Fuerzas de Defensa de Israel de primera mano.
Además, el General agregó algo que B’Tselem ignoró por completo:
“En esta clase de conflictos uno se ve sometido a un estándar al que el enemigo no está sometido, uno será criticado por las bajas civiles”.
Precisamente, Denis MacEoin, ex profesor universitario de Estudios Arábigos e Islámicos indicaba en un artículo publicado por el Gatestone Institute que:
“La mayor parte de la gente sabe y acepta que los grupos islamistas como al-Qaeda, Estado Islámico [IS, Da’ish, ISIS], Hizbalá o Hamas, son considerados terrorista porque no se rigen en términos del derecho internacional o local… [y, además], no reconocen en absoluto el derecho internacional”.
En este sentido, el artículo 13 de la Carta Fundacional de Hamas decreta:
“Las iniciativas, y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales, están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica. El insulto a cualquier parte de Palestina es insulto dirigido contra una parte de la religión. El nacionalismo del Movimiento de Resistencia Islámica forma parte de su religión. Sus miembros se han nutrido de eso. Para izar el estandarte de Alá sobre su patria combaten.
… el Movimiento de Resistencia Islámica no considera que tales conferencias sean capaces de satisfacer las demandas, restaurar los derechos ni hacer justicia a los oprimidos. Esas conferencias sólo son maneras de instalar a los infieles en la tierra de los musulmanes en calidad de árbitros.
No hay solución para la cuestión palestina si no es a través de la Yihad. Las iniciativas, las propuestas y las conferencias internacionales son todas una pérdida de tiempo y empresas vanas. El pueblo palestino hace bien en no consentir que se juegue con su futuro, sus derechos y su destino.”
Pero B’Tselem no tuvo en cuenta esta relevante cuestión.
1.
“B’Tselem no tiene manera de saber en cuántos casos, durante los combates, los militares atacaron casas simplemente debido a quién vivía en ellas, y en cuántos atacó hogares por otras razones, como que servían para ocultar armas. Además, B’Tselem no tiene manera de saber el número de casos en los cuales, cuando el ejército atacó una casa debido a la identidad de sus ocupantes, la casa estaba vacía al momento del ataque, y en cuántos casos la causa se colapsó con sus ocupantes aún en su interior…
La proporcionalidad del ataque se mide por el daño proyectado que causará a los civiles y la ventaja militar que otorgará, en lugar de los daños que efectivamente cause. Se deduce que la respuesta a la pregunta de si los militares cumplen con el principio de proporcionalidad depende de la información que tenían al iniciar el ataque, que requieren el examen de cuestiones tales como: ¿Qué ventaja militar esperaba el ejército obtener en cada uno de los ataques? ¿Qué información tenían quienes ordenaron el ataque – o deberían haber tenido – con respecto a la presencia de civiles en el lugar del ataque? ¿Podría haberse obtenido esta ventaja militar por otros medios? Los militares se abstienen de dar al público las respuestas a estas preguntas. Por lo tanto, en la mayoría de los casos, B’Tselem no puede saber qué consideraciones sustentaron los ataques. Algunas de las investigaciones de B’Tselem condujeron a conjeturas sobre las razones de un ataque a una casa de concreto…
Sin embargo, en ausencia de una declaración oficial de los militares, B’Tselem no puede determinar con la certeza por qué una casa dada fue atacada, si entraba en la definición de un objetivo legítimo y, de ser así, si el ataque se puede considerar proporcionado”.
¿Realmente cree la ONG que un ejército (cualquiera) haría pública qué información tenía – más allá de indicar si había presencia de combatientes, puestos de mando, lanzaderas, arsenales, etc. – para llevar a cabo un ataque; revelando, de esa manera – mucha probablemente – sus fuentes de inteligencia?
Pero, más allá de esto, lo que se trasluce es que las conclusiones (la “acusación”) de B’Tselem no pasa de ser una conjetura basada en la incertidumbre… Es decir, en darle más valor a los testimonios que a las explicaciones sucintas de los militares.
De hecho, el comunicado de NGO Monitor expresaba:
“… al igual que en el pasado, esta publicación es incapaz de presentar evidencia definitiva que justifique las denuncias. En efecto, es evidente que B’Tselem, como otras ONG politizadas, carece de la información necesaria, incluyendo inteligencia militar y decisiones de mando. B’Tselem también carecía de acceso directo a Gaza, presentando en su lugar ‘testimonios’ no comprobables de supuestas víctimas y testigos en territorio controlado por Hamas, mezclado con otros datos que se originaron con el Ministerio de Salud de Hamas en Gaza”.
Una curiosidad en La Vanguardia
El diario español reproducíaun artículo de la agencia Associated Press que difería de otros medios que publicaron el mismo artículo en un punto relevante. Por ejemplo, en la versión del texto de AP que aparecía en el Nuevo Herald se indicaba, al final, que:
Si bien no explicaba nada, y quedaba como una generalidad más bien abstracta, el lector que llegara al final de la crónica podía verse animado a profundizar en un análisis. El mismo día, sin embargo, La Vanguardia publicaba otro artículoen el que daba cuenta de un comunicado del ejército israelí en el que aseguraba que sus blancos fueron objetivos militares, y donde sí reproducía lo que “expertos en derecho internacional dicen que un número elevado de muertes entre civiles”. Pero, si bien repetía las acusaciones de B’Tselem (algo que ya había publicado en la crónica ya mencionada y en otramás del mismo día), obviaba la crítica de NGO Monitor, así como ahondar en lo que dice el derecho internacional respecto de las responsabilidades de las muertes de civiles, lo que constituye un objetivo militar; así como también en el historial de inexactitudes de B’Tselem.
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Respecto de la metodología de la investigación, la ONG no aclara cuál es, pero es pronto evidente que se basa en testimonios recogidos por vía telefónica (Iyad Hadad) o recogidos por Muhammad Sabah, Khaled al‐Azayzeh y Muhammad Sa’id.
Pero, ¿bastan los testimonios para sacar unas conclusiones que llevan a una acusación tan seria?
Donatella Rovera – quien lidera, ni más ni menos, las investigaciones de campo de Amnistía Internacinal – señalaba en un artículo (Challenges of monitoring, reporting, and fact-finding during and after armed conflict) publicado el 28 de abril de 2014 por el portal Professionals in Humanitarian Assistance and Protection, que:
“El miedo puede conducir a víctimas y testigos a ocultar pruebas o a dar cuenta de manera deliberadamente errónea de los incidentes. En Gaza, recibí información parcial o inexacta de parte de familiares de civiles muertos por accidente en explosiones accidentales o por los cohetes lanzados por grupos armados palestinos hacia Israel que habían fallado y de civiles muertos por ataques israelíes cerca de las posiciones de los grupos armados palestinos. Enfrentados con otras evidencias obtenidas por separado, algunos dijeron que temían las represalias de los grupos armados.”
Una variable que B’Tselem no tuvo en cuenta.
Por su parte, el Dr. Fabián Mensías Pavón, profesor de Psicología Jurídica de la Universidad Central del Ecuador, apuntaba (Definición de testimonio y testigo):
“La Prueba Testimonial durante mucho tiempo ha sido considerada como inexacta y en muchos casos falsa, ya que es muy difícil que todos los testigos declaren la verdad de lo presenciado y mucho más la verdad de lo sucedido. Entonces la disyuntiva nace en que el testigo es un aporte a muchos de los elementos que nacen del supuesto delito pero no puede aclarar todos…”.
Y Marcelo A. Sancinetti, profesor de Derecho Penal y Procesal Penal de la Universidad de Buenos Aires, en tanto, en su ensayo Testigo único y principio de la duda advertía que:
“…la conclusión de que una condena basada en un testimonio único –y muy especialmente si el testigo es el acusador del proceso– nunca tendría una base objetivamente suficiente como para alcanzar una “certeza personal”, que no sea por vía de un “pálpito” o “corazonada”. Carecería de sentido la exigencia de un tribunal imparcial, si éste pudiera basar su sentencia condenatoria, exclusivamente, en los dichos de un testigo absolutamente parcial”.
Y aquí surge otro de los aspectos llamativos del informe de B’Tselem. O, más bien, una pregunta perentoria: ¿de dónde surgen las cifras de bajas que proporciona la ONG? ¿De los testimonios?
El informe de B’Tselem decía que aún “está investigando (¿Metodología? ¿Qué porcentaje de las víctimas se ha analizado hasta el momento?) quiénes de entre las víctimas eran combatientes”, y afirmaba que ya “puede estimar, con un alto grado de probabilidad que el 70% de las mismas no tomó parte en las hostilidades, según el siguiente desglose:
93 niños bajo los 5 años, incluyendo a 13 bajo el año de edad
129 niños de entre 5 y 14 años
42 adolescentes de entre 14 y 18 años
135 mujeres de entre 18 y 60 años
37 hombres y mujeres mayores de 60 años”.
¿Cómo puede afirmar tal porcentaje y tales cifras?
Si estos son los datos que arroja el meticuloso análisis del Centro Meir Amit, ¿cómo es posible tal divergencia en el ratio de víctimas no involucradas en los combates?