La incapacidad o la falta de voluntad de identificar correctamente a una de las partes del conflicto árabe-israelí sirve para ofrecer una imagen del mismo a la medida de, precisamente, ese mismo actor.
La agencia de noticias española Europa Press ejemplificaba esto en una crónica del 25 de diciembre de 2023 (Yahya Sinwar, en su primer discurso desde el 7 de octubre: “Es una batalla feroz, violenta y sin precedentes”), donde presentaba a Sinwar como “el líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la Franja de Gaza”, y decía que “Sinwar ha recalcado que la milicia palestina está en vías de conseguir la victoria y superar a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)”.
En el último párrafo podía leerse recién un higienizado “Hamás lanzó el 7 de octubre una serie de ataques sin precedentes contra territorio israelí, dejando un balance de casi 1.200 muertos y otros 240 rehenes”.
Resistencia. Milicia. Que lanzó una serie de ataques contra el territorio israelí… Los asesinados israelíes, son apenas un “balance”; como los secuestrados.
Poco más. O, nada más, realmente.
Si uno quita los nombres propios, y le dicen que se refiere a la resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial, lo creería fácilmente.
Pero no es ni se parece a una resistencias. Entonces pues, ¿quién es ese líder del grupo terrorista genocida Hamás?
De acuerdo con la agencia de noticias Associated Press (22/11/2023), Sinwar fue detenido por Israel a finales de la década de 1980, y admitió en un interrogatorio haber matado a 12 presuntos colaboradores. Finalmente fue condenado a cuatro cadenas perpetuas por delitos que incluían el secuestro y asesinato de dos soldados israelíes.
Mientras cumplía su condena, Sinwar sobrevivió en 2008 a un cáncer cerebral agresivo luego de recibir tratamiento en un hospital de Tel Aviv.
Por su parte, la agencia de noticias Reuters (6/12/2023) recordaba que “el año pasado, Yahya Sinwar dijo en un mitin en Gaza que Hamás desplegaría combatientes y cohetes en un feroz ataque contra Israel… ‘Iremos a por vosotros, si Dios quiere, en un diluvio rugiente. Iremos a por vosotros con interminables cohetes, iremos a por vosotros en una avalancha ilimitada de soldados, iremos a por vosotros con millones de los nuestros, como la marea que se repite’, dijo durante su discurso del 14 de diciembre”.
Las declaraciones de Sinwar, lejos de ser mero material para consumo de las masas, retratan cabalmente al ominoso personaje y, con él, el objetivo genocida de Hamás. En CAMERA Español se han ofrecido con anterioridad varias de las manifestaciones del líder terrorista.
Por ejemplo, en mayo de 2018, durante una entrevista televisiva lanzaba manifestó su desprecio por la vida de sus propios conciudadanos como si fuera un motivo de orgullo:
“Cuando decidimos embarcarnos en estas marchas [contra la valla fronteriza con Israel], decidimos convertir lo que nos es más querido – los cuerpos de nuestras mujeres y niños- en un muro de contención que impida la deriva muchos árabes hacia la normalización de los lazos con [Israel]”.
Otra vez ahora, sobre la superficie, dándole una cobertura mediática y terrible, a su atrincheramiento en costosos túneles, su población convertida en “muro de contención”. Y tantos medios obedeciendo esa estrategia brutal, obscena.
Pero, siguiendo con los dichos de Siwnar, en el transcurso de una arenga a principios de abril de 2018 – desde el lugar de las mal llamadas “protestas” -, afirmó que los palestinos “no pueden entregar ni un centímetro de Palestina”, que, reiteró que incluía todo Israel, y dijo:
“Derribaremos la frontera y les arrancaremos [a los israelíes] los corazones de sus cuerpos”.
En 2021, Sinwar, luego de agradecerles a la cadena catarí Al-Jazeera (porque “ha sido el mejor púlpito para dar la voz precisa a nuestra posición” – algo que vuelve a repetir en 2023) y a Irán (por la financiación, las armas y el asesoramiento), se jactó de que Hamás cuenta con 500 kilómetros de túneles y de que, para ellos, “disparar una andanada de 250 cohetes a Tel Aviv es más fácil que [beber agua]”. Disparar y esconderse bajo la población civil, le faltó explicitar.
El Middle East Media Research Institute (MEMRI) publicaba un informe el 22 de diciembre de 2023 en el que publicaba declaraciones de Sinwar a modo, ciertamente, de truculenta autobiografía ideológica. En resumen:
“Profanaremos sinagogas en todo el mundo si Al-Aqsa es profanada; Israel quiere una guerra religiosa – aceptamos el desafío; esto abrasará la Tierra, cambiará el planeta; los palestinos deben llevar a cabo ataques de lobo solitario; los árabe-israelíes deben preparar sus armas, cuchillas, hachas, cuchillos”. (30 de abril de 2022)
“Tenemos 10.000 personas que buscan el ‘martirio’ en Israel; nuestra capacidad de misiles sigue intacta y puede alcanzar Tel Aviv con una salva de 250 cohetes; tenemos 500 km de túneles en la Franja de Gaza”. (26 de mayo de 2021)
“Pisotearemos las cabezas de los judíos, pavimentaremos el camino de la liberación con las partes de sus cuerpos”. (24 de mayo de 2021)
“Gaza sólo dará a Israel fuego, martirio, muerte y Matanzas”. (16 de noviembre de 2018)
Es una Perogrullada que no se puede informar sin informar. Pero esa obviedad se le escapa a más de un medio. Una cosa es dar una serie de cifras sin contexto, de declaraciones incompletas, de mezquinas definiciones y silencios varios como si se facilitara un todo; y otra bien distinta es proporcionarle al lector, si no todos, sí aquellos elementos relevantes – desprovistos de ideología, interés, posicionamiento – que permitan comenzar a comprender un asunto dado.