Por ejemplo, ¿qué habría sucedido si una niña palestina de tres años hubiese (condicional) fallecido a causa del impacto de un cohete o misil israelí en Gaza?
La respuesta es más bien simple, porque la conjetura se basa en datos de la realidad pasada:
La Razón de Bolivia, con información de la agencia de noticias española EFE en diciembre de 2013: Una niña muerta y tres heridos en ataques aéreos israelíes en Gaza
20 Minutos, de España, diciembre de 2013, también con información de EFE: Una niña muerta y tres heridos tras los ataques aéreos de Israel en la franja de Gaza Lo propio hacia el Diario de Navarra, también de España.
El diario español El País, también se hacía eco del mismo suceso: Tres muertos en una escalada de violencia en el conflicto entre israelíes y palestinos; y destacaba que “Una niña de tres años fallece en un bombardeo de Israel sobre la franja de Gaza”
En tanto que el diario ABC, de España, también reproducía la crónica de EFE: Un bombardeo israelí contra bases de Hamas mata a una niña palestina
No hay nada de sorprendente en esto.
Lo extraño no es que los medios informen sobre este hecho (por el contrario, es parte del deber profesional), lo insólito es que haya que comenzar un artículo de análisis sobre la cobertura de los medios con una pregunta condicional.
¿Y por qué hubimos que hacerlo?
Porque casi siete meses después de aquel suceso, uno muy similar tuvo lugar en el mismo lugar: en Gaza.
La agencia de noticias española EFE, cuya crónica fue tan reproducida en diciembre de 2013 dio cuenta del incidente también esta vez (25 de junio de 2014)
“Una niña palestina de 3 años murió esta madrugada por un cohete disparado desde Gaza que no alcanzó territorio israelí e impactó en una vivienda del norte de la Franja, informaron fuentes sanitarias palestinas.
[…]Además, otras cinco personas pertenecientes a la misma familia sufrieron lesiones de diversa consideración por la caída del proyectil en una vivienda de esa localidad.
El cohete fue uno de los cinco disparados anoche por milicias palestinas en Gaza, dos de los cuales fueron interceptados en pleno vuelo por el sistema ‘Cúpula de Hierro’, una batería desplegada por el Ejército israelí en la zona”.
Pero esta vez, los medios antes mencionados, no se abocaron a reproducir la información que facilitaba la agencia de noticias.
¿Por qué?
¿Porque el cohete había sido disparado desde Gaza? ¿Porque, entonces, esa muerte no sirve para señalar a Israel?
Otro medio que sí dio cuenta de asesinato de la niña palestina fue el diario español El Mundo (25 de junio de 2014):
“Una niña palestina de tres años ha muerto por el impacto en su casa de un proyectil que las milicias de Gaza dispararon anoche contra el sur de Israel. El cohete no alcanzó -como apuntaron- la zona israelí de Hof Ashkelón, sino una vivienda en Beit Lahia (norte de la Franja),provocando la muerte de Jun Al Danaf y heridas de diversa consideración a cinco familiares.Un niño está siendo tratado de sus graves heridas en el Hospital Shifa de la ciudad de Gaza”.
“El portavoz del Ministerio de Sanidad gazací, Ashraf al Qidra, ha indicado que una niña palestina ha muerto y que tres de sus familiares han resultado heridos a causa de una explosión en la localidad de Beit Lahiya, según ha informado la agencia palestina de noticias Maan. Los residentes de la zona han indicado que el suceso podría haber sido causado por un proyectil casero”.
El condicional. La duda. Lo nebuloso. La suspicacia. La mentira.
Euronews daba un paso más y oscurecía lo evidente aún más:
“Se multiplican las operaciones israelíes en los territorios palestinos. Esta madrugada el ejército ha bombardeado varios puntos de Gaza en represalia por un lanzamiento previo de cohetes. Una niña palestina ha fallecido, aunque no está claro si por fuego israelí o por la explosión de uno de dichos cohetes que erró su objetivo”.