En años recientes, informes de prensa han culpado a Israel de desaguar agua de acuíferos palestinos injusta e ilegalmente, lo que permite que los israelíes disfruten prados verdes, carros limpios y piscinas llenas, mientras dejan a los palestinos con apenas suficiente agua para beber. Por esto, el New York Times reportó el año pasado que:
En Cisjordania, la asignación de agua es un juego en que ninguno de los participantes puede ganar, y los palestinos consideran que la escasez local es una consecuencia directa e injusta de los recursos que se dan a las comunidades judías. Con sus pastos irrigados y piscinas comunitarias, los 160.000 colonos disfrutan de la misma vida suburbana que los israelíes de otros sitios. (15 de julio de 2000)
Este artículo de Times de 1203 palabras citó numerosos detractores de Israel, tanto israelíes como palestinos, pero no citó a un solo funcionario israelí o a un experto en aguas independiente. En una narración similar la Radio Pública Nacional reportó que Israel:
viola la ley internacional [por] servirse la mayor parte del agua que corre bajo las tierras palestinas el israelí promedio consume aproximadamente seis veces más agua que el palestino promedio Funcionarios israelíes dicen que su política consiste en asegurarse que los israelíes reciban suficiente agua para vivir adecuadamente y desarrollarse económicamente. Estos funcionarios dicen que resulta desafortunado que no haya suficiente agua sobrante para los palestinos. (27 de julio de 1999)
Piscinas palestinas en Cisjordania, que pareciera que los
periodistas occidentales nunca notan. |
A pesar de estos reportes y otros similares de la BBC, la AP, etc., los hechos muestran una historia diferente. Entre otras cosas, los palestinos tienen sus propias piscinas. Por otra parte, Israel nunca se ha servido de agua que se encuentra por debajo de tierras palestinas. Israel obtiene aproximadamente el 50 por ciento de su agua a partir del Mar de Galilea y el Acuífero Costero; ambos están totalmente dentro de los límites de Israel anteriores a 1967. Otro 30 por ciento proviene de Acuíferos Occidentales y del Nordeste, del sistema de Acuíferos de la Montaña. Estos acuíferos cabalgan sobre la Línea Verde que separa a Israel de Cisjordania, pero la mayor parte del agua almacenada está bajo el territorio de Israel anterior a 1967, lo que hace que sea fácilmente accesible sólo en Israel.
Por esto, aún en los años 50, Israel utilizó el 95 por ciento del agua del Acuífero Occidental y el 82 por ciento procedente del Acuífero Nororiental. Actualmente, la proporción de Israel de estos acuíferos ha disminuido a 83 y 80 por ciento respectivamente. A saber, bajo la administración israelí directa, ciertamente, la parte de estos acuíferos perteneciente a los palestinos ha aumentado.
Además, cada año más de 40 Mm3 (millones de metros cúbicos) de agua de fuentes que están dentro de Israel se canalizan sobre la Línea Verde para el uso de los palestinos en Cisjordania. Por ejemplo, Ramalá, recibe más de 5 Mm3. Israel envía otros 4 Mm3 que están sobre su límite para que los utilicen los palestinos en Gaza. Por lo tanto, son los palestinos quienes utilizan el agua israelí.
Y no sólo los palestinos. A pesar de su propio abastecimiento exiguo, Israel proporciona 600.000 m3 de agua a otras aldeas secas en el Sur de Líbano, y proporciona más de 55 Mm3 anualmente a Jordania. Quizás ningún otro país del mundo que enfrenta faltantes de agua severos, como le sucede a Israel, ha compartido tanta agua con sus vecinos.
Un vistazo fáctico a los problemas de agua del Medio Oriente
1. Las fuentes de agua de Israel
Israel tiene 3 fuentes principales de agua: el Mar de Galilea (lago Kineret), el Acuífero Costero y los Acuíferos Occidental y Septentrional del así llamado Acuífero de Montaña. En un año normal estas fuentes en conjunto tienen un rendimiento anual de aproximadamente 1350 Mm3 (extracciones mayores, aunque posibles, resultan perjudiciales). (Nurit Kliot, Los recursos de agua y el conflicto en el Medio Oriente, p. 234) Desafortunadamente, la región ha experimentado una serie de años secos y tanto el abastecimiento como la utilización del agua han disminuido dramáticamente. Las cifras del abastecimiento y la utilización del agua que se dan a continuación son para años promedio, en lugar de estas condiciones de sequía.
El Acuífero de Galilea y el Acuífero Costero están completamente dentro de los límites de Israel anteriores a 1967, y los residentes judíos los desarrollaron y utilizaron aún durante el período del Mandato Británico (es decir, mucho antes de 1948). Por lo tanto, las acusaciones de que Israel utiliza agua palestina se basan en los Acuíferos Occidental y Septentrional, que cabalgan sobre el límite entre Israel y Cisjordania anterior a 1967.
· El Acuífero Occidental
El Acuífero Occidental, con un rendimiento anual seguro de aproximadamente 360 Mm3, se alimenta de lluvia que cae en las pendientes de las montañas occidentales de Cisjordania, Judea y Samaria. El agua se filtra a través de la roca porosa superficial hacia el acuífero que está bastante por debajo de la superficie, y luego fluye y desciende naturalmente hacia el litoral israelí. Debido a que obstáculos hidrológicos naturales impiden que el agua alcance la costa, esta agua emerge en manantiales naturales que están casi en su totalidad en Israel. (Jehoshua Schwarz, Recursos de agua en Judea, Samaria y la Franja de Gaza, en Judea, Samaria y Gaza, ed. Daniel Elazar, 1982; Eyal Benvenisti y Haim Gvirtzman, Aprovecharse de la ley internacional para determinar los derechos del agua israelí-palestina: El Acuífero de la Montaña en Natural Resources Journal, V. 33, Verano 1993)
La mayoría de los manantiales del Acuífero Occidental están en Israel y fueron desarrollados por Israel
Los principales puntos de distribución del Acuífero Occidental son los manantiales de Rosh-Ha’ayin cerca de Petah Tikva en el centro de Israel, y los manantiales de Tananim en Israel septentrional, cerca de Hadera. Con un rendimiento anual de más de 300 Mm3, estos manantiales no se utilizaron por milenios. Su emanación descontrolada creó grandes pantanos que los pioneros sionistas drenaron a comienzos del siglo, permitiendo así que finalmente el agua fluyera y se aprovechara. (Schwarz, p. 91). Esto es especialmente importante, porque bajo la ley internacional respecto al desarrollo de fuentes de agua, el hecho de ser los primeros en utilizarla y su utilización constante, son elementos claves para establecer derechos sobre el agua.
Ya en los años 50 Israel utilizaba el 95% del agua del Acuífero Occidental
El agua del Acuífero Occidental es fácilmente accesible solamente donde el área de almacenamiento del acuífero se aproxima a la superficie, y casi la totalidad de esta región accesible se encuentra dentro de Israel. Como consecuencia, para los años 50 Israel estaba utilizando aproximadamente el 95% del agua del acuífero, el resto lo utilizaban los campesinos árabes en los pueblos de Calquilia y Tulkarem de Cisjordania, a través de manantiales y pozos. El agua del acuífero era accesible en estos pueblos debido a que se encuentran literalmente a sólo algunos metros del límite de Israel anterior a 1967. (Benvenisti y Gvirtzman, p. 557-8)
Por lo tanto, las aseveraciones de que al adquirir control sobre Cisjordania en 1967 Israel se ha permitido utilizar “aguas palestinas” del Acuífero Occidental son completamente engañosas.
· El Acuífero Septentrional
El Acuífero Septentrional (Nablus-Gilboa), con un rendimiento anual seguro de 140 Mm3, se alimenta de lluvia que cae sobre las pendientes de las Montañas de Samaria. La mayor parte de la zona de captación está en Cisjordania; pero, de nuevo, la mayor parte del agua proveniente de pozos y manantiales emerge en el Israel anterior a 1967. (Benvenisti y Gvirtzman, p. 559)
Los manantiales del Acuífero Septentrional
Los principales manantiales que emergen en Israel a partir del Acuífero Septentrional son los Acuíferos del Valle de Gilboa y Bet- Shean, que antes de empezar a bombear el agua tenían un rendimiento anual de 110 Mm3. Actualmente, el abastecimiento en Israel proveniente de este acuífero no ha cambiado, pero los manantiales contribuyen sólo 10 Mm3 y el bombeo representa el resto.
Los manantiales que emergen en Cisjordania son los Manantiales de Wadi Farih, cerca de Nablus, con un rendimiento anual de 18 Mm3, y varios manantiales menores con un rendimiento anual aproximado de 7 Mm3. Estos se han utilizado por campesinos árabes principalmente para la irrigación. Antes de 1967 Israel utilizaba 82% del agua del Acuífero Septentrional y los palestinos utilizaban 18%. (Benvenisti y Gvirtzman, p. 559)
2. Utilización actual de las aguas
Actualmente se extrae un promedio de 360 Mm3 anuales del Acuífero Septentrional; con 340 Mm3 que se extraen dentro de Israel y 20 Mm3 que extraen los palestinos en Cisjordania. (Benvenisti y Gvirtzman, p. 558). Sin embargo, no toda el agua que se extrae dentro de Israel se utiliza dentro de Israel; sobre la Línea Verde se bombean más de 40 Mm3 para el uso de los palestinos (Haim Gvirtzman, comunicación privada, 8 de diciembre de 1998). Por lo tanto, la proporción de agua del Acuífero Occidental de Israel, que era de 95% antes de 1967, ha disminuido a 83%, mientras que la proporción palestina del agua del acuífero se ha incrementado significativamente.
De forma similar, se extrae un promedio de 128 Mm3 anualmente del Acuífero Septentrional, con 103 Mm3 que se utilizan dentro de Israel, a partir de fuentes israelíes, y 25 Mm3 que utilizan los palestinos en Cisjordania y que abastecen principalmente el áreas de Jenin. Por lo tanto la proporción de agua del Acuífero Septentrional de Israel, que era de 82% antes de 1967, ha disminuido a 80%. Es decir, desde 1967 la proporción de agua del Acuífero Septentrional utilizada por los palestinos se ha incrementado.
3. El agua doméstica para los palestinos de Cisjordania se ha incrementado en al menos 640%.
En el período que va desde 1967 a 1995, los palestinos de Cisjordania incrementaron su utilización de agua doméstica en 640%, desde 5.4 Mm3 a 40 Mm3 (Judea, Samaria y el Distrito de Gaza; un sondeo de 16 años, 1967 a 1983, Israel, Ministerio de Defensa; Arnon Soffer, El conflicto israelí palestino por los recursos del agua, Palestine-Israel Journal, Volumen 5, No. 1, 1998). A título de comparación, en el mismo período de 28 años, la utilización doméstica israelí se incrementó en sólo 142% (Resumen estadístico de Israel, 1996, V. 47)
Este enorme salto en el consumo palestino fue posible sólo porque Israel perforó o permitió la perforación de más de 50 pozos para la población palestina, colocó cientos de kilómetros de cañerías principales nuevas y conectó cientos de aldeas y pueblos palestinos al sistema de agua recién construido (Antecedentes históricos: Agua, Israel y el Medio Oriente, Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel 1991; Marcia Drezon-Tepler, Aguas controvertidas y las posibilidades de paz entre árabes e israelíes, Vol. 30. No. 2, abril de 1994)
Fuentes palestinas confirman esta situación a grandes rasgos. Por ejemplo, Taher Nassereddin, director general del Departamento de Agua de Cisjordania, ha dicho que:
El consumo [palestino] para propósitos domésticos se ha incrementado como resultado del crecimiento de la población y que no hubo restricciones severas para perforar nuevos pozos para estos propósitos. (Taher Nassereddin, Responsabilidad administrativa y legal del suministro de agua doméstica a los palestinos en Administración conjunta de acuíferos compartidos, 1997)
Sin embargo, es importante tener en cuenta que por razones políticas algunas aldeas y ciudades palestinas rehusaron conectarse al nuevo sistema de agua y, por lo tanto, puede que no tengan un abastecimiento confiable de agua actualmente. Por esto, como se reporta en Audubon Magazine, la ciudad de Marda en Cisjordania:
… al igual que muchas aldeas y ciudades de Cisjordania, se rehusó a conectarse a sistema de agua israelí a principios de los años 80, cuando los funcionarios israelíes les ofrecieron la oportunidad. Los políticos sentían que hacerlo legitimaría la ocupación israelí. Aún las aldeas que sí se conectaron, se negaron a pagarle al fondo de agua israelí que subsidia los costos del sistema. Como resultado, los palestinos pagan actualmente por el agua tres veces más de lo que pagan los israelíes. (Bruce Stutz, Agua y paz, Audubon, septiembre de 1994)
4. La ley internacional y los recursos del agua compartidos
Muchos reportes de los medios de comunicación han aceptado, sin cuestionar nada, las acusaciones palestinas de que las políticas de agua israelíes violan la ley internacional. Por esto, el reporte del 27 de julio de 1999 de la NPR aseveró que Israel está violando la ley internacional [por] servirse de la mayor parte del agua que corre por debajo de tierras palestinas.
Estas acusaciones son infundadas. Las normas legales relevantes son las Normas de Helsinki (1966), que se complementan con las Normas de Seúl (1986), las cuales, de acuerdo con una autoridad relevante, se pueden resumir así:
- Las condiciones humanas, es decir, las necesidades reales de las comunidades que dependen de las aguas, tienen preferencia sobre las propiedades naturales que existan en la cuenca.
- Dentro de las condiciones humanas, se da prioridad a los usos pasados y existentes, a expensas de los usos potenciales. (Eyal Benvenisti, La ley internacional y el Acuífero de la Montaña, en agua y paz en el Medio Oriente, Jad Isaac e Hillel Shuval, eds., 1994, énfasis añadido)
Por lo tanto, el hecho de que Israel haya usado estos recursos de agua primero y de forma constante se justifica por las directrices legales internacionales que son generalmente aceptadas. Es interesante tener en cuenta que Egipto ha invocado estas mismas directrices con respecto a las aguas del Nilo (Egipto está en cauce descendente con relación a Etiopía, Sudán, Kenya y una serie de otros países africanos), así como también las invocaron Irak y Siria con respecto a las aguas del Tigris y el Éufrates (Irak y Siria están en cauce descendente con relación a Turquía; y también las invocó Jordania con respecto a las aguas del Yarmuk (Jordania está en cauce descendente con relación a Siria). (Arnon Sofer, Ríos de fuego: El conflicto por el agua en el Medio Oriente, Rowman y Littlefield, 1999)
También en Estados Unidos, por ejemplo, es interesante que la jurisprudencia relevante se asemeja a estas directrices internacionales. En Colorado vs. Nuevo México, 459 US 176 (1982) y Colorado vs. Nuevo México, 467 US 310 (1984), la Corte Suprema sostuvo que Colorado no podía utilizar el agua del Río Vermejo, a pesar de que el río se origina en Colorado antes de fluir hacia Nuevo México. La opinión legal se basó en el hecho de que los usuarios agrícolas e industriales de Nuevo México utilizaron el agua del río previamente, lo que les daba el derecho de continuar utilizando el recurso de forma exclusiva.