Es dable pensar que si uno va a argumentar a favor de una tesis, ha tenido en cuenta todos aquellos factores que la invalidan o la pueden invalidar, y en consecuencia, ha encontrado los elementos fácticos que la sostienen.
Por ello llama poderosamente la atención el artículo de opinión de Ian Lustick que publicó Clarín el 20 de octubre de 2013, en el Lustick comenzaba su argumentación simplificando hasta el absurdo “las tres últimas décadas están sembradas de proyectos de negociaciones fallidos”, dejando de lado los hechos centrales que echan luz sobre por qué esas negociaciones han fracasado.