Así, sin advertirle al lector quién es la fuente unilateral del lector, y cuáles son sus posicionamientos políticos e ideológicos respecto del conflicto, tomó por buena la información y la reprodujo como si fuera un hecho verificado:
A. a Rajbi es un niño palestino de 12 años, discapacitado, no puede hablar. Los soldados israelíes le esposan, le vendan los ojos, le golpean y le meten en un coche mientras son jaleados por los colonos que presencian la escena. Le acusan de haber lanzado piedras contra un coche patrulla en Hebrón.
Los hechos han sido denunciados por Btselem, una organización israelí de defensa de derechos humanos, que informan de que el chaval estuvo retenido durante más de 15 minutos hasta que su padre convenció a los agentes de su discapacidad.
Un día antes, el diario Jerusalem Post matizaba la información de la siguiente manera:
B’Tselem, que dijo que el menor es discapacitado y no puede hablar, afirmó que fue retenido en el jeep durante unos 15 minutos hasta que su padre convenció a los soldados para que lo liberaran.
En respuesta a las imágenes publicadas, las FDI dijeron que fueron llamados a la zona para arrestar a dos lanzadores de piedras. Las fuerzas que llegaron apresaron a dos palestinos lanzando piedras contra el asentamiento judío cercano, dijo el ejército. Las FDI dijeron que arrestaron y encarcelaron un lanzador de piedras adulto que estaba en libertad condicional y que el segundo individuo, el joven visto en el video, fue liberado unos minutos después ser arrestado.
Las FDI dijeron que investigarían el incidente.
Ya lo sabe señor lector: cabréese, indígnese
Y, para conducir al lector al cabreo, a la indignación, hay que adoptar una posición clara, que desprecia la versión israelí, y que maximiza la posición ideológica palestina.
¿Por qué habrá judíos en Hebrón, una las ciudades sagradas para su fe (la tumba de los Patriarcas es un lugar de oración)? ¿Son extraños en la misma? ¿O su presencia se remonta en la historia?
Es la ciudad en la que, como señala el Huffington Post, en 1996 Baruch Goldstein [que fue encarcelado, y que no es glorificado por el gobierno israelí] , que vivía en la colonia de Kiryat Arba, entró disfrazado de soldado en la mezquita y disparó contra los fieles que oraban, matando a 29 de ellos. También es la ciudad en la que, como no indicaba el diario, tuvo lugar la masacre de judíos de 1929 67 judíos asesinados.