En un segmento televisivo del noticiero de la BBC News del 11 de mayo de 2023 se abordaba la sesión de emergencia que celebrará el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para tratar el conflicto en Sudán, del que se han informado sobre “violaciones generalizadas de los derechos humanos” por ambas partes. Entre dichas violaciones se ha mencionado el bombardeo indiscriminado contra civiles, ataques, saqueos y ocupación de hospitales; e informes sobre violencia sexual.
La sesión, decía el ente británico, fue convocada por el Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Noruega, “pero varios países africanos no están tan entusiasmados”. La corresponsal Barbara Plett-Usher señalaba que la iniciativa “no es muy popular entre otros miembros [del Consejo de Derechos Humanos], como los Estados africanos, “a los que generalmente no les gusta tener este tipo de debates sobre un país en concreto porque sienten que se les está señalando con el dedo”.
Muchos, si no todos, esos países que se encuentran incómodos con lo que puede resultar un señalamiento no tienen ningún problema con la acusación normativizada contra Israel – convertido en un ítem permanente – en el mencionado Consejo de las Naciones Unidas donde tienen asiento algunos de los regímenes con peores historiales de violaciones de derechos humanos.
A la BBC, por lo pronto, se le pasaba por alto el escandaloso hecho.
La hipocresía reina entre los mediocres y los proselistas como el tuerto entre los ciegos. La moral es una palabra sin contenido: puro continente para atrapar adeptos, crédulos, despistados.