En su artículo del 4 de setiembre, Hamás anuncia una ofensiva de atentados contra Israel desde Jerusalén, el corresponsal de El País, Enric González, remarca la reacción de Hamas, Hezbollah y el presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad ante el prospecto de paz entre palestinos e israelíes.
Hamás, Hezbolá y el Gobierno iraní, patrocinador de ambos movimientos islamistas, atacaron ayer las negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina. Hamás congregó a 12 de los grupos armados que conviven en Gaza y anunció que en adelante coordinarían sus fuerzas para responder con violencia a las negociaciones: “No permitiremos que ese proceso prospere”, dijo Abu Obeida, portavoz de las Brigadas Al Qassam, el principal de los brazos armados de Hamás.
Claramente, que el proceso prospere atenta contra la supervivencia de las organizaciones terroristas Hamas y Hezbollah, cuya función central es la de fomentar el odio y derramar la sangre de aquellos que quieren vivir y prosperar en paz. Igualmente, el presidente iraní quiere avanzar su agenda de preeminencia en la región basada en la inestabilidad generalizada y la dependencia en el poderío de su país.
Escribe González:
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, llamó igualmente a los palestinos a proseguir la resistencia contra Israel y afirmó que las negociaciones entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, estaban “condenadas” de antemano. “¿Qué tienen que negociar? ¿A quién representan? ¿De qué van a hablar? ¿Quién les ha dado el derecho de vender un pedazo de la tierra palestina? La gente de Palestina y la gente de la región no les permitirán vender al enemigo ni una pulgada de territorio palestino”, dijo Ahmadineyad en Teherán.
El presidente iraní acusó a Israel de ser “un invento occidental” para la promoción del colonialismo y el materialismo y a los sionistas de ser “grupos de racistas hipócritas”.