En un artículo titulado NYT retracts claims that E-1 construction plans would divide West Bank, el diario Haaretz daba cuenta, el 16 de diciembre de 2012, de la corrección efectuada por el diario The New York Times en lo referente a los planes de construcción israelíes en la denominada zona E1.
La nota, firmada por Chaim Levinson, comenzaba informando:
Después que el New York Times arremetiera en su editorial contra Israel en lo referente a sus planes de construcción en la llamada área E1, el periódico emitió una corrección la mañana del domingo, manifestando que la expansión no cortaría [la conexión de] Ramala y Belén con Jerusalén, ni que dividiría a Cisjordania.
En el artículo titulado Dividing the West Bank and Deepening a Rift, publicado el 1 de diciembre, señala Levinson, el jefe de la oficina de Jerusalén del New York Times, Jodi Rudoren, aseguró que los planes de construcción harían imposible el viaje entre Ramala y Belén y que, en efecto, cortaría Cisjordania en dos.
La nota de corrección del periódico del domingo clarifica:
El artículo acerca de la decisión de Israel de avanzar con la planificación y zonificación de los asentamientos en la zona al este de Jerusalén, conocida como E1, describe imprecisamente el efecto de tal proyecto en el acceso a las ciudades de Ramala y Belén desde Jerusalén, y sobre Cisjordania. La urbanización de E1 limitaría el acceso a Ramala y a Belén, dejando estrechos corredores lejos de la Ciudad Vieja y del centro de Jerusalén; no cortaría completamente [la conexión] de dichas ciudades con Jerusalén. También crearía un gran bloque de asentamientos en el centro de Cisjordania, pero no dividiría a Cisjordania en dos.
Y debido a un error de edición, el artículo hacía una referencia incompleta a la posibilidad de un Estado palestino contiguo. Los críticos ven a la zona E1 como una amenaza significativa a la contigüidad de ese estado porque dejaría algunas áreas palestinas conectadas por carreteras con pocas salidas o con rodeos; el proyecto propuesto no haría, técnicamente, imposible la creación de un estado palestino contiguo.
La realidad
Ricki Hollander y Gilead Ini, analistas de CAMERA, detallaron con precisión los puntos sobresalientes del impactode la posible construcción en la zona E1 (Media Embrace E1 Falsehoods):
1. La acusación de la contigüidad
La contigüidad palestina en Cisjordania no sería cortada por la construcción en el corredor E1. ElAmerican Heritage Dictionarydefine contiguo como continuo sin ruptura o como conexión continua. Con respecto a Israel y Cisjordania, el concepto y la interpretación de contigüidad se comprende mejor examinando un mapa del área.En el mapa de arriba, una flecha señala una marca azul indicando la posición aproximada del corredor E1 propuesto entre Jerusalén y Ma’aleh Adumim. Este corredor está ubicado dentro de la ruta propuesta para la valla de seguridad que rodea Ma’aleh Adumim y Jerusalén (indicada con una línea rosada y morada). La línea morada muestra la sección de la valla de seguridad ya construida, y la rosada, la sección que aún no se ha construido y que está sujeta a revisión. La construcción de hogares tendría lugar en una reducida subsección de E1.La línea verde indica la ruta entre las ciudades del norte y del sur de Cisjordania que están fuera de E1 y el territorio que podría ser abarcado por la valla de seguridad propuesta. Aquellos que sostienen que la construcción israelí al oeste de Ma’aleh Adumim corta la contigüidad [Cisjordania] norte-sur, hacen caso omiso al hecho de que el norte y el sur de Cisjordania están conectadas por territorio al este de Ma’aleh Adumim (señalado en el mapa) que, en su punto más estrecho es de unos 15 kilómetros de ancho.
La línea roja indica la tortuosa ruta que hay que seguir entre el norte y el sur de Israel (por ejemplo, desde Arad hasta Afula) en las fronteras anteriores a 1967. La estrecha franja de tierra que separa la Línea Verde (y la valla de seguridad) del Mediterráneo tiene también unos 15 kilómetros en su punto más angosto y se extiende una distancia mucho mayor que en el caso de la estrecha franja de territorio en Cisjordania.
E1 dentro de la posible ruta de la valla de seguridadLa construcción de hogares en el área E1 por parte de Israel, no implica que las rutas estarán necesariamente cerradas para el tráfico palestino, o que otras rutas directas no pueden ser construidas. Una de esas rutas directas para los palestinos ya ha sido construida y podría ser abierta al tráfico si las preocupaciones en lo referente a seguridad requieren un cambio en los actuales patrones de tráfico. De hecho, enterrada al final de uno de los artículos delNew York Times, donde predominan las alegaciones sobre la división de Cisjordania y la no-contigüidad de un estado palestino, hay una descripción de una ruta como las descritas, lista para su uso en cuanto sea necesario:
A pocos kilómetros de distancia, en E1, ya existe una ruta así, construida en 2007, sus carriles separados por una pared de concreto diseñado para parecer piedra de Jerusalén. Un lado, destinado para los israelíes, tendría salidas hacia Maale Adumim y a varias partes de Jerusalén. El otro, para palestinos, tendría menos rampas de salida pero ofrece un camino de Ramala a Belén para responder a las críticas sobre la contigüidad. (Dividing the West Bank, And Deepening a Rift, 2 de diciembre de 2012)
Por otra parte, si no se construye en el corredor E1, la ciudad israelí de Ma’aleh Adumim -que casi todos concuerdan será anexada (incluso anteriores negociadores de paz) se convertiría en una isla, sin conexión terrestre con el resto de Israel. A los críticos de Israel, sin embargo, esa contigüidad con Israel es innecesaria, indeseable.
Bajo un acuerdo final, ni Israel ni un Estado Palestina deberían verse perjudicados por largos y tortuosos paseos entre ciudades. Ambos podrían tener acceso directo a sus ciudades mediante acuerdos de carreteras y accesos decididos entre ambas partes.
2. Los palestinos no se verían separados de Jerusalén Este
El acceso de los palestinos a Jerusalén no depende del corredor E1. El área reducida [E1] está al este de Jerusalén. Hay otras vías más directas para acceder a la ciudad, sujetas al acuerdo final del estatus de Jerusalén. Belén, por ejemplo, está al sur de la ciudad, y Ramala al norte. Los viajeros de ambas ciudades que quisieran acceder a Jerusalén a través del corredor E1 estarían tomando una ruta mucho más indirecta.