Israel debe hacer su parte en este esfuerzo internacional. Debería sentarse con Abbas para evaluar formas y medio de ayudar a estos refugiados, algunos de los cuales están relacionados, muy de cerca en algunos casos, con árabes en Israel.
Entre otras cosas, Israel podría ofrecerle a Abbas la posibilidad de absorber algunos de los refugiados en la Autoridad Palestina, sufragar algunos de los costos involucrados y proporcionar servicios médicos para aquellos que logren venir. Las consideraciones políticas y conflictos con la Autoridad Palestina deben dejarse a un lado en este momento. Esta es una tarea humanitaria de primer orden que Israel no puede eludir.
El colaborador de Haaretz, Oudeh Basharat se hacía eco hoy [por el día 13 de abril de 2015] del sentir de que Israel debe hacer un esfuerzo para ayudar a los palestinos de Yarmuk (¿Por qué Israel no ayuda a los palestinos en Yarmuk?):
¿Por qué Israel no coordina con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y con el liderazgo árabe israelí para absorber a los refugiados de Yarmuk en los territorios controlados por la Autoridad Palestina y entre los árabe israelíes, como fue sugerido por el editorial de Haaretz el jueves? (Ayuden a los refugiados de Yarmuk, 9 de abril)
En lugar de correr hasta el fin del mundo para mostrar la bonita cara de Israel, extiendan su mano a su vecino. Aprendan algo de Jordania, un país que no tiene obligaciones morales ni políticas con Siria, y aun así ya ha absorbido a más de un millón de refugiados de allí.
El presidente palestino Mahmoud Abbas dijo que le solicitó al jefe de la ONU, Ban Ki-moon, el mes pasado que buscara permiso israelí para traer a los palestinos atrapados en la guerra civil de Siria a su patria. La semana pasada, dijo que Israel acordó permitir la entrada a 150.000 refugiados palestinos desde Siria a Cisjordania y Gaza, en tanto renunciaran al derecho de retorno a lo que ahora es Israel. Abbas dijo que él se negó.
Mohammed Daraghmeh, de Associated Press, informó el 10 de enero de 2013 que:
Abbas dijo que le comunicaron a Ban que Israel aceptó el regreso de esos refugiados a Gaza y Cisjordania, pero con la condición de que cada refugiado firmara una declaración diciendo que no tenía derecho de retorno (a Israel).
Así que lo rechazamos y dijimos que es mejor que mueran en Siria a que renuncien a su derecho de retorno‘, le dijo al grupo [de periodistas] Abbas. Algunos de sus comentarios fueron publicados el jueves por el sitio web palestino Sama.
¿No tiene el Haaretz ni una sola palabra para el deseo de muerte de Abbas para su propia gente, cuya entrada a Cisjordania y Gaza él ha rechazado? ¿O acaso toda su indignación moral sobre el bienestar de los refugiados de Yarmuk se agotó exhortando a Israel para que ponga de lado la política para intentar ayudar a los refugiados, a la vez que ignoraba que Israel había intentado hacer precisamente eso?