Ante la más reciente ola (porque ha habido varias, con diversas metodologías de acción) de ataques y atentados palestinos contra israelíes (contra judíos, más precisamente; pues es su religión la que los convierte en objetivos), los medios han procedido de maneraa exonerar a los perpetradores.
Una fórmula repetida, para alcanzar dicho fin, es la siguiente:
Desde el inicio de la ola de violencia, en el mes de octubre, en Palestina han muerto 174 palestinos y 28 israelíes (20minutos.es; 14/02/2016)
Esta pretendida lógica presupone – y pretende instalar la idea de – que todo muerto (palestino) es una víctima (de Israel):
Palestino muerto = vícitma
Palestino agresor/asesino muerto = víctima
Así,
víctima palestina = víctima israelí (de ataque palestino)
Todos víctimas, ningún agresor, y el número de los palestinos víctimas es mayor que el de las israelíes; ergo: Israel es responsable o, directamente, es el agresor.
Así, en definitiva, los agresores palestinos se convierten en las víctimas de su propio atentado…
La falacia es evidente. Y, aun así, los medios insisten. Porque no es una cuestión de información, sino de imponer una representación basada en una aprensión.