¿Cómo se deshace el daño de una poderosa (y falsa) imagen visual que ha comunicado un mensaje político tendencioso? Esta es justamente una de las preguntas que rodean un traspié dramático efectuado por los medios de comunicación en la cobertura de los disturbios palestinos, que comenzaron después de que Ariel Sharon, miembro del Kneset Israelí visitó el Monte del Templo de Jerusalén, el 28 de septiembre de 2000.
El 30 de septiembre, al continuar los disturbios en Israel y los territorios de la Autoridad Palestina, la gran mayoría de los reportajes de los medios de comunicación presentan eventos que implican a árabes frustrados, equipados sólo con piedras, que se enfrentan con israelíes fuertemente armados. Una imagen vívida que pareció captar perfectamente esta línea de acción circuló en los periódicos de todo el mundo. En muchos de estos la imagen se imprimió a todo color.
Un policía israelí, con una mueca en su cara y el garrote elevado, estaba de pie por encima de un joven brutalmente ensangrentado. Una leyenda decía: “Un policía israelí y un palestino en el Monte del Templo”.
Pero la víctima aquí no era un palestino, y el israelí enojado no lo había golpeado. (Ni tampoco se fotografiaron en el Monte del Templo, esto también fue un error). De hecho, el policía protegía a Tuvia Grossman, un estudiante judío estadounidense al que acababan de asaltar junto con dos amigos, mientras paseaba en un taxi en Jerusalén.
Los árabes habían apedreado el vehículo y a sus ocupantes, y habían sacado a Tuvia para pegarle y apuñalarlo. Otro de los estadounidenses también fue atacado severamente y hospitalizado. Tuvia se liberó de sus asaltantes y, aunque había perdido sus anteojos y no podía ver bien, huyó hacia el policía israelí. En este momento un fotógrafo tomó la fotografía.
Cuando los hechos afloraron, muchos encontraron que el error garrafal de AP y la publicación generalizada de la escabrosa imagen falsa era una evidencia adicional del sesgo de los medios de comunicación contra Israel. Muchos vieron en la inversión de los eventos un ejemplo de la renuencia de los medios de comunicación de presentar la vulnerabilidad del lado israelí y la brutalidad de los palestinos.
Obviamente, la tunda que sufrió Tuvia no negó las pérdidas palestinas en los disturbios contra los israelíes, pero ilustró los ataques físicos personales que los judíos israelíes se han enfrentado desde hace mucho tiempo y el frecuente silencio de los medios de comunicación. Aquí la cosa era aún peor; el judío apaleado se había transformado en un árabe. El sufrimiento del muchacho judío se usó para evocar solidaridad por la causa palestina.
AP erró repetidamente antes de aclarar la situación; primero envió una corrección que identificaba al joven como médico y luego envió un comentario que decía:
Las leyendas de dos fotografías de la Prensa Asociada, enviadas desde Jerusalén el 29 de septiembre, identificaron erróneamente a un joven herido durante batallas callejeras entre las fuerzas israelíes y los palestinos. La AP (Prensa Asociada) identificó primero al joven, que se fotografió sentado en el suelo y ensangrentado, como un palestino no identificado. Las diferentes leyendas enviadas el lunes 2 de octubre identificaban al joven como médico de una ambulancia israelí. El martes, las fotografías originales se retransmitieron con leyendas que lo identificaban correctamente como Tuvia Grossman, un estudiante estadounidense de Chicago. Las leyendas originales también identificaron incorrectamente el sitio del incidente como el Monte del Templo. De hecho, esto ocurrió en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
La AP aún no había entendido bien. El incidente tuvo lugar fuera de la Ciudad Vieja, no dentro de esta. Por la insistencia de cientos de personas que llamaron pidiéndole que hiciera algo más que reenviar la fotografía con una corrección, el influyente servicio de noticias circuló una historia acerca de la paliza del muchacho estadounidense.
Desafortunadamente, muchos periódicos transmitieron correcciones breves, con frecuencia engañosas y no todas las publicaciones reeditaron la fotografía original. El New York Times había transmitido en una página interna una versión pequeña de la fotografía en blanco y negro. El periódico enfrentó una presión concreta para reparar el error cuando el padre de Tuvia Grossman envió una carta, distribuida ampliamente en Internet, en la cual lamentaba las interpretaciones incorrectas de la fotografía.
El Times publicó primero una corrección (4 de octubre) donde se identificaba a la víctima como “Tuvia Grossman de Chicago”, pero que no decía nada acerca del asalto que sufrió. Una semana después de la aparición de la imagen engañosamente subtitulada, el periódico creó una historia de la paliza de los estudiantes estadounidenses y reimprimió la fotografía con un informe acerca de la identificación incorrecta que hizo la AP.
El Boston Globe circuló una versión grande y a color de la fotografía (primera plana, cuatro columnas, por encima del doblez) y, cuando se le avisó acerca del error, publicó una corrección que decía: “Debido a información incorrecta suministrada por la Prensa Asociada, la leyenda que acompaña una fotografía en la primera página del sábado identificó incorrectamente a un hombre que fue herido en los actos de violencia en la Ciudad Vieja de Jerusalén. La víctima no era un palestino, sino Tuvia Grossman, un estudiante judío de Chicago”.
El Globe publicó también un relato de AP acerca de los eventos de la paliza, y prosiguió con un relato acerca de la controversia suscitada por el crítico de medios de comunicación del periódico que incluyó una reimpresión de la fotografía original.
Otro periódico que transmitió la dramática imagen en su primera plana fue el diario francés Liberation. El 5 de octubre la publicación circuló la foto nuevamente en una página interna con una corrección que decía: “Redefinición de una fotografía: Publicamos en la primera plana de Liberation del 30 de septiembre la foto que se muestra arriba con la leyenda incorrecta debido a nuestra confianza en la información proporcionada por la Agencia de la Prensa Asociada. El joven al frente no es palestino, contrario de lo que escribimos, sino un estudiante estadounidense, Tuvia Grossman, herido por manifestantes palestinos. El policía en segundo plano grita para mantener lejos a la muchedumbre. De hecho, la escena tuvo lugar en Jerusalén, pero no en la Explanada de la Mezquita”.
El Baltimore Sun publicó la fotografía subtitulada incorrectamente, luego la reimprimió con una corrección ampliada; posteriormente, por segunda vez, circuló de nuevo la corrección para asegurarse que los lectores no se la perdieran.
La edición internacional de Newsweek circuló la fotografía y prometió una corrección.
La Montreal Gazette circuló una corrección completa y añadió “La Gazzette lamenta el error”.
Muchas otras publicaciones tenían la foto, algunas de las cuales fueron mucho más informales con respecto a la corrección del error. El Houston Chronicle circuló una corrección puramente formal.
El Commercial Appeal, un periódico de Memphis, omitió corregir el error en su rectificación, y escribió que Grossman “fue herido en Jerusalén el viernes, durante actos de violencia que ocurrieron entre la policía antidisturbios israelí y los palestinos”.
Un periódico de Kentucky, el Courier-Journal circuló el comentario de la AP, pero desafortunadamente, no aclaró que Tuvia fue víctima de la violencia árabe.
El Melbourne Herald Sun de Australia transmitió el subtítulo más extraño. Este decía: “Golpeado violentamente: Un estudiante estadounidense apaleado por un oficial de la policía israelí en Jerusalén.
La razón de que la Prensa Asociada omitiera identificar a Tuvia con precisión no es de extrañar, simplemente asumieron que cualquier víctima sería árabe. Es probable que después de este fiasco los fotógrafos y editores ahora sean más cuidadosos.
No se puede culpar a los periódicos que dependen de la AP por confiar en la descripción de la imagen del servicio de noticias; sin embargo, con frecuencia, las acciones para reparar el daño del error sólo se dieron tras una intensa protesta pública. No obstante, algunos de ellos tomaron medidas inusuales para tratar de compensar el daño que hicieron y para responder a fuertes intereses públicos.
ACTUALIZACIÓN: El 3 de abril de 2002 una Corte de Distrito de París sancionó a la Prensa Asociada y al diario francés Liberation a indemnizar a Tuvia Grossman con 4.500 euros por daños.
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