Esta semana fue publicadoel video de una cámara de seguridad en el que se ve a dos jóvenes, con un intervalo de tiempo de separación de algo más de una hora, desplomarseen elsuelo en el transcurso de una jornada de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes (aunque en ese momento no se perciben hostilidades ni se puede ver a los soldados israelíes) en Cisjordania. Una ONG acusó, la OLP se sumó, y la prensa trasladó la carga de la prueba a Israel, dando por hecho lo que los testigos decían.
Unos testigos que, por otra parte, bien podrían haber formando parte de los enfrentamientos, es decir, podrían haber sido cualquier cosa menos objetivos.
Pero eso no importa, los medios dieron por válidas las acusaciones, aunque no hubiera pruebas sustanciales y las imágenes no mostraran lo que pretendían que mostraran.
Por ejemplo, el diario argentino Clarín apostó por la sentencia y el sensacionalismo, al titular y destacar de la siguiente manera el 21 de mayo:
“Un video muestra el asesinato a sangre fría de dos jóvenes palestinos
Drama en Cisjordania.
La ONG que denunció la matanza acusó alal Ejército israelí”
“Asesinato a sangre fría”, “matanza”, “drama”… Y todo en tres oraciones.
Y señalaba que:
“Dos jóvenes palestinos fueron aparentemente asesinados a sangre fría por miembros del Ejército israelí en Cisjordania y las imágenes, difundidas ayer por una ONG, fueron captadas por una cámara de seguridad. A raíz del incidente, tanto Naciones Unidas (ONU) como EE.UU. exigieron a Israel que investigue el incidente”.
¿Aparentemente? Pero… ¿nose trataba deun “asesinato a sangre fría”, una “matanza”?
La contradicción no duraba mucho, y tres párrafos más abajo, se aseguraba que:
“El asesinato ocurrió el jueves pasado durante un enfrentamiento entre manifestantes y militares israelíes durante el Día de la Nakba (tragedia palestina).
Las imágenes confirman que Mohammed incluso estaba de espaldas a los soldados cuando le dispararon”.
¿Cómo confirman eso? En las imágenes no se ve a los soldados por ninguna parte. Sólo se ve cómo se desploman dos jóvenes. La causa de las caídas no se evidencia en dichas imágenes.
¿O simplemente hay que creer a los “testigos” sin nombre?
Clarín finalizaba diciendo que:
“Israel se niega, por ahora, a confirmar la veracidad de las imágenes y un vocero militar aseguró a la agencia de noticias Ansa que ‘son imágenes manipuladas que no reflejan la realidad’. Y agregó que ‘los soldados involucrados en los incidentes no utilizaron munición real, solo balas de goma y gases lacrimógenos’”.
Parece más una mera declaración publicada por compromiso “ético”,ya queel redactor se encarga juzgar los hechos.
Otro enfoque, más profesional, era el que ofrecía la agencia de noticias AFP:
“Estados Unidos y la ONU reclamaron por separado este martes a las autoridades israelíes una investigación imparcial sobre la muerte de dos jóvenes palestinos, abatidos el 15 de mayo durante manifestaciones.
[…]La filmación muestra a dos jóvenes palestinos que caminan a la sombra de un edificio y se desploman repentinamente, aparentemente alcanzados por disparos”.
No asegura nada. Porque sencillamente no hay nada para asegurar, como no sea que uno elija una versión y se la ofrezca a los lectores como ya probada.
En tanto, el diario venezolano El Universal , también desde una postura más neutral apuntaba el 20 de mayo que:
“La dirigente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Hanan Ashraui, realizó estas declaraciones tras difundirse un video fechado el 15 de mayo en el portal internet de una ONG, el cual muestra a dos jóvenes que caminan cerca de un edificio y caen repentinamente, aparentemente tras haber recibido disparo…
En cambio, un portavoz militar israelí estimó que el vídeo había sido manipulado. Según el comandante Arye Shalicar, por el momento, la investigación que está llevando a cabo el ejército sobre estas muertes no han ‘establecido (que haya habido) disparos con balas reales’”.
Por su parte, la agencia de noticias española EFE , el 21 de mayo, elegía promover la interpretación palestina de los hechos y dejar para el final una casi protocolaria y burocrática versión israelí.
“El liderazgo palestino condenó hoy ‘la ejecución deliberada’ de dos adolescentes a manos del Ejército israelí cuando no suponían ninguna amenaza para los soldados, según muestra un vídeo divulgado por una ONG”.
El video no muestra eso. Muestra, de hecho, más bien poco.
La agencia proseguía:
“Una cámara de seguridad de un edificio adyacente filmó cómo, con apenas una hora de diferencia, los dos adolescentes eran abatidos por el Ejército israelí cuando no representan ninguna amenaza para las tropas ni portaban arma de fuego alguna”.
Otra vez, ¿dónde se ve que los jóvenes fueron “abatidos” por soldados israelíes?
“La grabación apuntala el testimonio de los testigos…”.
¿Sí? ¿Cómo? ¿La grabación muestra efectivamente que el disparo proviene de las fuerzas de seguridad israelíes? ¿Dónde están los soldados israelíes en la grabación?
No importa, cuando se opina, los hechos no son una obligación.
Así, pues, seguía:
“La ONG comparte este relato y por eso califica las muertes de los dos chicos como ‘asesinatos ilegítimos’, pues ‘no suponían una amenaza directa o inmediata para la vida de nadie’, indica en un comunicado su director, Rifat Kassis. Defense For Children International abunda, además de en la distancia, en el tipo de munición empleada. Si hubieran sido las balas de goma habituales para disolver masas el daño no hubiera sido tan grave, sostienen”.
¿La ONG es un grupo de expertos forenses? Y, ¿quién es Rifat Kassis? ¿Es una fuente objetiva? ¿Tiene intereses ideológicos respecto del conflicto?
Finalmente, sin decir nada sobre Kassis, Rengel seguía adhiriendo al activismo de éste:
“Según los datos facilitados por Kassis, en lo que va de año cuatro menores palestinos han muerto por disparos de Israel; van 1.400 desde el año 2000. El pasado febrero,Amnistía Internacionalemitió un informe en el que denunciabael “gatillo fácil” de las fuerzas israelíes, tras la muerte, el pasado año, de 22 civiles en Cisjordania. Ninguno de ellos, señalaba, ‘parecía representar una amenaza directa e inmediata’, por lo que entendían que las bajas eran fruto de una ‘cruel falta de consideración hacia la vida humana’ y de fuerza ‘innecesaria, arbitraria y brutal’ que se aplica ‘casi con total impunidad’. Entonces el Ejército dijo que el informe ‘ignora por completo el aumento sustancial de la violencia palestina’ en 2013 y no comprende ‘los retos operativos a los que se enfrentan’, ante el ‘fuerte incremento’ de incidentes que ‘comprometen gravemente a civiles y militares’”.
Esta visto en que no hay problema en recurrir al “contexto”. Por qué no habrá explicado, entonces, que Amnistía Internacional, cuando a Israel se refiere, está lejos de ser una fuente imparcial y desinteresada. (Véase el artículo Amnistía Internacional: exentos de rigurosidad de ReVista). ¿O hay contextos y contextos?
Finalmente, el medio español Te Interesa aportaba un dato que los otros medios habían obviado:
“… Las fuerzas fronterizas sostienen que durante los incidentes no se utilizó fuego real.
Así, los investigadores militares están examinando la posibilidad de que los disparos fueran efectuados desde el lado palestino. Esta hipótesis está siendo barajada en base al ángulo de caída de uno de los fallecidos”.
Otro hecho que ningún medio señaló es que uno de los jóvenes abatidos lleva una bandera de Hamas – a modo de capa, de color verde – en plena Cisjordania, bastión de Fatah, y que por más que se hable de reconciliación, aún existe rivalidad entre ambos grupos. Por ejemplo, según publicó Palestinian Media Watch, el 9 de marzo de 2014 el diario Al-Hayat Al-Jadida señalaba que un oficial de Fatah condenó el ataque llevado a cabo por Hamas durante un funeral de Fatah.
Es más, el periodista israelí Khaled Abu Toameh explicaba en un artículo publicado por el Gatestone Institute, el 23 de mayo de 2014, que uno de los altos representantes del grupo terrorista Hamas, Mahmoud Zaha, reveló que:
“Hamas planea aprovechar el acuerdo de unidad para llevar sus ataques terroristas contra Israel en Cisjordania. Peor aún, declaró que después de que sus hombres pongan un pie en la Ribera Occidental, Hamas tendrá como blanco a los palestinos que ‘colaboran’ con Israel. ‘¿Quién dijo que aquellos que están llevando a cabo la coordinación de seguridad con Israel permanecerán para siempre?’ preguntó, refiriéndose a las fuerzas de seguridad dominada por Fatah en Cisjordania.
Zahar, quien también dijo que Hamas proseguirá la lucha contra Israel hasta la ‘liberación de toda Palestina’, en realidad está enviando un mensaje de advertencia a las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina en Cisjordania financiadas por occidente”.
Inevitablemente surgen algunas preguntas que un periodista bien podría haberse formulado.
Por ejemplo:
¿Por qué tardó tanto en salir a la luz el video? (Los hechos sucedieron el 15 de mayo de 2014)
¿No había otras cámaras?
¿La protesta no duró más tiempo? ¿Qué sucedió antes y después?
¿Había facciones de Hamas y Fatah juntas?
¿Qué es Defense For Children?
La organización NGO Monitor explica que esta ONG apoya al movimiento de BDS y es un participante activo en el lobby ante la ONU y la Unión Europea promoviendo esta agenda, y que publicó una lista de niños muertos como “resultado directo de la operación militar ofensiva israelí” durante la guerra de Gaza. Algunos de los allí anotados fueron identificados por otras ONG (no precisamente pro-israelíes) como combatientes.
¿Quién es Rifat Odeh Kassis? ¿Es una fuente imparcial?
Según la misma organización, Kassis escribió un artículo en marzo de 2011, en una página web anti-israelí (Electronic Intifada), en el que promovía libelo antisemita de las dobles lealtades contra el Ministro de Exteriores Uri Rosenthal.
Kassis, además, es co-autor, según comentaba la organización CiFWatch, asociada a CAMERA, del célebre Documento de Kairos, que promueve el BDS y sugiere que la soberanía judía es una afronta al plan de Dios para la humanidad.
¿Se puede publicar sin más lo que denuncie Kassis, sin aclarar quién es y los intereses personales que tiene?
¿Por qué la versión israelí parece siempre una excusa chapucera fácilmente puesta en duda?
¿Por qué no recurren expertos imparciales para aportar información en lugar de acusaciones?
¿Cuál es el papel de muchas ONG en el conflicto?
La revista argentina Pensamiento Penal publicaba un artículo (Prueba y Verdad en la dinámica del proceso Acusatorio) del profesor de Derecho Penal Rubén Chaia, en el que el catedrático señalaba:
“Históricamente probar era buscar lo bueno, lo real, lo auténtico, por ese motivo la prueba imponía demostrar algo dudoso… De allí se toma la idea de probar como una actividad demostrativa, dirigida a resaltar lo auténtico y eliminar lo falso.
En nuestro medio, llamamos prueba a la actividad procesal llevada adelante con el fin de obtener certeza judicial, […] acerca de la existencia o inexistencia de un hecho pasado o, de una situación de hecho afirmada por las partes, a fin de verificar si se ha vulnerado el orden jurídico y en su caso, imponer la sanción correspondiente”.