El problema es que, respecto a Oriente Medio, hace tiempo que la agencia parece haber tomado parte en el conflicto entre israelíes y palestinos. El resultado tiene mucho más que ver con la rumorología que con el periodismo.
Así, la agencia volvía a ofrecer recientemente ejemplos de su fuerte implicación ideológica, paralela a su pobre praxis periodística.
El 5 de diciembre, la noticia Irán condena el asesinato del comandante de Hezbolá y acusa a Israel de estar detrás del suceso, centraba su información en la agencia oficial iraní FARS.
El artículo dedicaba 10 párrafos y un titular a hacerse eco de las voces que acusan a Israel de estar detrás del asesinato de Hasán al Lakis, comandante de Hezbollah. En contrapartida, ofrecía 2 párrafos al desmentido israelí y 2 simples frases para explicar que un grupo hasta ahora desconocido, la brigada Ahrar al Sunna Baalbek, ha reivindicado la autoría del ataque en un mensaje en Twitter. Su nombre sugiere que podrían tratarse de suníes.
Teniendo en cuenta que Hezbollah se enfrenta a grupos suníes en Siria, y que ya atentaron contra ellos hace un par de semanas en Líbano, no parece muy descabellada esa reivindicación. Sin embargo, Europa Press no parecía prestarle atención a informaciones que sí han resultado vitales para otros medios que han hecho hincapié en que los radicales se han asentado en Siria, donde han debilitado notablemente a la oposición moderada, y han golpeado a la milicia libanesa Hezbolá donde más le duele: atacando en su feudo de Beirut y matando incluso a uno de sus más destacados líderes.
Es decir que la agencia decidía dar credibilidad a una sola versión, sin contextualizar la información.
Pero si esta información era sesgada y poco profesional, más sorprendente resultaba el titular del 28 de noviembre, Condenados seis árabe-israelíes por la muerte de un judío armado en 2005.
Especialmente sorprendente cuando se lee la información que ofrece el mismo texto:
Ninguno de los seis hombres, procedentes de la localidad de Shfaram, en el norte de Israel, ha sido condenado por provocar directamente la muerte de Eden Nathan-Zaada, un desertor del Ejército de 19 años y colono de extrema-derecha en Cisjordania. Todos ellos han sido condenados por delitos menores junto con un séptimo imputado, que ha recibido una pena de cárcel suspendida.
¿Entonces? Si no los condenaron por esa muerte, ¿por qué afirma lo contrario el titular?