El 11 de enero de 2022, Europa Press recurría a la agencia palestina como fuente prioritaria y, podría decirse, entonces, prácticamente única, de cara a sus lectores, de su información:
“La Autoridad palestina ha condenado la redada llevada a cabo el lunes por las fuerzas de seguridad de Israel en el campus de la Universidad de Birzeit, que se saldó con al menos cinco estudiantes detenidos, y ha denunciado que “es parte integral de su guerra continuada contra el pueblo palestino””.
“La operación ha sido igualmente condenada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás)…”.
La agencia española sistemáticamente escamotea no sólo información relevante – que el lector obtendría si realizara una mínima búsqueda en internet sobre el suceso abordado -,sino sobre la naturaleza de Hamás: se trata de un grupo terrorista, así considerado, entre otros, por la Unión Europea, que busca la eliminación del Estado judío. Presentarlo como un actor legítimo es una trampa a su audiencia.
Así, Europa Press no daba cuenta de que el ejército israelí detuvo a cinco estudiantes afiliados, entre otros, a la mencionada organización terrorista palestina, de acuerdo a lo que informaba el Jerusalem Post el mismo día.
La agencia no mencionaba este dato, apenas, luego de priorizar la voz palestina en siete párrafos, relegaba a los dos últimos párrafos para un remedo de explicación de la parte israelí:
“Por su parte, el Ejército de Israel ha confirmado a través de su cuenta en la red social Twitter una operación en Birzeit y ha resaltado que el objetivo era detener a una persona “buscada por las autoridades””.
A su vez, el diario israelí añadía que, desde su fundación, la Universidad de Bir Zeit ha sido un “semillero para la actividad política y para el nacionalismo palestino dirigido mayormente contra Israel”. En este sentido, el Bloque Islámico, afiliado al grupo terrorista Hamás, decía el medio, tiene una fuerte presencia en el campus, y sus miembros han ganado la mayoría de los escaños en el consejo de estudiantes en las pasadas elecciones. “Esto ha creado tensiones constantes entre los estudiantes afiliados a Hamás y los pertenecientes a Fatah en el campus [extensión del enfrentamiento entre ambas organizaciones]. Estas tensiones alcanzaron su punto álgido el mes pasado, cuando los partidarios de Hamás y del Frente Popular para la Liberación de Palestina [que, entre otros, Estados Unidos considera terrorista] celebraron en el campus ceremonias separadas para conmemorar el aniversario de la fundación de sus grupos”, explicaba el periódico.
La administración de la universidad – apuntaba el Jerusalem Post – intentó limitar dichas ceremonias, y las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina allanaron y registraron los dormitorios y detuvieron a varios estudiantes. Además, “el mes pasado, estalló la violencia entre partidarios de Fatah y Hamás en el campus, lo que llevó a la administración a suspender brevemente los estudios”.
Las referidas ceremonias, que tuvieron lugar a mediados de diciembre del pasado año, fueron en realidad, de acuerdo a MEMRI, “desfiles militares en los que los participantes, con cinturones explosivos y portando imitaciones de cohetes, llamaron a continuar la lucha contra Israel”.
Claro que, si a la Autoridad Palestina no le interesa que trasciendan esos hechos, Wafaevidentemente no dará cuenta de los mismos (una búsqueda en su web arrojó resultados negativos), y, por ende, Europa Press ni se enterará – que es como decir, que participará de esa censura, aunque esta sea involuntaria.