La agencia de noticias Europa Press hacía ilusionismo en tinta y papel (o en caracteres y pantalla): el resultado era una realidad en la que Israel es un país, digamos, muy malo o malo.
En su crónica (Rumbo a Gaza pide a Exteriores que garantice la integridad’ de la flotilla) del 16 de junio de 2015, decía:
Miembros de la plataforma Rumbo a Gaza, implicada en la flotilla que intentará romper el bloqueo marítimo sobre dicho territorio, han pedido este lunes al Ministerio de Exteriores que garantice la integridad’ de todos los pasajeros ante la posibilidad’ de que Israel lance un ataque militar.
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los activistas han solicitado el reconocimiento del derecho a la libre navegación por las aguas internacionales del Mediterráneo’ hasta la llegada a aguas territoriales palestinas’, según un comunicado de Rumbo a Gaza.
[ ]Rumbo a Gaza ha advertido de que Israel ya lo ha hecho en hasta cinco ocasiones anteriores’, la más grave de ellas en el año 2010, cuando un asalto militar causó la muerte de diez activistas.
Y así, hasta seis párrafos ofrecidos al mensaje de la “plataforma”. Seis párrafos en los que el contexto brillaba por su ausencia; no indicando, por ejemplo, que uno de los principales organizadores del viaje del Mavi Marmara en 2010, eran la organización turca Insani Yardim Vakfi (IHH), que ha trabajado estrechamente con organizaciones terroristas. IHH es considerada una organización terrorista por Holanda, y Alemania ilegalizó a la filial alemana dela mismapor sostener sociedades vinculadas a Hamas.
De hecho, en 2006 el instituto danés, Dansk Institut for Internationale Studier, publicó un informe titulado The Role of Islamic Charities in International Terrorist Recruitment and Financing. En este informe se concluyó que varias organizaciones islamistas de caridad, incluyendo a IHH, además de hacer caridad, son pretextos para apoyar a Al Qaeda.
Pero Europa Press olvidaba algo aún más relevante, algo fundamental, tratando la información que trataba:
El informe de la ONU, llevado a cabo por el ex primer ministro de Nueva Zelanda Geoffrey Palmer (conocido como Informe Palmer; mayo de 2010), sobre el asalto militar israelí al barco Mavi Marmara, parte de la flotilla internacional que se dirigía a Gaza, no dudaba de la legalidad del bloqueo naval:
Hemos dejado claro que consideramos que Israel tiene derecho a imponer el bloqueo naval [sobre Gaza]. De lo que se deduce que Israel tiene también el derecho de hacer cumplir la ley [el bloqueo].
Para que Israel mantenga el bloqueo, este tiene ser eficaz, por lo que debe hacerlo cumplir…La aplicación puede tener lugar en alta mar y podrá ser realizadas por la fuerza si el buque se resiste. En este punto del análisis no se plantean dificultades.El principio fundamental de la libertad de navegación en alta mar está sujeto a unas pocas excepciones en virtud del derecho internacional. Israel enfrenta una verdadera amenaza para su seguridad por parte de grupos militantes en Gaza. El bloqueo naval se impuso como una medida legítima de seguridad con el fin de evitar que las armas de entrar en Gaza por mar y su aplicación han cumplido con los requisitos del derecho internacional.
No hay derecho, dentro de las normas legales [del Bloqueo], para incumplir un bloqueo como medida (o derecho) de protesta. Romper un bloqueo, es por lo tanto, un grave paso que entraña un riesgo de muerte o lesiones.