“Un hombre israelí ha muerto en un tiroteo contra un coche civil cerca de la ciudad de Hebrón, en Cisjordania, este lunes según han informado fuentes militares.
Además, una mujer que iba a bordo del vehículo ha resultado herida. En el coche viajaba una familia que iba a visitar a familiares que para el tradicional almuerzo en vísperas de la festividad judía de Pascua, según fuentes”.
Estos dos párrafos eran todo. Para la agencia, el israelí – llamado Baruch Mizrachi – murió, no fue asesinado. Y el arma, aparentemente, se disparó sola; varias veces. Cosas que pasan en la región.
Por otra parte, la palabra “tiroteo” lleva a equívocos (viene a la mente un enfrentamiento, una refriega): no eran facciones o grupos disparándose – viéndose el pobre israelí, que circulaba en ese momento por ahí, envuelto en la balacera -, era un único tirador disparando contra los vehículos que transitaban. Así, la mayoría de los medios utilizaron la palabra “atentado” (agresión contra la vida o la integridad física o moral de alguien).
Por cierto, el Séder no es un almuerzo, es una cena. Pero claro, puestos a derrochar mal quehacer periodístico, una pifia más no le hace mal a nadie. A fin de cuentas, a esta altura quien recurra a la agencia para “informarse” sobre Medio Oriente, debería ya saber que información es lo último que encontrará.
Surge así una pregunta inevitable: ¿un medio serio puede reproducir únicamente esta “crónica”?
No.
A todo esto, la agencia firmaba la crónica junto a Reuters.
Justamente la agencia de noticias Reuters ampliaba, el mismo día, advirtiendo que:
“Medios israelíes dijeron que varios niños viajaban también en el vehículo y que uno fue herido.
Un testigo del ataque con disparos [shooting; al inicio había sido utilizada la expresión shooting attack] fue citado por el sitio de noticias YNet diciendo que un pistolero con casco y armado con un fusil automático disparó a vehículos en una carretera cerca de Hebrón”.
Por su parte, la agencia de noticias española EFE(Un israelí muerto y su mujer e hijo heridos en un atentado cerca de Hebrón) indicaba el mismo 14 de abril que:
“Según el portavoz de la Policía israelí, Miki Ronsfeld, las víctimas son un hombre de 40 años, que murió en el lugar del crimen, su mujer de 28 años, y su hijo de nueve, que se preparaban para celebrar la tradicional cena del ‘Seder’, con la que comienza la Pascua judía.
Nada más producirse el atentado, el primero con víctimas mortales israelíes este año, unidades del Ejército cortaron la carretera…
[…]
Testigos citados por la prensa local aseguran que el agresor era un pistolero solitario, armado con un arma automática, que se apostó en la carretera y que al parecer también disparó aleatoriamente a otros vehículos”.
“Poco antes del inicio de la festividad judía de Pesaj, un palestino ha matado esta tarde a un israelí en un atentado ocurrido en una conocida carretera cerca de Hebrón (Cisjordania). La víctima, un hombre de 40 años, conducía el coche en el que se dirigía con su familia a celebrar la cena de la Pascua judía (Seder) cuando se ha visto sorprendida por los disparos del agresor.
El padre de familia falleció al cabo de unos minutos como resultado de las heridas de los numerosos disparos. Su esposa, de 28 años, y un niño (de 9 años y que iba en otro coche también atacado) han sido heridos de diversa consideración y trasladados a un hospital de Jerusalén”.
Para Euorpa Press, el niño no formaba parte de la ecuación trágica. Los otros vehículos atacados, tampoco.
¿Por qué? ¿Será porque no sirve a los fines de la retórica victimista del liderazgo palestino?
Si es así, ¿la agencia ha tomado abiertamente un posicionamiento ideológico respecto del conflicto?
En cambio, las acusaciones palestinas merecían, un día después, una cobertura más extensa. La moraleja evidente que la agencia ofrecía a sus lectores y clientes: Israel es la causa del conflicto.
Así, después del atentado que le costó la vida a un ciudadano israelí, Europa Press se explayaba señalando que:
“El Ministerio de Exteriores de la Autoridad Palestina ha achacado este lunes al ministro de Defensa de Israel, Moshe Yaalon, de la reciente escalada de tensiones entre ambas partes y ha sostenido que debería ser considerado como la causa de la inestabilidad por parte de la comunidad internacional.
En su comunicado, ha condenado firmemente la decisión del ministro de permitir que un grupo de colonos controlen legalmente un edificio de la localidad cisjordana de Hebrón motivo de un proceso legal sobre su propiedad.
Así, ha sostenido que dicha decisión “constituye una grave escalada en la situación política y humanitaria en la región”, según ha recogido la agencia oficial palestina de noticias, WAFA”.
La voz israelí: brillaba por su ausencia.
La explicación del caso: también.
La conclusión: Israel, el malvado de siempre; que no se le olvide al lector.
Mientras que el ya mencionado artículo de EFE del 14 de abril explicaba:
“El atentado, el primero que se sucede en fecha tan señalada del calendario judío desde que en 2004 un suicida mató a treinta personas en la ciudad mediterránea de Netanya, ocurre apenas 24 horas después de que el ministerio israelí de Defensa autorizó a los colonos de Hebrón a reocupar una casa reclamada por los palestinos”.
Y, además, continuaba contextualizando al indicar, sobre Hebrón, que está:
“Situada a 40 kilómetros al sur de Jerusalén, y santa para la tres principales religiones monoteístas, ya que en ella se yergue la citada ‘Tumba de los Patriarcas’, última morada de Abraham, su historia sangrienta se remonta a 1929, en pleno Mandato Británico de Palestina.
Ese año, pogromos árabes segaron la histórica comunidad judía de esta urbe, que tras la II Guerra Mundial (1939-1945) quedó bajo control jordano hasta la Guerra de los Seis Días (1967)”.
El mismo artículo del 14 de abril de Reuters decía:
“No hubo ninguna inmediata reivindicación de responsabilidad por el ataque, que tuvo lugar un día después de que tres familias judías se mudaran a un edificio en Hebrón que está en el centro de una larga disputa de propiedad entre colonos y palestinos.
Seis años después de quelas fuerzas de seguridad israelíes desalojara a los colonos de la denominada ‘casa de contención’ en Hebrón, el Tribunal Supremo de Israel dictaminó el mes pasado a favor de su reivindicación de propiedad, allanando el camino para las familias residan [en dicho inmueble]”.
Nada de esto se aclaraba en la crónica de Europa Press, que, de esa manera, se parecía (cada vez más) a un órgano de propaganda al servicio del liderazgo palestino.
Es preciso aclarar que la Corte Suprema Israelí es, no sólo verdaderamente independiente, sino que es totalmente garantista (o véase también aquí). Además, el propio New York Times, en mayo de 2003, sostenía que “uno de los aspectos más inusuales de la ley israelí era el rápido acceso de los peticionarios, incluidos los palestinos, a la Corte Suprema Israelí”.
Es más, un artículo del 25 de junio de 2012 de la revista Foreign Policy puntualizaba que, incluso:
“La Corte Suprema Israelí es una de las únicas judicaturas en el mundo que permite a los no ciudadanos peticionar en contra de actos del Estado o del Ejército”.
Aclarando esto, la decisión de la Corte Suprema ya no asemeja a la resolución de un tribunal politizado y al servicio de intereses “colonialistas”.
Justamente por eso, al parecer, Europa Press tampoco se molesta en mencionarlo.