Por ejemplo, la agencia de noticias española Euorpa Press informaba el 12 de agosto de 2014 que:
“Naciones Unidas nombró el lunes a tres expertos para formar una comisión internacional que investigará las posibles violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por ambos bandos durante la ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza.
William Schabas, un profesor canadiense de derecho internacional, encabezará el comité cuyos otros miembros son Doudou Diene, un veterano experto de la ONU en derechos humanos natural de Senegal, y Amal Alamudin, una abogada británico-libanesa comprometida con el actor George Clooney”.
¿Quiénes son? ¿Tienen posicionamientos previos respecto del conflicto?
Por lo pronto, Amal Alamudin se ha excusado de la comisión por motivos laborales, según dio a conocer el mismo 12 de agosto el diario Jerusalem Post.
El diario colombiano El País, reproducía el mismo día, al menos, las declaraciones de un funcionario israelí
“‘Las conclusiones anti-israelíes del informe de esta comisión ya están escritas, solo faltan las firmas’, dijo a la AFP el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores israelí, Yigal Palmor, apuntando en primer lugar al presidente de la comisión, designado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, William Schabas”.
¿Pero, es lo que opina o dice Palmor únicamente?
¿Tan complicado era revisar la resolución que llamaba a la creación de dicha comisión?
Por su parte, el medio comentaba que:
“Schabas es un universitario que enseña derecho internacional en Londres y que es considerado hostil a Israel”.
El lector se quedaba sin saber por qué Schabas es considerado hostil a Israel.
La impresión final, es que, o son paranoias israelíes, o meras maneras de desacreditar al jurista.
Pero comencemos por el final.
¿Que “las conclusiones anti-israelíes del informe de esta comisión ya están escritas”, es una mera opinión de Palmor, sin más fundamento que su propia mención?
Según publicó el 23 de julio de 2014 la página web oficial del Consejo de Derecho Humanos de la ONU, el borrador de la resolución decía que el Consejo:
“… condena en los términos más enérgicos las generalizadas, graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos y las libertades fundamentales derivadas de las operaciones militares israelíes llevadas a cabo en el territorio palestino ocupado desde el 13 de junio de 2014 que puede equivaler a crímenes internacionales, resultando directamente en la matanza de más de 650 palestinos, la mayoría de ellos civiles y más de 170 de los cuales son niños… y decide enviar urgentemente una Comisión Internacional de investigación independiente para investigar todas las violaciones del derecho internacional humanitario y derecho internacional de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado, incluida Jerusalén oriental, particularmente en la ocupada franja de Gaza, en el contexto de las operaciones militares realizadas desde el 13 de junio de 2014 y que informe al Consejo en su vigésimo octavo período de sesiones”.
El borrador de resolución no habla de “posibles o supuestas violaciones”; con lo que, el dictamen ya está hecho. Sólo resta “confirmarlo”. Así, la comisión no es “investigadora”, sino “verificadora” del veredicto que ya ha emitido dicha resolución.
Así, y conociendo el sesgo del CDH de la ONU, ¿será imparcial dicha “investigación”?
La ONG UN Watch indicaba el 11 de agosto que:
“La Unión Europea se negó a apoyar la resolución de la Consejo de Derecho Humanos diciendo que era ‘desequilibrada, inexacta y que prejuzga el resultado de la investigación al hacer declaraciones legales’.
La UE señaló que la resolución ‘tampoco condena explícitamente el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra zonas civiles israelíes, así como no reconoce el derecho legítimo de Israel a defenderse’.
El representante del Presidente Obama ante las Naciones Unidas, el Embajador Keith Harper, describió la investigación como ‘otro mecanismo unilateral dirigido contra Israel’”.
Un artículo de Carmen Rengel publicado en el diario español El País el 6 de mayo de 2014 apuntaba que “Palestina” es una tierra “donde las muertes [de mujeres] por honor se han duplicado en un año, pasando de las 13 de 2012 a las 27 del pasado 2013”; y contaba el caso de Tamar Zeidan, una joven de 32 años asesinada en diciembre:
Y reproducía la explicación ofrecida por Iskandar Adnon, un trabajador social en un centro de acogida de Belén:
Mientras tanto, Pillay en el Washington Times (1/8/2014):
¿Pretende Pillay que Estados Unidos arme a un grupo terrorista como Hamas con misiles sofisticados?
Ejemplo resolutivo alla Consejo DD.HH.:
¿Por qué se incluía a Jerusalén Este, si lo que se pretendía era investigar el impacto de los “asentamientos” sobre los palestinos en los “territorios palestinos ocupados”? ¿Qué derecho tienen los palestinos sobre Jerusalén Este? ¿Desde cuándo Jerusalén Este es “territorio palestino”?
Esa parte de la ciudad sólo estuvo bajo la ocupación ilegal de Jordania luego de una guerra de agresión contra Israel (1948). Jerusalén, de hecho, según la resolución 181 de la ONU sería un copus separatum.
Entonces, ¿desde cuándo surge un derecho (para los árabes palestinos) a partir de un hecho ilegal (agresión por parte de ejércitos árabes junto a los árabes palestinos contra recién nacido Estado de Israel y violación de la resolución 181 de partición del Mandato Británico), a una parte de esa ciudad?
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Y terminamos por el principio.
¿Quién es William Schabas, encargado de encabezar dicha comisión “investigadora”?
O, mejor, dicho, ¿es parcial (o podrá serlo) Shabas?
Barak Ravid, en un artículo publicado por el diario Ha’artez el 11 de agosto de 2014, aseguraba que la composición de la comisión investigadora se “inclina significativamente hacia el lado palestino”, e indicaba que:
“Schabas hizo llamamientos para que el Corte Penal Internacional de La Haya enjuiciara al primer ministro Benjamin Netanyahu y al ex Presidente Shimon Peres . El año pasado, en una conferencia en Nueva York, Schabas dijo: ‘Mi favorito para el banquillo de la Corte Penal Internacional sería Netanyahu’. Unos años antes, declaró que, si hubo una acusación de la CPI contra el presidente de Sudán por genocidio, por qué una se expedía una acusación similar contra el presidente israelí por los sucesos en Gaza”.
Según explicaba en marzo de 2009 el diario español El País:
“La Corte Penal Internacional (CPI) dictó ayer una orden de arresto contra el presidente de Sudán, Omar al Bashir, por crímenes de guerra y contra la humanidad en la región de Darfur, al oeste del país, donde, según la ONU, han muerto 300.000 personas en los últimos cinco años. Casi tres millones más han perdido sus hogares y viven refugiados en países vecinos”.
“No se puede pasar varios años pidiendo el enjuiciamiento de una persona y luego, de repente, actuar como su juez”… “Es absurdo, y es una violación de las normas mínimas del debido proceso aplicables a misiones de investigación de la ONU”.
UN Watch enumeró las siguientes declaraciones y acciones de Schabas, quien encabezará la comisión “investigadora”:
“En un artículo en una revista de Derecho, Schabas escribió que Netanyahu podía ser considerado como “el único individuo con la mayor probabilidad de amenazar la supervivencia de Israel”.
En una entrada de blog de 2009 sobre la Conferencia de Durban II de la ONU sobre racismo, Schabas instó al mundo no sólo a ‘ignorar’ las declaraciones del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad, sino a dejar de ‘exagerar’. Según Schabas, aquellos que ‘merecen la culpa son ‘Israel y sus amigos, que han manipulado la verdad acerca de la naturaleza de la labor de las Naciones Unidas a través de una burda exageración del papel y la intervención de ciertos fanáticos’. Schabas había descritoa Ahmadinejad como un mero político ‘provocador’ y no un torturador de disidentes, incitador del antisemitismo genocida y patrocinador del terrorismo.
En 2001, Schabas viajó a Irán para co-patrocinar conferencias del Centro de Derechos Humanos y Diversidad Cultural con sede en Tehrán, a pesar de sus íntimos lazos con el régimen fundamentalista y su agenda declarada de propaganda.
Schabas fue un participante activo ante un ‘tribunal’ pro-palestino que, de acuerdo con un artículo de opinión en el New York Times firmado por el juez Richard Goldstone, constaba de evidencias unilaterales y de un jurado compuesto por ‘críticos cuyos duros puntos de vista sobre Israel son bien conocidos’”.
Vaya con Schabas…
La resolución A/HRC/RES/S-9/1 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU del 12 de enero de 2012 decía:
Constatando que la masiva operación militar en curso de Israel en el territorio palestino ocupado, en particular en la Franja de Gaza ocupada, ha causado violaciones graves de los derechos humanos de los civiles palestinos que allí viven, exacerbado la grave crisis humanitaria del territorio palestino ocupado y socavado los esfuerzos internacionales por lograr una paz justa y duradera en la región,
Constatando que el asedio impuesto por Israel a la Franja de Gaza ocupada, que incluye el cierre de los pasos fronterizos y la interrupción del suministro de combustible, alimentos y medicamentos, constituye un castigo colectivo y tiene desastrosas consecuencias humanitarias y ambientales,
1. Condena enérgicamente la operación militar de Israel que tiene lugar actualmente en el territorio palestino ocupado, particularmente en la Franja de Gaza ocupada, que ha resultado en violaciones masivas de los derechos humanos del pueblo palestino y en la destrucción sistemática de las infraestructuras palestinas;
5. Exige a la Potencia ocupante, Israel, que deje de dirigir ataques contra la población civil y contra instalaciones y personal médicos y ponga fin a la destrucción sistemática del patrimonio cultural del pueblo palestino, así como a la destrucción de bienes públicos y privados, con arreglo a lo dispuesto en el Cuarto Convenio de Ginebra;
6. Exige también a la Potencia ocupante, Israel, que levante su asedio, abra todas las fronteras para permitir el acceso y la libre circulación de la ayuda humanitaria a la Franja de Gaza ocupada, así como el inmediato establecimiento de corredores humanitarios…
8. Pide que se adopten medidas internacionales urgentes para fin de poner fin inmediatamente a las graves violaciones cometidas por la Potencia ocupante, Israel, en el territorio palestino ocupado, particularmente en la Franja de Gaza ocupada;
14. Decide enviar una misión internacional urgente e independiente de investigación, que será designada por el Presidente del Consejo, para que investigue todas las violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario por parte de la Potencia ocupante, Israel, contra el pueblo palestino en todo el territorio palestino ocupado, particularmente, en la Franja de Gaza ocupada, debido a la agresión actual, y exhorta a Israel a no obstruir el proceso de investigación y a cooperar plenamente con la misión;
Esta “comisión investigadora” (que también partía de un veredicto previo, como se ve; y quese parece en su formulación a tantas otras ) dio como resultado el infame Informe Goldstone, que se basó en las cifras proporcionadas por Hamas y por un grupo de ONG con un claro posicionamiento pro-palestino (e, incluso, anti-israelí).
El 5 de abril de 2011, el diario argentino La Nación publicaba un artículo de Emilio Cárdenas; donde el ex embajador argentino ante las Naciones Unidas manifestaba:
“El gravísimo contenido del ‘Informe Goldstone’ fue particularmente duro para las Fuerzas Armadas de Israel, a las que se acusó puntualmente de haber cometido crímenes de guerra […] en el transcurso del conflicto armado investigado… Inesperadamente, el viernes pasado, Richard Goldstone publicó una clara retractación del contenido y conclusiones de su Informe, esta vez desde las páginas del Washington Post. Allí admitió inequívocamente que, con la información de que hoy dispone, está ahora seguro que el daño producido a civiles inocentes palestinos por las acciones militares israelíes no fue intencional. Ya no menciona siquiera lo que antes calificó de ‘uso desproporcionado’ de la fuerza. Y aprovecha para confirmar algo para muchos obvio: esto es que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, cuyo encargo en su momento aceptara, tiene prejuicios claros contra Israel”.
Este es el informe que apoyó Schaba.
Ya en diciembre de 2010, el analista de CAMERA Steven Stotsky explicaba que:
“La confesión del ministro del interior de Hamás, Fathi Hamad, de que Hamás y las milicias afiliadas perdieron entre 600 y 700 combatientes en la operación militar israelí ‘Plomo Fundido’ debilita la acusación principal del Informe Goldstone: que’ la operación israelí se basaba en una política deliberada de utilizar una fuerza desproporcionada y dirigirla…[contra] la población civil’”.
Las cifras de Hamad prácticamente se correspondían con las israelíes.
Por algo el juez Goldstone se retractó.