El domingo 22 de diciembre de 2013 un artefacto explosivo explotó en un autobús en Bat Yam. Ningún pasajero resultó herido ya que uno de ellos descubrió el dispositivo y el conductor ordenó la evacuación del vehículo.
Un policía de la brigada de explosivos intentaba desactivar la bomba cuando ésta detonó.
Cuando un suceso de estas características ocurre en cualquier punto del planeta menos en Israel, existe prácticamente un consenso titular:
El 7 de julio de 2005 la Deutsche Welle en Español titulaba:
En tanto, el diario español ABC hacía lo propio el 21 de octubre de 2013:
El 21 de febrero del mismo año, Clarín encabezaba de la siguiente manera:
Cuando los hechos tienen lugar en Israel, ese cuasi consenso se desvanece en el aire:
El diario El País titulaba la crónica que daba cuenta del atentado en el autobús en Bat Yam de la siguiente manera:
Euronews también retiraba la palabra “atentado” (o “atentado terrorista”) de su encabezamiento:
En la misma línea titulaba el diario estadounidense El Nuevo Herald:
La agencia de noticas Europa Press elegía un enfoque radicalmente distinto:
Si en X lugar, el suceso A es definido (o titulado) como Y; ¿por qué será que esa misma regla no se aplica cuando X = Israel?