El País: Dezcallar y la equidistancia

El diario El País publicó el 12 de Noviembre de 2015, en su sección Tribuna, un artículo de opinión del embajador de España, Jorge Dezcallar: La ira de los palestinos, en la que dice no querer justificar los ataques contra israelíes, pero lo hace.

El texto incurre en varios errores factuales, omite información importante y concluye con un razonamiento que justifica el terrorismo.

ERRORES:

1 – “la ilegal ocupación israelí”:
La ocupación puede resultar indignante, inmoral o puede ser considerada como parte esencial del problema. Pero no es ilegal. El hecho de repetirlo como un mantra no lo hace más cierto, e incluso medios como el New York Times han tenido que corregir esa aseveración.
2 – Palestinos israelíes “ciudadanos de segunda clase sin los mismos derechos que los israelíes”:
Completamente falso. Todos los israelíes tienen exactamente los mismos derechos. El 20% de la población árabe vota en las elecciones, tiene representación política, su idioma es lengua oficial (y obligatoria en los colegios) y sus miembros pueden acceder a cualquier puesto.
3 – “La segunda Intifada comenzó en 2000 tras el fracaso de Oslo y el asesinato de Rabin, tras una intempestiva visita de Ariel Sharon”
Por un lado, el asesinato de Rabin se produce 5 años antes de que estallara la llamada Segunda Intifada. Así que relacionar ambos hechos, es como mínimo, muy interpretativo.

Por otra parte, la visita de Sharon nofue más que una excusa para lanzar la Intifada de Al Aqsa, que ya había sido preparada con anterioridad. Arafat se negó a aceptar la oferta de paz de Ehud Barak, auspiciada por Bill Clinton, y lanzó una nueva campaña terrorista contra los civiles israelíes.

En palabras del alto dirigente palestino Marwan Barghouti:

“La explosión habría ocurrido de todos modos. Era necesario para proteger los derechos palestinos. Pero Sharon proporcionó una buena excusa. Es un hombre odiado”. (New Yorker, January 29, 2001)

4 – La Ola de violencia se inició “tras otra visita a la Explanada de las Mezquitas por parlamentarios judíos que pretenden orar en ella”
Falso también. La ola de violencia se inició por el bulo de que Israel pretendía cambiar el estatus de la Explanada de las Mezquitas. Algo que Israel desmintió por activa y por pasiva. De hecho, como explicó el analista Marcelo Wio, es un “libelo de larga data
OMISIONES
1 – El Monte del Templo es el primer lugar sagrado del judaísmo
No se trata de entrar en un ranking de lugares sagrados, pero si el diplomático español va a especificar: “la Mezquita de Al Aqsa, la tercera más santa del islam”, también debería aclarar que El Monte del Templo es el primer lugar más sagrado del judaísmo.
La única mención a la responsabilidad concreta de los asesinos, Dezcallar la convierte en una “consecuencia”. Es decir que según el embajador los asesinos son asesinos como consecuencia de la actitud de sus víctimas. En este caso, debido a los israelíes, “las redes sociales palestinas arden con mensajes vírales como #stabajew”.

Pero falla una vez más en su análisis Dezcallar, porque olvida que la incitación al odio ni es algo nuevo, ni es únicamente producto de las redes sociales. La incitación al odio contra el judío emana desde los líderes políticos y religiosos y se endoctrina en ella a los niños desde su más temprana edad. En definitiva es algo que pasa por todos los estratos de la sociedad.

Elanálisis del embajadores un artículo que busca quitar responsabilidad a los palestinos por sus actos, como si éstos no pudieran ser agentes morales. Tan sólo actúan por respuesta a algo que consideran injusto. Nunca son sujeto sino simplemente se los concibe como objeto, como resultado de una acción ajena.

Así, leemos que:

“la única posibilidad que los palestinos tienen para hacer avanzar su causa es recuperar la atención mundial y ven en sus revueltas la única forma de lograrlo.”

Es decir, que como el mundo no les hace caso, se van a matar judíos. Ellos saben que ya aparecerán artículos justificativos, como el de Dezcallar, que incluso llega a afirmar, respecto al apuñalamiento de judíos que “lo que para unos es terrorismo y para otros formas legítimas de resistencia”.
¿Haría el embajador el mismo análisis con respecto a Al Qaeda, a ETA o a ISIS? ¿O la equidistancia sólo sirve cuando hablamos de matar judíos, sean estos niños, ancianos, mujeres…?

La opinión es totalmente libre pero no debería formarse sobre premisas falsas.

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