En abril de este año, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas nombró una comisión investigadora dirigida por el juez sudafricano Richard Goldstone para investigar el enfrentamiento ocurrido en diciembre y enero entre Hamas e Israel. Esa comisión, que incluyó también a Christine Chinkin, profesora de derecho internacional de la Escuela de Economía de Londres y la Sra. Hina Jilani, defensora de la Corte Suprema de Pakistán, ha proporcionado ahora su Informe de la Comisión Investigadora de las Naciones Unidas sobre el Conflicto de Gaza.
El gobierno de Israel no presentó un testimonio oficial a la comisión debido a su convicción de que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el juez Goldstone y el profesor Chinkin habían prejuzgado el resultado de la investigación.
Ya sea que compartamos la inquietud de Israel sobre la posibilidad de un prejuicio o no, el informe critica duramente a Israel, y el comunicado de prensa oficial de la ONU denuncia que:
existe evidencia que indica violaciones serias de los derechos humanos internacionales y las leyes humanitarias cometidas por Israel durante el conflicto de Gaza, y que Israel cometió acciones que implican crímenes de guerra y posiblemente crímenes contra la humanidad.
Aunque el informe denunció también que los ataques de misiles palestinos contra Israel pueden haber sido crímenes de guerra, la gran mayoría de las 575 páginas del informe se ocupan en acusar a Israel de ser un violador en serie de los derechos humanos y de las leyes de guerra.
La seriedad de estos cargos ciertamente requiere una meticulosa búsqueda de los hechos y una minuciosa documentación, pero en este punto es precisamente donde el informe Goldstone es deplorablemente deficiente.
Un ejemplo perfecto de la chapucería del informe es su análisis de los ataques israelíes en el área del Hospital al-Quds en la Ciudad de Gaza el 15 de enero. El informe le dedica a este evento más de ocho páginas completas (páginas 174 a 182), en las que por una parte considera el testimonio palestino de que no hubo ataques palestinos perpetrados desde esta área, y por otra parte cita un informe anterior israelí que llegó a la conclusión opuesta.
Al examinar ese anterior informe israelí sobre el conflicto de Gaza, La operación en Gaza: Aspectos fácticos y legales, Godstone y sus colegas reproducen un pasaje citado en el informe israelí, que fue tomado de la revista Newsweek, el cual incluye la siguiente oración:
Sin embargo, en el vecindario de Tal-al Hawa, Talal Safadi, un oficial del izquierdista Partido del Pueblo Palestino, dijo que combatientes de la resistencia dispararon desde posiciones alrededor de todo el hospital.
Luego, el informe Goldstone comenta sobre esto y cuestiona la evidencia que presentó Israel:
Aunque el gobierno israelí no hace comentarios adicionales sobre el ataque concreto, pareciera invocar estos comentarios para justificar los ataques al hospital y sus inmediaciones.
612. La Comisión entiende que el gobierno israelí contemple basarse en los informes de los periodistas, porque es probable que estos se consideren más imparciales que si dependieran de la información de su propio servicio de inteligencia. No obstante, la Comisión se sorprende que no exista alguna sugerencia en el informe de Israel de julio de 2009 de la presencia de miembros de grupos armados en el hospital en aquel momento.
En primer lugar debemos apuntar que, por supuesto, Israel efectivamente tenía información de inteligencia sobre la presencia de grupos armados en el hospital. Es por eso que les dispararon de vuelta.
Pero, lo más importante es que esta acusación de la ONU es una distorsión sorprendente de lo que dijo el informe Israelí, porque inmediatamente después de la cita tomada del Newsweek el informe israelí presentó exactamente lo que el informe Goldstone acusó que faltaba:
174. Un reportaje del Corriere della Sera confirma que los operarios terroristas han confiscado los terrenos, ambulancias y uniformes del hospital al-Quds:
Magah al Rachmah, de 25 años, que reside a pocas docenas de metros de los cuatro grandes edificios del ahora seriamente dañado complejo de salud, dice respecto a este hecho: Los hombres de Hamas se resguardaron principalmente en el edificio que contiene las oficinas administrativas de al-Quds. Ellos utilizaron las ambulancias y forzaron a los conductores de las ambulancias y las enfermeras a quitarse sus uniformes con los símbolos paramédicos, para poder mezclarse mejor y eludir a los francotiradores israelíes.
Traducción de imagen:
173. Según Newsweek, pistoleros palestinos admitieron haber utilizado el hospital al-Quds para dispararle a Israel:
Uno de los incidentes más notorios durante la guerra fue el bombardeo de los edificios de la Sociedad de la Media Luna Roja en el centro de la ciudad, en la sección Tal-al Hawa de la Ciudad de Gaza, seguido por una bomba que alcanzó su Hospital al-Quds contiguo; el fuego subsiguiente forzó a evacuar a los 500 pacientes Sin embargo, en el vecindario cercano de Tal-al Hawa, Talal Safadi, un oficial del izquierdista Partido del Pueblo Palestino, dijo que combatientes de la resistencia dispararon desde posiciones alrededor de todo el hospital. Talal le restó importancia a esto al tener una queja mayor hacia Hamas. Ellos no ganaron la batalla’.
174. Un reportaje de Corriere della Sera confirma que los operarios terroristas han confiscado los terrenos, ambulancias y uniformes del hospital al-Quds:
Magah al Rachmah, de 25 años, que reside a pocas docenas de metros de los cuatro grandes edificios del ahora seriamente dañado complejo de salud, dice con respecto a este hecho: Los hombre de Hamas se resguardaron principalmente en el edificio que contiene las oficinas administrativas de al-Quds. Ellos utilizaron las ambulancias
Por lo tanto, en lugar de ocuparse de la evidencia presente en el informe israelí, Goldstone y sus colegas simplemente ignoraron aquellas partes que refutaban sus acusaciones. Si el juez Goldstone y sus eminentes colegas ni siquiera pueden describir con precisión y citar a partir de un simple informe israelí, ¿por qué alguien les confiaría hacer algo más complicado? Como por ejemplo, investigar imparcialmente supuestos crímenes de guerra.
Independientemente de que se trate de un error honesto o algo menos inocente, esto presenta serios interrogantes sobre la credibilidad del informe de Goldstone. La ONU debería corregir este error inmediata y abiertamente y debería disculparse con el gobierno de Israel. La ONU también debería retirar el informe de Goldstone en espera de un análisis completo, independiente y genuinamente objetivo de sus procedimientos y conclusiones.