Así, con la llegada del buen tiempo al hemisferio norte, los barcos de las flotillas a Gaza comienzan su parte en la escenificación de los credos, de la deslegitimación de Israel.
Lo llamativo – o acaso, a esta altura, no tanto – es la cobertura descontextualizada, sin fuentes alternativas, y “reproductora” de los medios; que repiten al pie de la letra (y sin interferencias de la realidad) el mensaje – la propaganda – de los organizadores de estas iniciativas.
De esta manera, la agencia Servimedia – “líder en información social” –apuntaba (artículo publicado el 11 de mayo de 2015 por el medio español lainformación.com) que :
“El buque ‘Marianne’, uno de los integrantes de la III Flotilla de la Libertad, ha zarpado rumbo a Gaza desde Gotemburgo (Suecia). La embarcación, que transporta a bordo una carga simbólica de paneles solares y equipamiento médico, estará en dos semanas navegando en aguas del Mediterráneo, donde se reunirá con el resto de los barcos que componen la nueva acción de este colectivo que vuelve a denunciar el bloqueo israelí a Palestina.
[…]Los días en los que el ‘Marianne’ estará en aguas españolas coincidirán con el quinto aniversario del asalto al ‘Mavi Marmara’, en el que la Armada israelí ‘asesinó a 10 activistas e hirió a más de 50. Fue un acto de piratería en aguas internacionales del Mediterráneo en pleno siglo XXI que sigue sin tener condena’”.
¿Qué es Palestina para Servimedia?
¿Es Gaza y Cisjordania? Si es así, ¿Cisjordania está bloqueada? ¿Desde cuándo? ¿Y qué extensión de Cisjordania es “Palestina”?
Por otra parte, la “flotilla” se autodenomina “de la Libertad”. Pero una cosa es que así lo hagan sus organizadores, que en su amplísima mayoría tienen agendas político-ideológicas manifiestas; y otra bien distinta es que un medio adhiera sin tapujos a tal calificación.
Pero, además, ¿a quién pretenden “liberar”?
¿Al grupo terroristas – así considerado, entre otros, por Estados Unidos y la Unión Europea – Hamas de los obstáculos para rearmarse y así poder atacar a la población civil israelí?
¿O al pueblo de Gaza del régimen opresor de Hamas?
Si no es así, ¿no se estarían convirtiendo en cómplices de la perpetuación en el poder de un grupo terrorista?
Un pantallazo de las bondades que Hamas le ofrece a su pueblo…
En diciembre de 2014 el diario Algemeiner daba cuenta de que un periodista palestino había publicado un su cuenta de Twitter una imagen de cemento importado a Gaza bajo los auspicios de la ONU, siendo vendido en el mercado negro.
¿Y qué se ha hecho con ese 26.8 por ciento? Esta es una interesante pregunta que no se formulaba en la crónica. Este porcentaje representa la nada despreciable suma de 938 millones de dólares… ¿Ni una sola vivienda se ha reconstruido con ese dinero? ¿Por qué?
Sumado a todo esto, según explicaba el Middle East Media Research Institute (MEMRI), Hamas también se está rearmando – el instituto decía que los altos cargos de Hamas incluso se “jactan de que sus fábricas [de cohetes] están produciendo sin descanso”.
¿De dónde provendrán esos fondos?
La causa del bloqueo (cuya legalidad es reconocida en el Informe Palmer de la ONU) y de la reciente operación militar israelí (así como de las dos anteriores) es muy simple y obvia: se debe a que el grupo terrorista Hamas se pertrecha para atacar a Israel. Lo que lleva haciendo desde antes de la desconexión total y unilateral de Israel de la Franja.
Un breve repaso de los hechos (o los cohetes lanzados desde Gaza) explica claramente los motivos del bloqueo (y las sucesivas operaciones defensivas israelíes) – es decir, causa y efecto o consecuencia:
2007 (Hamas se hace con el control de la Franja): 2427 cohetes lanzados
2008 (Operación Plomo Fundido): 3278
2009: 774
2010: 231
2011: 627
2012 (Operación Pilar Defensivo): 2248
2013: 41
2014: 250 cohetes en las tres semanas previas a la operación Margen Protector – 450 desde principios de año
Más de 11.000 cohetes lanzados por el grupo terrorista desde 2005…
El informe de la ONU, llevado a cabo por el ex primer ministro de Nueva Zelanda Geoffrey Palmer (conocido como Informe Palmer; mayo de 2010), sobre el asalto militar israelí al barco Mavi Marmara, parte de la flotilla internacional que se dirigía a Gaza, no dudaba de la legalidad del bloqueo naval:
“Hemos dejado claro que consideramos que Israel tiene derecho a imponer el bloqueo naval [sobre Gaza]. De lo que se deduce que Israel tiene también el derecho de hacer cumplir la ley [el bloqueo]”.
”Para que Israel mantenga el bloqueo, este tiene ser eficaz, por lo que debe hacerlo cumplir…La aplicación puede tener lugar en alta mar y podrá ser realizadas por la fuerza si el buque se resiste. En este punto del análisis no se plantean dificultades”.
“El principio fundamental de la libertad de navegación en alta mar está sujeto a unas pocas excepciones en virtud del derecho internacional. Israel enfrenta una verdadera amenaza para su seguridad por parte de grupos militantes en Gaza. El bloqueo naval se impuso como una medida legítima de seguridad con el fin de evitar que las armas de entrar en Gaza por mar y su aplicación han cumplido con los requisitos del derecho internacional”.
“No hay derecho, dentro de las normas legales [del Bloqueo], para incumplir un bloqueo como medida (o derecho) de protesta. Romper un bloqueo, es por lo tanto, un grave paso que entraña un riesgo de muerte o lesiones”.
Según apuntaba un artículo de CAMERA, una de las organizadoras de esa flotilla afirmó que el objetivo era acabar con el bloqueo de Israel para permitir envíos sin trabas al territorio gobernado por Hamas. Un fin que nada tenía que ver con la ayuda humanitaria.
Según recogió el diario Aurora, a partir de un informe del periódico turco Habertürk, una de las figuras clave en la planificación de la flotilla a Gaza estaría involucrada en la financiación del grupo terrorista Al Qaeda.
Ya en 2006 el instituto danés, Dansk Institut for Internationale Studier, publicó un informe titulado The Role of Islamic Charities in International Terrorist Recruitment and Financing. En este informe se concluyó que varias organizaciones islamistas de caridad, incluyendo a IHH, además de hacer caridad, “son pretextos para apoyar a Al Qaeda”.
El documento indica que un informe de la inteligencia francesa reveló que el presidente de IHH, Bulent Yildrim conspiró directamente, a mediados de los años 1990, para “reclutar soldados veteranos anticipándose a la llegada de la guerra santa [jihad]”.