Dos agencias de noticias en español – Europa Press y Efe – eran incapaces de informar correctamente el 2 de agosto de 2022 sobre un hecho del que era sencillo hacerlo.
La primera titulaba su crónica de la siguiente manera:
“Muere tiroteado un adolescente palestino en una operación israelí en Yenín para detener a alto cargo de Yihad Islámica”
Por su parte, la segunda, que en su web cuenta paradójicamente con un apartado denominado “EFE verifica”, lo hacía de la siguiente manera:
“Joven palestino muerto por disparos israelíes durante redada en Cisjordania”
Los primeros párrafos, región más allá de la que pocos lectores se adentran, apenas si iban más allá:
“Un adolescente palestino murió por disparos de las fuerzas de seguridad de Israel durante una redada llevada a cabo a última hora del lunes en un campamento de refugiados en la ciudad cisjordana de Yenín que se saldó con el arresto de dos personas, entre ellas un alto cargo de Yihad Islámica”, publicaba Europa Press.
“Un joven palestino murió hoy por disparos de las fuerzas de seguridad israelíes durante una redada en la ciudad de Yenín, en Cisjordania ocupada, informó el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)”, era el inicio de la crónica de la agencia de noticias Efe.
Poco más que un ir y venir de enunciaciones que daban la impresión de un ida y vuelta de acusaciones.
Más ambas agencias eludían mencionar algo que era de suma importancia para comprender el hecho y que, por lo demás, ya era conocido: la afiliación del fallecido al grupo terrorista Yihad Islámica palestina – organización que era objetivo de la redada. El mismo día la agencia de noticias francesa AFP indicaba que la propia organización terrorista había identificado al adolescente como miembro del grupo y como su “mártir heroico”.
Es decir, el joven no era una “víctima colateral, inocente” o de la insinuada “crueldad israelí”, como, al parecer, pretendían dar a entender – sino, para qué la llamativa omisión.
Incluso, un día antes (1 de agosto), un analista de la Foundation for Defense of Democracies, ya advertía que había indicios claros de que el fallecido podría ser miembro del mencionado grupo terrorista.
A su vez, y respecto del carácter terrorista del grupo, Efe omitía mencionarlo (el término aparecía en su texto una única vez en una declaración textual de la policía israelí; es decir, como una acusación interesada). En tanto que Europa Press señalaba de manera incompleta que Israel lo considera como tal. Lo cierto es que la Unión Europea, entre otros, designa (Decisión (PESC) 2022/152 del Consejo de 3 de febrero de 2022) a la Yihad Islámica Palestina como organización terrorista: no es ni una arbitrariedad israelí, ni una laguna.
Finalmente, y en ambos casos, una de las “fuentes” era la agencia de noticias oficial de la Autoridad Palestina, Wafa; estatus del que no daban cuenta, haciéndola pasar como una parte desinteresada y meramente centrada en la información.
Una información que se presenta incompleta – cuando se dispone de los medios y oportunidades para hacerlo de una manera contextualizada, sin amputaciones -, no parece ser, precisamente, tal cosa.